Tiempo de Tomar Acción — Nuestras Hijas No Tienen Casta
India siempre ha sido un lugar de discriminación abierta y descarada basada en el género, la casta, la clase y la religión. Desde que el hiper-capitalista, nacionalista, derechista gobierno hindú de Narendra Modi y su Partido Bharatiya Janata (Partido Popular Indio) asumiera el poder en 2014, esta discriminación se ha vuelto cada vez más violenta y letal.
Hyderabad, septiembre de 2018: un hombre Dalit * cristiano fue asesinado a machetazos frente a su esposa embarazada por un asesino contratado por el padre de la esposa. El padre, un joyero, se había opuesto al matrimonio.
Sur de la India, marzo 2016: otro hombre dalit fue asesinado a machetazos en plena luz del día frente a su esposa de casta superior, por asesinos contratados por el padre de la esposa.
Rohtak, al Norte de la India, agosto de 2018: una mujer Jat de 18 años de edad, de casta superior fue asesinada a tiros, por su propia familia, en frente del tribunal del distrito mientras estaba bajo escolta policial. Ella se había fugado con un hombre dalit de un pueblo vecino. El consejo de la aldea dominada por la casta superior en su aldea emitió un dictado que impidió que sus restos fueran devueltos a su aldea.
La violación y el asesinato más espantoso en la memoria reciente fue el de Asifa Bano, de 8 años, en la Cachemira ocupada por la India. Asifa Bano pertenecía a una comunidad nómada musulmana de pastores conocidos como los Bakarwals. Las familias hindúes habían acusado a los pastores de pastar su ganado en la llamada propiedad privada.
En enero 2018, hombres hindúes secuestraron a Asifa Bano mientras ella pastaba sus caballos. La drogaron, la llevaron a un templo y la violaron durante tres días. Luego la mataron y se deshicieron de su cuerpo en el bosque. La policía local ayudó a encubrir el asesinato.
Una vez que su cuerpo fue descubierto, los acusados fueron arrestados. En un giro grotesco de los acontecimientos, los abogados hindúes protestaron, no por la violación de una niña musulmana de 8 años, sino por el arresto de los hombres acusados de violación. Una multitud de abogados hindúes incluso trató de impedir físicamente que la policía acudiera a los tribunales para presentar cargos contra los acusados.
Miles de tales asesinatos, mal llamados “asesinatos por honor” han sido documentados. Cada año en la India hay al menos 1000 de esos asesinatos.
No es raro que los asesinatos no sean denunciados, ya que el aparato estatal en la India, desde la fuerza policial hasta el poder judicial, está dominado por hombres hindúes de la casta superior. No tienen ningún incentivo para cambiar el estatus quo socioeconómico. Si bien ha habido un aumento en la violencia de la casta superior contra los dalits, el número de condenas contra las castas superiores ha disminuido. Desde la elección de Modi, el poder judicial dominado por los hindúes ha dificultado el procesamiento de los delitos contra los dalits.
Setenta años después de la independencia de la India, solo el 5% de los matrimonios en la India son inter-castas. La base material para esto, y para la discriminación religiosa y de castas, son las relaciones de propiedad privada. En la India, la propiedad es y siempre ha sido, desproporcionadamente a favor de los hombres hindúes de casta superior.
Las castas altas poseen en promedio más del doble de los activos de los dalits, musulmanes y tribus. Incluso cuando los dalits y las minorías tienen tierras, la tenencia promedio es de 2 a 20 veces más pequeña que las tierras de las castas superiores.
Antes del 2005, las leyes de herencia utilizaban prácticas culturales basadas en la religión. En 2005, estas leyes se modificaron para garantizarles a las mujeres hindúes una proporción igual a la de sus hermanos varones. Les dio un control completo sobre su propiedad, independientemente de si la propiedad fue adquirida a través de la herencia u otros medios. Por lo tanto, el matrimonio entre castas y entre religiones llevaría a una dilución de los bienes de las castas superiores hindúes. Esto, junto con la inmunidad garantizada por un gobierno nacionalista hindú corrupto, capitalista y derechista, ha provocado una reacción violenta contra los matrimonios entre castas por pocos que sean.
A medida que se acercan las elecciones del 2019, la gran esperanza de la democracia capitalista es reemplazar un gobierno capitalista por otro, al tiempo que se preservan las relaciones materiales que permiten una discriminación cada vez más letal. ¡Pero la democracia es un gran engaño!
Sólo en una sociedad comunista, en la que se ha eliminado la propiedad privada, puede cesar la discriminación. En una sociedad comunista, la propiedad de la tierra y los bienes será absolutamente innecesaria. Habrá mucho para satisfacer las necesidades de todos. Los medios de producción serán controlados por las clases trabajadoras y garantizarán un mundo pacífico para todos los seres vivientes.
* Dalit es el término utilizado para los miembros de la casta más baja en la jerarquía de castas hindúe