Obreros Africanos estén vigilantes en Contra del Imperialismo. Todos los Reaccionarios son Tigres de Papel
1 de septiembre, 2018: Japón envía un submarino al Mar de China Meridional por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, en ejercicios conjuntos con la Marina de los Estados Unidos. 11 de septiembre: Rusia y China inician enormes ejercicios militares conjuntos que simulan una guerra convencional a gran escala contra Estados Unidos y sus aliados.
30 de septiembre: Un destructor chino se aproxima a 45 yardas (41 metros) de un destructor de EE. UU. El acercamiento más cercano hasta el momento – cerca de las disputadas islas Spratly en el Mar de China Meridional.
3 de octubre: el vicepresidente de los EE. UU. Pence, insinúa que EE. UU. podría pasar de sanciones económicas contra China a la acción militar antes de las elecciones de noviembre.
Es una ley general de la naturaleza que las cosas cambian lenta e incrementalmente hasta que cambian abruptamente y cualitativamente. Las leyes generales no nos dicen exactamente cuando sucederá. Pero nos ayudan a comprender lo que está pasando, como en las crecientes tensiones entre los imperialistas estadounidenses y chinos.
Sí, China es una potencia imperialista.
En primer lugar, China no es comunista. Una sociedad comunista no tendría dinero, ni mercados, ni trabajo asalariado, ni clases, ni propiedad privada. China tiene todo eso, a pesar del nombre de su partido gobernante.
Es por eso que los trabajadores chinos participaron en más de 1,700 acciones colectivas (incluyendo huelgas) en el último año. Los estudiantes se han unido a ellos: “Los estudiantes de hoy son los trabajadores de mañana”, dijo un estudiante de Beijing. “¿Cómo no puedo estar aquí?”
Las leyes de propiedad de China impulsan su desarrollo de acuerdo con las leyes internas del capitalismo. Ya sean las empresas privadas o estatales, su meta es maximizar las ganancias.
¿Cómo? Explotando cada vez más intensamente la mano de obra de los trabajadores.
Para el 2011, China tenía el sector manufacturero más grande del mundo. Para 2014, se había convertido en capitalismo monopolista: tres de las diez corporaciones más grandes del mundo eran chinas.
De ahí surgió un enorme sector financiero. Las reservas de divisas de China se dispararon a casi $ 4 mil millones en 2014. Desde entonces, ha aumentado su exportación de capital directamente (bonos, préstamos) y como inversión directa en minería y manufactura en África, América Latina y otros lugares.
En resumen, el capitalismo chino ha desarrollado rápidamente todas las características del imperialismo clásico. Y ahora eso incluye el poder militar capaz de desafiar el dominio estadounidense.
Lo cual nos lleva de nuevo al Mar del Sur de China.
Los destructores están literalmente en la superficie. Bajo el agua, China ha desplegado submarinos estratégicos para “mejorar su capacidad de ataque nuclear en represalia contra el enorme arsenal atómico estadounidense”, según un observador japonés. “Mantener la capacidad de guerra antisubmarina en el Mar del Sur de China para igualar los esfuerzos chinos es una estrategia naval clave de EE.UU., en la cual Japón juega un papel cada vez más útil”.
“La guerra entre EE.UU. y China sería un desastre absoluto para ambas lados”, comentó un analista estadounidense el mes pasado. “Ambos países dependen el uno del otro para prosperar, pero eso no significa que la guerra no pueda ocurrir”. ¿Por qué es Importante Entender Esto? Como Mao Zedong le dijo a Anna Louise Strong en 1946:
La bomba atómica es un tigre de papel que los reaccionarios estadounidenses utilizan para asustar a la gente. … Por supuesto, la bomba atómica es un arma de masacre masiva, pero el resultado de una guerra es decidido por la gente, no por uno o dos nuevos tipos de armas.
Todos los reaccionarios son tigres de papel. En apariencia, los reaccionarios son aterradores, pero en realidad no son tan poderosos.
El resultado de una guerra es decidido por las masas.
En 1917, los soldados, marineros y obreros rusos convirtieron la Primera Guerra Mundial en una revolución socialista. En 1943, la siguiente generación derrotó la maquinaria militar nazi en Stalingrado, cambiando en Europa el curso de la Segunda Guerra Mundial.
Mientras tanto, a medio mundo de distancia, Mao y sus camaradas lideraban las masas chinas en preparación para otra revolución que tomaría el poder estatal en 1949.
Los comunistas del siglo veinte pensaban que la revolución socialista era una “etapa” en el proceso de construir un mundo comunista. Su heroísmo y sacrificio en esa causa deberían seguir inspirándonos. Pero los resultados de sus luchas, descritas anteriormente en el caso de China, demostraron que su teoría era errónea.
El socialismo, como podemos ver ahora, siempre fue una forma de capitalismo de estado, independientemente de las intenciones de los líderes. Las masas necesitan el comunismo, nada menos. La única forma de ganarlo es luchando directamente por el comunismo. Y ahora es cuando.
El cambio cualitativo, de guerras comerciales y de divisas, a guerras de balas se dará, si no pronto, entonces más tarde.
Nuestra tarea, ahora mismo, es tomar pasos pequeños e incrementales hacia la construcción del Partido Comunista Obrero Internacional. Eso significa diez copias más de Bandera Roja en manos de amigos, familiares o compañeros de trabajo. Significa cinco conversaciones más sobre el comunismo. Significa ganar a los unos, doces y más a ingresar al Partido.
Especialmente significa construir el Partido entre soldados y marineros en todas partes. Estos son los pasos que, tarde o temprano, transformarán al Partido en una fuerza capaz de llevar a las masas a convertir las guerras de capitalistas por ganancias en una guerra revolucionaria para ganar y construir el comunismo en todo el mundo.
Lea Nuestro Folleto:
Soldados, Marineros, Marines, Cruciales para la Revolución Comunista Obrera