En grupos grandes o chicos, incluso solos, es un goteo constante; los migrantes llegan cada día, y no paran de llegar a los ya abarrotados albergues en Tijuana. Se dice que son miles, ya nadie los cuenta. Porque al final, nunca han contado. Por eso tuvieron que escapar de Centroamérica y gritar al mundo entero “¡QUEREMOS TRABAJAR, TENEMOS HAMBRE! ¡ESTAN MATANDO A NUESTRAS FAMILIAS!”. Y se han topado en su travesía con una solidaridad humana enorme, pero también con muros de metal con espigas, y con muros de odio, de odio que sigue creciendo lentamente.
Recientemente pasó una jornada triste para los voluntarios de los albergues que afanosamente día con día cuidan de este nuevo grupo de refugiados. Anteriormente lo habían hecho con los haitianos que llegaron por miles, y que muchos todavía viven en los barrios pobres de Tijuana.
Un voluntario, amigo de PCOI, comentó su frustración por los hechos acaecidos el domingo 25 de noviembre, cuando una marcha pacifica se salió fuera de control y fue atacada por la Patrulla Fronteriza de EE.UU. con gases lacrimógenos, utilizando también balas de caucho que hirieron a varios miembros de la caravana, y mandando al hospital a un miembro de un grupo pro-migrante.
Estos hechos dice el voluntario, afectó la moral de todos, que vieron salir una marcha animada, y regresar una marcha derrotada. En la voz del voluntario que ha estado colaborando en los albergues asistiendo a los inmigrantes deportados y a los migrantes de paso, se oye, y se siente la impotencia. Junto a sus primos/as, han estado ayudando en los albergues y centros de acopio, y en la casa de la abuela ya fallecida se llamó a colectar todo lo que se pudiera necesitar para ayuda. Involucraron a toda la familia, jóvenes y viejos, que ha colaborado en la preparación de comida y otros menesteres. Una familia inmigrante, según el voluntario: “Con un gran corazón”.
La ropa escasea, la comida es limitada. La tos es una sinfonía que predice males mayores y se ceba más en los niños. Una plaga de piojos también cohabita con los más pobres. En esas condiciones viven y conviven migrantes y voluntarios.
La campaña de odio poco a poco esta ganando a cierta parte de la población de Tijuana, especialmente en la clase media que no tiene problemas para cruzar la frontera, ellos son los privilegiados, pero están influyendo sobre el resto de la población. En las afueras del albergue situado en el centro de Tijuana, en la zona Norte, un grupo de racistas trato de golpear a migrantes que respondieron a la agresión, y terminó en arrestos.
Pero a pesar de todo, la mayoría de migrantes están dispuestos a seguir hasta las últimas consecuencias. Así también los voluntarios que están haciendo una tarea loable.
Estudiantes de la universidad Iberoamericana han acondicionado duchas para que se puedan bañar de forma privada los migrantes.
Las donaciones han bajado, pero gente voluntariosa se ha dado a la tarea de seguir pidiendo más por medio de las redes sociales, la cuales se han tornado en campos de batalla donde los voluntarios resisten y contraatacan los embates racistas y nacionalistas.
Y las puertas del muro no se abren. Trump ha amenazado con sellarla indefinidamente lo que pone al gobernador de Baja California y al alcalde de Tijuana en un aprieto.
Tijuana es la joya de la corona en la frontera Norte. Millones de dólares se perderían de la industria del turismo si eso sucediera. Las ciudades de EEUU que colindan con Tijuana también se verían afectadas, y a la larga todo el país, de hecho, se calcula que solo la ciudad de San Ysidro, una pequeñita comunidad del lado estadounidense perdió 5.3 millones de dólares en las horas que cerraron la frontera. Eso es lo que más preocupa a los patrones. No las vidas de seres humanos que lo que buscan es trabajar para sostener a sus familias.
Crisis Capitalistas Hacen Necesario el Comunismo
Las crisis que provocan el capitalismo no se van a terminar de un plumazo, la migración forzada es parte de este sistema injusto. Los millones de migrantes que deambulan en el mundo, buscan trabajo, refugio, seguridad, algo que el sistema capitalista no les puede ofrecer.
Los patrones están más ocupados en crear guerras para conseguir mercados y de esa manera satisfacer su sed de ganancias. De hecho, los tambores de guerra ya suenan otra vez en la frontera Rusia / Ucrania, lo que ocasionaría otra vez miles de migrantes.
El fascismo y la guerra se avecinan, tenemos que aplastarlos, es una necesidad; es una obligación. Y solo luchando por el Comunismo podremos ganar la batalla.
NO FRONTERAS, NO NACIONES, UNA SOLA FAMILIA. LUCHAR POR EL COMUNISMO AHORA