Obreros Reflexionan Sobre el Camino Hacia la Revolución
SEATTLE (EE. UU.), 7 de diciembre: el viernes pasado, los obreros de Boeing se reunieron alrededor de los escritorios del taller para ver videos de la rebelión de los “chalecos amarillos” de París. Normalmente, estas computadoras se utilizan para llevar el control de la producción. No es sorprendente que estuviéramos más interesados en las manifestaciones que en el progreso de la producción.
Camaradas y amigos difunden la discusión personalmente y mediante mensajes de texto. Surgió un tema central. ¿Era esta una situación revolucionaria? ¿Es incluso posible construir hoy para una situación revolucionaria?
La clave para la revolución comunista es el desarrollo de un Partido de masas, dispuesto y capaz de movilizar para el comunismo. Este análisis llevó a discusión los obstáculos al crecimiento del PCOI… y cómo podemos superar esos obstáculos.
Los Obreros Industriales Tienen una Enorme Cantidad de Experiencia y Conocimiento
La mayoría en nuestra base está muy consciente de que el racismo, la xenofobia y el nacionalismo pueden convertir rápidamente aun la lucha más combativa [como la rebelión de los chalecos amarillos] en su opuesto. Son un gran obstáculo para construir el movimiento comunista.
“La historia nos dice que las divisiones entre nosotros crean [una] barrera que da poder a los que son dueños de todo… los cuales controlan los destinos de mucha gente”, texteó un amigo.
Más de uno comentó sobre la importancia de nuestras luchas en el trabajo y en las calles en torno a la separación de familias y la caravana. Ayudaron a darnos confianza de que podemos destruir los “muros entre nosotros” conforme construimos un mundo comunista sin fronteras.
Un amigo cercano era un adolescente durante la rebelión de Detroit de 1967. Nos pareció útil comparar esta rebelión con ese levantamiento. Lo primero que salió a relucir fue el papel de las fuerzas armadas de los capitalistas. Un obrero inmigrante estaba plenamente consciente del papel del Ejército de EE.UU. en la conquista imperialista. Ella provenía de uno de los países ocupados.
Ella no sabía que este mismo ejército fue enviado a Detroit para reprimir la rebelión. Los medios de comunicación hacen gran alboroto del debate falso sobre lo que la ley permite que las fuerzas armadas hagan en territorio estadounidense. Nadie se tragaba esta mentira. Todos estuvimos de acuerdo en que cuando llegue el momento crítico, el ejército de los capitalistas estará allí para preservar el poder de ellos.
Al mismo tiempo, este ejército contiene las semillas de la revolución comunista. Desde la guerra de Vietnam, ha quedado claro que los soldados estadounidenses de base pueden voltear las armas contra los capitalistas, haciendo posible la revolución.
Las comparaciones con Detroit continuaron. La foto de los estudiantes de clase obrera en París arrodillados ante policías antidisturbios provocó recuerdos exasperantes para nuestro camarada. ¡Y también las barricadas derrumbándose, los gases lacrimógenos y los policías repartiendo garrotazos!
Por el otro lado, la rebelión de Detroit fue abiertamente antirracista e involucró a más obreros industriales desde el principio.
Elemento Clave de una Situación Revolucionaria
A pesar de estas diferencias, una similitud evidente se mantuvo. Ambas rebeliones carecen [o carecieron] del ingrediente clave necesario para la revolución comunista: un masivo PCOI con una base aún más masiva entre obreros industriales, soldados y estudiantes.
“Solo se empeorará”, comentó otro tornero inmigrante. La crisis capitalista se está intensificando, y las rebeliones solo se volverán más frecuentes. Pero no podemos esperar que se den grandes rebeliones para activar organizadores comunistas. Debemos entrar en cada lucha, grande o pequeña, con la política comunista al frente.
Hace solo unos meses que algunos camaradas y amigos pensaron que los franceses estaban engañados por el liberalismo de Macron: por lo tanto no era posible avanzar mucho.
Fue interesante ver a obreros de Boeing pegados a las computadoras mirando las manifestaciones de los chalecos amarillos. Ahora nuestra tarea es dejar de ver estas computadoras para entablar discusiones y debates comunistas.
Más de ellos están leyendo Bandera Roja
. Ahora nuestra tarea es conseguir que más de ellos distribuyan el periódico y escriban para ello.
Más están considerando el comunismo. También tenemos que conseguir que ellos discutan estas ideas comunistas con sus amigos y que ingresen al Partido. Esto es en lo que tenemos que concentrarnos ahora para crear situaciones revolucionarias comunistas en el futuro.