Los “Chalecos Amarillos” Necesitan Banderas Rojas

Las Protestas Masivas en Francia Nos Llaman a Construir el Partido Comunista Obrero Internacional

Paris: “Los Verdaderos Vándalos son los jefes de Estado”

Diciembre 9 – Cientos de miles de “gilets jaunes” (“chalecos amarillos”) se han rebelado en las calles de Francia desde el 19 de noviembre. Están furiosos con el presidente francés Macron, su gobierno y la clase dominante francesa.

“Es como un volcán”, comentó un chofer de autobuses de MTA en Los Ángeles. “La presión se acumuló hasta que explotó”.

El 1 de diciembre, las manifestaciones en París estallaron en protestas combativas. Un enorme ejército de chalecos amarillos persiguió a la policía lejos del Arco Triunfal de Napoleón. Cubrieron el Arco con consignas como “Abajo con las guerras entre el pueblo – No más paz entre las clases”.

Por las dudas, algunos destrozaron la tienda de regalos. En los Campos Elíseos, el patio de recreo de los ricos, atacaron bancos y boutiques de lujo y levantaron barricadas en llamas. Todos los polítiqueros se horrorizaron por este despliegue de violencia.

“También es violencia cuando al fin del mes no hay comida en la nevera para alimentar a tus hijos”, dijo una madre, una chaleco amarillo.

El 8 de diciembre, cientos de policías mantuvieron a los manifestantes lejos del Arco Triunfal. Ellos se dispersaron tanto en Paris como en las afueras de la capital. Unos días después Macron anunció algunas concesiones, como aumentar el salario mínimo. Todo fue una treta y la rebelión continuó.

El movimiento comenzó como una protesta masiva contra los altos impuestos a la gasolina, organizada a través de las redes sociales. Su emblema es el chaleco de seguridad amarillo que todos los choferes en Francia deben tener en su automóvil.

Rápidamente se expandió en torno al problema del “poder adquisitivo”. La mayoría de los franceses tienen dificultades para llegar al fin de mes. Más del 14% vive por debajo de la línea de pobreza. En los suburbios de París, en su mayoría inmigrantes, la tasa sube a casi el 40%. La “red de seguridad social” de Francia está llena de agujeros. Más de dos tercios de los obreros desempleados que califican para beneficios no los reciben.

¡Los capitalistas franceses exportan más productos alimenticios agrícolas que cualquier otra nación de la Unión Europea, pero los niños franceses pasan hambre!

Todo esto sería impensable en una sociedad comunista. Las necesidades de todos se cubrirán, en la medida que sea posible, durante todo el mes. No niños hambrientos. No necesidad de dinero. Nadie apenas sobreviviendo mientras otros viven en el lujo.

Las Ideas No-Tan-Nuevas de Macron: Hacen que los Obreros Paguen por la Crisis del Capitalismo

Macron fue tildado como un “innovador” con “nuevas ideas”. Primero, entregó miles de millones de euros a los ricos, en exenciones fiscales. Luego recortó los subsidios para los inquilinos de bajos ingresos. Luego vinieron medidas de austeridad que redujeron las pensiones, elevaron los precios de la gasolina y redujeron los servicios públicos municipales.

Además, rompió el código laboral, acabó con los beneficios de los obreros ferroviarios, persiguió a los desempleados, rechazó a los refugiados, maltrató a los inmigrantes, favoreció a los supermercados sobre los agricultores, y la lista sigue y sigue.

Este es la misma cantaleta que oímos en todo el mundo conforme la crisis global capitalista de sobreproducción se ha intensificado y la competencia entre los capitalistas se ha agudizado. Su solución es siempre hacer que los obreros paguen.

También el 19 de noviembre, en medio de masivas protestas callejeras en Argentina, el gobierno argentino aprobó un presupuesto de austeridad para 2019 que reduce el gasto social y aumenta los pagos a la deuda para satisfacer al Fondo Monetario Internacional. Cientos de miles marcharon en Buenos Aires contra el capitalismo protestando la cumbre imperialista del “G20” el 30 de noviembre.

En Irán, los obreros de la refinería de azúcar interrumpieron las oraciones del viernes con consignas de “¡Muerte al opresor!” y “¡Aquí hay un gran ejército por amor al trabajo!” Los obreros siderúrgicos y sus familias se han manifestado todo un mes protestando la no paga de sus salarios atrasados y las dificultades económicas, coreando “¡Nuestro enemigo está aquí!”

Ya Basta.

Para muchos en Francia, una vida difícil se volvió casi imposible.

Los chalecos amarillos atrasaron y bloquearon el tráfico. Se trasladaron a centros comerciales y refinerías. Se mantuvieron con apoyo público masivo. Los choferes, especialmente los camioneros, bocinaron en aprobación. La gente estacionaba sus coches para donar comida y dinero.

Este movimiento no tiene, intencionalmente, figuras públicas. Demasiadas personas han visto demasiados líderes y partidos que se venden multitud de veces. En particular, la mayoría no tiene ningún uso para la fascista Marine Le Pen.

Sin embargo, en todos los movimientos populistas poco organizados, hay una lucha sobre las ideas políticas. Sin una línea comunista internacionalista clara, las ideas capitalistas presentan un verdadero peligro. Por ejemplo, durante la Gran Depresión en Francia, como en Alemania, los movimientos masivos de fascistas y antifascistas crecieron y se enfrentaron en las calles.

Hoy día, en Francia, como en mayo de 1968, una situación revolucionaria estaría tomando forma si hubiera un partido revolucionario capaz de liderar a las masas al comunismo. Pero no lo hay.

Todas las organizaciones ‘izquierdistas’ en Francia están diciendo lo mismo, a saber, luchemos aún más arduamente por reformas aún mejores. Un chaleco amarillo dijo: “Nos están ofreciendo migajas, queremos una comida”. ¿Una comida? ¡Seguramente, queremos toda la cocina!

Las Masas en Movimiento en Cualquier Lugar Crean Oportunidades Comunistas en Todas Partes

Nuestro Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI) aún no tiene presencia en Francia. Si la tuviéramos, estaríamos planteando masivamente la necesidad de movilizar directamente para el comunismo, no para las reformas. Si fuéramos lo suficientemente fuertes, lideraríamos la lucha armada por el poder comunista de los obreros.

Mientras tanto, debemos aprovechar esta situación para acercarnos un poco más al comunismo – y ponerle fin a nuestra lucha por apenas sobrevivir.

En Seattle (EE. UU.), Los camaradas en

Boeing están viendo videos del levantamiento francés y hablando sobre el comunismo (ver página 1).

En Los Ángeles (EE. UU.), La célula de la costura del PCOI vio los videos, animando a las masas que luchaban contra la policía. Hablaron de cómo construir el Partido en México, El Salvador y en otros lugares, así como también en Los Ángeles.

El lema comunista “¡Trabajadores del mundo, Uníos! ¡No tienen nada que perder excepto sus cadenas!” nunca ha sido más apropiado. Juntos tenemos un mundo comunista que ganar.

Bélgica: Chalecos Amarillos, No al Fascismo

Primera página de esta edición

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