Los Estudiantes Merecen el Comunismo
Los docentes el Sindicato de Profesores en Los Ángeles (UTLA por sus siglas en inglés) están listos para irse a la huelga por “Las escuelas que los estudiantes merecen”. Están demandando – más urgentemente que un aumento salarial – menos estudiantes en cada clase, más personal de apoyo, menos exámenes estandarizados y escuelas comunitarias con mucho apoyo de servicios sociales en las áreas donde los estudiantes de clase obrera han sido más afectados por la crisis capitalista.
Pero el capitalismo está en crisis y esta solo puede empeorarse. Es una ilusión pensar que las escuelas públicas pueden ser islas que protejan a nuestros jóvenes en un mar de crisis. Nuestros estudiantes merecen un mundo comunista, donde trabajemos juntos para alimentar, vestir y albergar a las masas obreras. Un mundo donde nadie viva lujosamente mientras que otros están hambrientos y desamparados. Un mundo donde rompiendo las divisiones entre viejos y jóvenes, entre el trabajo y la escuela, aprendamos los unos de los otros, aprendiendo a la vez a proteger el planeta conforme satisfacemos las necesidades de todos.
La crisis capitalista impacta las escuelas, docentes y estudiantes.
La crisis capitalista, la guerra y el desastre climático han causado sufrimientos masivos en todo el mundo. Las oleadas de refugiados que cruzan el Mediterráneo y los que viajan hacia el norte de Centro América son los ejemplos más agudos del intenso sufrimiento que la crisis está causando a nuestra clase, pero la clase obrera en los países capitalistas avanzados también enfrenta ataques racistas agudos.
Ninguna reforma capitalista, huelga o elección le pondrá fin a estos ataques. La única manera de acabar con ellos es movilizando a las masas para la revolución comunista, para derrocar los gobiernos capitalistas y crear una sociedad basada en satisfacer nuestras necesidades, no en crear ganancias cada vez más obscenas para unos pocos.
EEUU es una potencia capitalista en declive, que pierde lentamente su dominio a sus competidores capitalistas en Rusia y China. Conforme una pequeña élite aumenta sus ganancias, los trabajadores se hunden. Los empleos sindicalizados están siendo subcontratados a presos en las penitenciarias y subcontratistas no sindicalizados. Los recursos públicos, incluidas las escuelas, están siendo privatizados. El terror de la policía racista y el encarcelamiento masivo están devastando a las comunidades negras y latinas. Y a medida que aumenta el precio de la vivienda mientras los salarios permanecen estancados, los trabajadores necesitan trabajar dos o tres empleos para sobrevivir y muchos son echados a la calle.
Estos ataques a nuestra clase tienen un impacto directo en nuestras escuelas. De los 640,000 estudiantes en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), 8000 están en hogares sustitutos, la mayoría de ellos víctimas de la epidemia de drogas y las políticas de encarcelamiento masivo. Más de 16,000 estudiantes, uno de cada 40 en el distrito, están desamparados. Y la carga desigual del racismo significa que estos estudiantes están concentrados en los barrios bajos en el centro de la ciudad, en el sur de Los Ángeles y en otras comunidades de obreros negros y latinos.
Las escuelas públicas que los maestros esperan que puedan servir como apoyo social han estado bajo ataque, durante más de veinte años, por los operadores de la escuelas chárteres. Estas escuelas son financiadas con fondos públicos, pero son administradas por empresas privadas en su mayoría por grandes corporaciones con nombres como Animo y KIPP. En el distrito escolar de Los Ángeles hay 187 escuelas chárteres de un total de mil cien escuelas.
Conforme las escuelas públicas apenas se mantienen a flote, los padres con recursos aplican a las chárteres, que exigen trabajo voluntario de ellos, estrictos códigos de conducta, uniformes especiales y muy poca ayuda para niños con necesidades especiales. Las chárteres extraen recursos de las escuelas públicas, dejando a los estudiantes más afectados por el capitalismo concentrados en escuelas sin enfermeras, consejeros, psicólogos o bibliotecarios a tiempo completo.
UTLA se ha ido a la huelga para devolver estos recursos a las escuelas del vecindario y para mejorar las condiciones de trabajo. Es más fácil y más gratificante enseñar en una escuela con el apoyo adecuado de los alumnos y con menos alumnos en el aula. (Puede haber hasta 40 estudiantes en una aula en Los Ángeles, y no hay un límite exigible, excepto el código impuesto por el departamento de bomberos). Los maestros también están luchando para proteger sus trabajos. Más niños en las escuelas chárteres significan menos seguridad laboral para los maestros, menor capacidad para negociar seguros médicos y menos inversión en las pensiones de los maestros.
Los maestros que se preocupan por sus estudiantes deben luchar por el comunismo
Pero incluso las escuelas con clases más pequeñas y bibliotecarios de tiempo completo son instituciones capitalistas. Enseñan el patriotismo, entrenan a nuestros niños y jóvenes para que sigan las órdenes y pueden o no enseñarles las habilidades que los capitalistas necesitan que tengan. (Exploramos esta contradicción más en “La Clase Obrera Merece Una Educación Comunista” en nuestra última edición).
Solo en una sociedad comunista sin divisiones de clases sociales podremos proporcionar la educación que los estudiantes merecen, una educación que desarrolle todo su potencial mientras trabajan colectivamente para crear un mundo que satisfaga las necesidades de todos. Crear las condiciones para ese tipo de educación será un camino largo y difícil. Requerirá movilizar a las masas, no para las reformas capitalistas, sino para la revolución comunista. Requerirá de un partido comunista masivo con los maestros, padres y estudiantes, que ahora luchan por mejores escuelas, movilizándose para un futuro comunista. Te invitamos a ingresar al Partido Comunista Obrero Internacional para ayudar a lucha por ese mundo.