En diciembre de 2017, el partido gobernante, el Congreso Nacional Africano (CNA), celebró su 54 ° Congreso Nacional en el que eligieron a su nuevo presidente. La batalla fue entre la ex esposa del presidente Jacob Zuma (Nkosazana Dlamini Zuma) y Cyril Ramaphosa. Cada uno de estos individuos representa diferentes amos. Es de conocimiento público que Nkosazana Dlamini Zuma está sirviendo al mismo amo que su exmarido, el cual es el imperialismo oriental. Por otro lado, Cyril Ramaphosa representa a los imperialistas occidentales, que es el bando que ganó cuando Cyril Ramaphosa se convirtió en el presidente del CNA.
Se hizo evidente que el representante de lo peor tuvo que poner en marcha los planes antes de que le resultara muy difícil cumplir sus obligaciones a sus amos. No pasó mucho tiempo antes de que el nuevo presidente electo dijera que no apoyaba el acuerdo del reactor nuclear que fue ganado por los imperialistas rusos. Justificó esto diciendo que el país en su estado económico actual no puede pagar por ello.
Las cosas cambiaron de mal a peor al los partidos de oposición y miembros del CNA demandar que el presidente Zuma renunciara y entregara las riendas al nuevo presidente del CNA o no le permitirían dirigirse al país. Esto llevó a que el discurso sobre el estado de la nación se pospusiera por primera vez en este llamado “país democrático”. El presidente Zuma se negó a renunciar, pidiendo estar en el poder de 3 a 6 meses más. Esto llevó a que otros partidos políticos quisieran disolver el parlamento, mientras que otros querían que Zuma fuera procesado por medio del Parlamento.
Luego, el 14 de febrero, debido a la presión dentro del partido gobernante, el público y los partidos de oposición, el Comité Ejecutivo Nacional de CNA destituyó al presidente. Después de largas reuniones, el Presidente se dirigió al público para entregar su renuncia al cargo, el cual había ocupado desde 2008.
Como comunistas, esto nos ofrece la oportunidad de movilizar a las masas para unirse al PCOI y luchar por una sociedad comunista. Este llamado “Cambio de Liderazgo” no se traduce en mejores condiciones de vida, en el fin de la explotación, en la demolición de las fronteras y, ciertamente, en ponerle fin al capitalismo. Esto simplemente significa que el poder se está desplazando hacia los imperialistas occidentales para poner en marcha sus planes, que son de explotar a la clase trabajadora de Sudáfrica e incluso matar a cualquiera que esté en su camino como lo hicieron en Marikana en 2012.
Un lector en Sudáfrica