Desde la Revolución China al Presente y el Futuro
Movilizando a las masas para el comunismo crea la base material para terminar con el sexismo. ¡No podemos decir eso muy a menudo!
En el capitalismo, las mujeres trabajadoras a menudo tienen que tolerar el acoso sexual, el abuso y cosas peores. Como todos los esclavos asalariados, necesitan ese cheque para sobrevivir. ¿Y en otro lugar sería mejor?
En el comunismo, no habrá salarios, ni dinero, ni mercados. No habrá patrones que se beneficien al dividir la clase trabajadora y la súper-explotación de los trabajadores negros, inmigrantes o de mujeres. Todos recibirán las necesidades de la vida, por lo que no seremos esclavos de un trabajo. Si no te gusta que algo suceda en el lugar donde trabajas, únete al colectivo comunista de trabajadores que están dando liderazgo.
Pero, ¿acabar con el sistema salarial terminará automáticamente con el sexismo? No. Incluso después de la revolución comunista, terminar con el sexismo implicará una lucha política consciente y comprometida a largo plazo contra las ideas y hábitos heredados de la sociedad de clases. Esa lucha empieza ahora.
La revolución china: luchando contra el sexismo mediante la movilización de las masas
El libro de William Hinton Fanshen es un reporte de primera mano muy útil sobre la lucha comunista por la reforma agraria en Long Bow, China, en 1948. En un capítulo llamado “Abusos de poder”, escribió sobre un grupo de miembros del Partido que se habían convertido en milicianos basado en su heroísmo en la lucha revolucionaria. Pero empezaron a intimidar a los hombres para que acudieran a reuniones aparentemente interminables. Empezaron a tomarse beneficios y otras cosas sin autorización de los aldeanos más acomodados. Y se involucraron en un “comportamiento bribón”, incluida la violación.
¿Por qué el líder de la milicia o el colectivo del Partido no los detuvo? Lo intentaron, a medias. Los principales líderes masculinos del Partido también se sintieron con derecho a algunos privilegios, incluidos los “favores” sexuales. Abusaron a muchas mujeres, solteras y casadas. Su poder era político, no económico. Por ejemplo, cuando la hija de un ex -terrateniente lo rechazó, Yu-hsing la arrestó bajo la acusación de difundir rumores falsos.
Hinton relata cómo estos cuadros eventualmente tuvieron que presentarse ante reuniones masivas donde se auto-criticaron y escucharon las críticas de las masas. Estas críticas no siempre fueron válidas, pero algunos se sintieron presionados para aceptarlas de todos modos. Otros, incluida la camarilla de abusadores, estos se resistieron. Al escuchar estas historias, podemos comprender mejor la importancia de movilizar a las masas y practicar la crítica y la autocrítica hoy. No podemos construir el comunismo sin ello.
En otro libro, Shenfan, Hinton informó sobre su regreso a Long Bow en 1971. Esto es aún más interesante. Una cosa que aprendemos, por ejemplo, es que el proceso de “crítica y lucha” no siempre funcionó.
Por ejemplo, durante la reforma agraria, el miliciano Man-hsi había violado a muchas mujeres. La mayoría eran de familias terratenientes o de campesinos ricos que habían sido desposeídos. Otros eran hijas de colaboradores odiados. Fue criticado fuertemente por esto y prometió cambiar su forma de ser. Pero cuatro años después violó a la hija de un vecino. Solo entonces fue expulsado del partido, aunque siguió siendo un líder en producción.
Hinton descubrió que el movimiento liderado por los comunistas para la reforma agraria y el socialismo, incluida la Revolución Cultural, había asestado un golpe contra el sexismo. Por ejemplo, los hombres jóvenes le dijeron que “en los viejos tiempos no había forma de ganarse la vida. La gente como nosotros no podía permitirse una esposa. Por lo tanto, hicieron cosas cuestionables. Ahora nos avergonzaríamos de hacer algo así”. Las mujeres dijeron: “Ahora que el divorcio es posible, no hay necesidad de morir”.
No estamos de acuerdo con el análisis de Hinton en 1971 de la Revolución Cultural, (que luego revisó). Pero hay mucho que aprender de sus historias sobre los esfuerzos pioneros de los comunistas chinos para abordar el crimen y el comportamiento antisocial con la “línea de masas”. Y reconoció que la línea socialista “para cada uno según el trabajo” estaba intensificando la desigualdad económica, no terminándola.
Lucha Política Aguda, Abierta: Ahora y Siempre
El sexismo era claramente un problema constante en el Partido Comunista Chino a pesar de su línea de que “las mujeres sostienen la mitad del cielo”. ¿Hay sexismo en el Partido Comunista Obrero Internacional hoy a pesar de nuestros mejores esfuerzos para comprenderlo y combatirlo? Sí. ¿Podemos vencerlo? Sí.
La lucha política consciente y comprometida a largo plazo contra las ideas y hábitos heredados de la sociedad de clases comienza ahora. No podemos aislarnos de eso. No podremos alejarnos de la sociedad comunista cuando inevitablemente encontremos conductas reaccionarias o incluso corruptas. Nosotros y nuestros amigos tenemos que ver, en la práctica de nuestro partido ahora, que la crítica abierta y honesta y la autocrítica harán posible derrotar al sexismo en el proceso de movilizar a las masas para el comunismo.
Primera página de esta edición