Las Masas Convierten la Mortífera Guerra Capitalista en una Lucha por el Poder Estatal de la Clase Obrera
La Comuna de París, uno de los eventos más influyentes en la historia de la humanidad, surgió de la guerra franco-prusiana (1870-71). Marcó la llegada de la clase obrera al escenario mundial como la clase más revolucionaria de la historia y abrió la era de la revolución mundial de la clase obrera. Sentó las bases para las revoluciones rusa y china.
La Comuna de París fue la primera vez en la historia que los trabajadores tomaron el poder y lo utilizaron para organizar y dirigir la sociedad para servir a sus propios intereses. Más importante aun, su legado nos enseña que tenemos que luchar por el comunismo, y nada menos.
Las lecciones de la Comuna de París son fundamentales para la estrategia del Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI): movilizar a las masas para construir un mundo sin clases, sin dinero, esclavitud salarial, racismo, sexismo, xenofobia y guerras imperialistas. Un mundo comunista donde las masas planifiquen, produzcan y distribuyan todo para satisfacer sus necesidades colectivas.
La guerra crea base material para la revolución
En la guerra franco-prusiana, los gobernantes prusianos lucharon para forjar una nación alemana unificada a expensas de parte del territorio francés. Los capitalistas franceses estaban luchando para impedirlo y mantener su hegemonía sobre la Europa continental.
Esta brutal guerra se prolongó por casi un año, con decenas de miles de bajas en ambos lados. El ejército francés fue decisivamente derrotado. El emperador francés Napoleón III fue hecho prisionero por los alemanes, mientras el ejército alemán sitiaba París.
Las masas en París se movilizaron. Percibieron el peligro y la oportunidad de la situación. Se regocijaron con la caída del odiado emperador, que había hecho sus vidas aún más miserables al reorganizar París para los ricos. Las masas habían sido expulsadas de sus viviendas para que los gobernantes pudieran construir amplios bulevares. Esperaban que esto les impidiera a las masas construir barricadas como lo habían hecho en su insurrección de 1848.
En 1792, la naciente clase capitalista francesa había derrocado a la nobleza francesa y declarado una República. Ahora, en 1871, los capitalistas franceses declararon una nueva República. Esperaban que confundiría a las masas y las ganaría apoyarlos cegados por un fervor patriótico.
Un pequeño movimiento comunista que surgió durante la Revolución Francesa había sido rápidamente aplastado. Pero 1871 no era 1792. El movimiento de la clase obrera había madurado tremendamente. El Manifiesto Comunista (1848) iluminaba el camino a seguir. La Asociación Internacional de Trabajadores de Marx tenía miembros en París. Se pusieron a la altura de la situación y propusieron armar a las masas. Y las masas fueron más allá: lucharon por construir la Comuna.
Atreviéndose a Asaltar el Cielo
La Guardia Nacional parisina estaba compuesta por soldados y trabajadores, incluyendo algunos comunistas. Movilizaron a las masas armadas para defender París contra el asedio prusiano y contra el gobierno francés.
Los gobernantes burgueses franceses estaban encerrados en el palacio de Versalles, afuera de Paris. Enviaron tropas para quitarle a la Guardia Nacional sus cañones, claves para la defensa de París. Masas de trabajadores y soldados de la Guardia Nacional, leales a ellos, derrotaron un ataque secreto de madrugada. Les pidieron a los soldados del gobierno que se negaran a luchar por los capitalistas.
Una mujer se enfrentó a los soldados: “¿Van a disparar contra nosotros? ¿Contra tus hermanos? ¿Contra nuestros maridos? ¿Contra nuestros hijos?” Un suboficial abandonó las filas, se enfrentó a su compañía y gritó:” ¡Volteen sus armas y pongan las culatas de sus rifles en el aire!” Los soldados obedecieron.
Después de una feroz batalla, las masas obligaron a las tropas capitalistas y a todo su aparato estatal a abandonar París y retirarse a Versalles. ¡Las masas habían ganado el día!
Obreros/as y Soldados Toman y Ejercen el Poder Estatal
El Comité Central de la Guardia Nacional organizó elecciones para la Comuna. Cada distrito eligió representantes. La mayoría eran trabajadores con poca experiencia en política pero comprometidos totalmente con la Comuna.
Organizaron el Consejo Comunal y movilizaron rápidamente a los trabajadores para restablecer todos los servicios públicos sin capitalistas, administradores o supervisores. Distribuyeron colectivamente alimentos y carbón a quienes los necesitaban sin costo alguno.
“Durante el breve reinado de la Comuna, ningún hombre, mujer, niño o anciano/a tenía hambre, frío o carecía de un hogar. Fue increíble ver cómo… este gobierno libró una guerra feroz durante dos meses, pero ahuyentó la hambruna de los hogares de la enorme población que no tenía trabajo por un año”.
Las masas ayudaron a tomar y llevar a cabo todas las decisiones a través del Consejo de la Comuna, las reuniones de la sección y las reuniones masivas de las células en los barrios. Todos eran animados a participar. Cambiaron todos los aspectos de la vida, desde la producción hasta la educación, las relaciones sociales y la eliminación del alquiler. El próximo artículo describirá más de sus muchos logros y también algunas deficiencias.
¡Conmemoremos la Comuna de París este Primero de Mayo marchando por el poder comunista obrero!
UNETE AL PCOI PARA PLANIFICAR LAS MARCHAS DEL 1 DE MAYO Y LAS CENAS PRO-PRIMERO DE MAYO SEATTLE 7 DE ABRIL, 7 P.M. LOS ANGELES, 21 DE ABRIL, 6 P.M.