La Historia de Lucha de Clases Combativa Nos Inspira, pero el Comunismo es Nuestro Futuro
Trabajadoras y Trabajadores Escolares, West Virginia, 2018
EE.UU., 8 de marzo: – Treinta mil maestros de escuelas públicas, conductores de autobuses, cocineros y otros trabajadores escolares de West Virginia finalizaron una huelga de nueve días después de que ellos y otros trabajadores estatales recibieran un aumento salarial de 5% sin aumento en el costos de su seguro médico.
Pero estos trabajadores necesitan algo muy diferente a un aumento salarial. Necesitan ponerle fin a la esclavitud salarial capitalista movilizándose para el comunismo.
Los trabajadores del sector público en West Virginia, incluidos los maestros, no tienen derecho legal a negociar un contrato colectivo. No tienen derecho legal a la huelga. ¡Sin embargo se fueron a la huelga! Desafiaron las leyes capitalistas y a los burócratas del Sindicato de Maestros, quienes les dijeron que volvieran a trabajar.
En el pasado, los mineros de West Virginia y otros trabajadores emprendieron feroces huelgas contra las condiciones mortales en las que trabajaban por una miseria. Dirigieron batallas armadas contra los magnates del carbón y sus matones gubernamentales.
La huelga ferroviaria de 1877 se extendió desde West Virginia por todo EEUU. Culminó en la Rebelión de Pittsburgh, que algunos compararon con la Comuna de París de 1871. Las guerras mineras de 1912-22 incluyeron la Batalla de la Montaña Blair (1921), la insurrección armada más grande en Estados Unidos desde la Guerra Civil de 1861-65.
Los comunistas ayudaron a construir sindicatos multirraciales de mineros. Pero no trataron de convertir estas luchas de clases armadas en una revolución por el poder comunista obrero. Tenemos mucho que aprender de sus éxitos y sus limitaciones y errores.
En las décadas de 1960 y 1970, West Virginia fue un centro de enormes y frecuentes huelgas “rebeldes” que desafiaron los intentos de los dirigentes sindicales de suprimir la lucha de clases. Estos recientes huelguistas escolares estaban conscientes de su deuda a estos combativos obreros industriales. Se organizaron a través de relaciones personales y redes sociales. Sabían que el poder de los trabajadores radica, no en leyes o sindicatos, sino en nuestra capacidad de paralizar el sistema.
Un poder aún mayor yace en la capacidad de los trabajadores de construir un nuevo sistema, el comunismo, basado no en las ganancias capitalistas sino en las necesidades obreras.
Los maestros han tomado la iniciativa, pero los obreros industriales y los soldados y marineros siguen siendo claves para movilizar para una revolución comunista. Los energéticos siguen siendo unas de las principales industrias en West Virginia, junto con las industrias químicas, biotécnicas, automotrices y un sector aeroespacial en rápido crecimiento.
Los polítiqueros del Partido Demócrata y los medios de comunicación capitalistas liberales temen que el declive de los sindicatos abra la puerta a “levantamientos” como la huelga de estos maestros. Ellos quieren que la Corte Suprema decida el caso Janus a favor de sindicatos como el de los maestros los cuales impulsarán el registro de votantes y, esperan, que controlen a las masas airadas.
Algunos izquierdistas dirán que esta huelga muestra que los trabajadores deberían “recuperar” sus sindicatos o construir nuevos sindicatos. No estamos de acuerdo.
El sindicalismo combativo del pasado nos inspira, pero no es el camino a seguir.
Los mineros lucharon por seguros médicos y seguridad, pero todavía mueren de pulmón negro. Los trabajadores industriales deben movilizar a las masas por el comunismo.
Podemos ver el potencial para el comunismo en los maestros las cuales no solo se organizaron, sino que también prepararon bolsas de alimentos para los niños que no recibirían desayunos y almuerzos escolares durante la huelga.
Los medios de comunicación y el sindicato dicen que los “maestros se preocupan por los niños”. Es mucho más que eso. Es el tipo de solidaridad de clases aprendido en un siglo de lucha de clases. Y esta solidaridad es la base del comunismo.
En la sociedad comunista no habrá salarios (altos ni bajos) ni economía de dinero en absoluto.
La sociedad se estructurará en torno a todos preocupándose por todos. Organizaremos la producción de forma colectiva y voluntaria para satisfacer las necesidades de todos. Nadie pasará hambre o tendrá que preocuparse por la atención médica.
Donde sea necesario hacer trabajos peligrosos, los trabajadores mismos se asegurarán de que se haga lo más seguro posible. No habrá ganancias, ni necesidad para tomar atajos para ahorrar gastos.
La educación comunista fomentará la curiosidad, creatividad y el aprendizaje para las personas de todas las edades. La mayoría ya no será educada para ser esclavos asalariados pasivos, mientras que a unos pocos se les enseña a creerse naturalmente superiores y destinados al poder y al privilegio. Los propios trabajadores planificarán e implementarán esta educación comunista. Todos enseñarán y aprenderán.
La educación comunista de hoy significa extraer lecciones revolucionarias de la lucha de clases. Significa descubrir colectivamente cómo podemos triunfar y construir una sociedad comunista.
No nos sorprende que la AFT no haya hecho todo lo posible para movilizar a sus miembros en solidaridad con los trabajadores escolares en huelga en West Virginia. Pero debemos ser autocríticos por nosotros no movilizar la solidaridad comunista. Eso es especialmente cierto en el caso de nuestros camaradas profesores, estudiantes y padres de familia que están construyendo el Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI) en las escuelas de EEUU.
Envueltos en nuestras rutinas diarias, incluido el importante trabajo del Partido, no comprendimos la urgencia y el potencial de esta huelga masiva. No pensamos en ello lo suficiente como para hacer las conexiones. Los miembros y los colectivos no tomaron la iniciativa de abrir discusiones o involucrar a nuestros amigos en escribir y distribuir folletos, o hacer más.
Comencemos a corregir estos errores discutiendo este artículo con amigos, familiares y compañeros de trabajo. Estas huelgas pueden extenderse. Los maestros de Oklahoma se están preparando para el 2 de abril. Kentucky puede ser el próximo. Nosotros debemos estar preparados, también.
Mineros del Carbón West Virginia, 1921