EE.UU. – El 14 de marzo, Trump promocionará sus recortes de impuestos corporativos en la planta de Boeing en St. Louis. El gerente general de Boeing, Muillenberg, dijo que los recortes son “una de las mejores cosas que ha sucedido en los últimos meses”. La compañía obtendrá una ganancia inesperada de miles de millones.
La mayoría se usará para continuar una gigantesca recompra de acciones de Boeing, los ejecutivos recibirán millones de dólares. Los trabajadores no están contentos.
El departamento de relaciones públicas de la compañía ideó un plan para darle una imagen bonita a la noticia. Están poniendo a votación “sugerencias sobre cómo invertir $100 millones [de los recortes] para el desarrollo de la fuerza laboral”. Los miembros y amigos del Partido no pudieron encontrar un solo trabajador que admitiera haber participado.
Por otro lado, los cuadros del Partido y sus amigos en la fábrica están discutiendo el “desarrollo de la fuerza laboral” en el comunismo.
Los patrones quieren que elijamos entre cuatro opciones. Las primeras tres se refieren a habilidades técnicas para el avance individual. El último entrenamiento administrativo es abiertamente lavado de cerebro capitalista.
Comenzamos contrastando esto con el objetivo del desarrollo comunista de la fuerza laboral. Nuestro objetivo es desarrollar liderazgo político comunista en el corazón de la fábrica, no limitarla a habilidades técnicas.
“¿Cómo hacer eso?”, preguntó un obrero de Boeing quien es distribuidor de Bandera Roja. “Aquí, a las personas les lavan el cerebro para avanzar individualmente, no colectivamente”.
Acordamos que necesitaremos muchos organizadores comunistas. Muchos se forjarán en la lucha política para crear relaciones de producción comunistas. Pero primero necesitaremos una revolución.
Debemos enfocarnos en desarrollar esos organizadores comunistas ahora. Estos organizadores, particularmente en la industria, necesitan saber cómo funcionarán las fábricas comunistas para garantizar el éxito de la sociedad comunista. La política del desarrollo de la fuerza laboral comunista es clave para esta comprensión.
Durante la Revolución Cultural China, hubo muchos intentos de fusionar tareas de rendimiento con tareas administrativas. No tenían clases separadas para administrar. ¡No salarios más altos! El lema era para la administración masiva.
En el comunismo, no serán los gerentes y el personal técnico los cuales se diferencien de los productores inmediatos y toman decisiones sobre qué producir, la asignación de tareas y la naturaleza de la producción. Nadie será asignado a un solo sector. El Partido movilizará a los trabajadores para tomar control de cada aspecto de la producción.
Sin embargo, no ignoraremos las habilidades técnicas. Cambiaremos la naturaleza de la innovación técnica colocándola en las manos de los trabajadores.
Esto requerirá una nueva forma de educar. Los colectivos de trabajadores en las fábricas más avanzadas durante la Revolución Cultural decidieron, basándose en las necesidades del colectivo y no en ascender al personal laboral, quién recibiría capacitación especializada. Aquellos que recibieron tal entrenamiento eran integrados inmediatamente a las unidades de trabajo.
El conocimiento científico será puesto en manos de los trabajadores, lo que les permitirá transformar personalmente. El objetivo es una nueva organización social de investigación científica y tecnológica.
La lucha política para que los trabajadores organicen la producción para servir a la clase trabajadora internacional creará la unidad, ayudando a romper la segregación basada en “raza”, genero y nacionalidad. Los intereses individuales y de las unidades de producción se subordinarán a los intereses de los trabajadores del mundo.
La apropiación de esta ideología comunista por las masas ayudará a responder las dudas de nuestro amigo en Boeing. Las normas sociales del comportamiento cambiarán.
Al final, la Revolución Cultural no ganó esta batalla. Luchaban bajo un sistema socialista. El socialismo mantiene los salarios, lo que inevitablemente conduce a una mayor desigualdad.
Inmediatamente eliminaremos los salarios en el comunismo, dándonos una clara ventaja. La clase trabajadora proporcionará lo que necesitamos, lo que ahora tenemos que comprar con los salarios. Aun así, enfrentaremos una lucha política significativa para reemplazar las meras “unidades de producción” (es decir, las empresas) con unidades políticas interrelacionadas que también produzcan bienes materiales.
Alentamos a nuestra base a probar estas ideas con sus amigos. Sus experiencias ayudarán a desarrollar los organizadores que necesitamos y deben llenar las páginas de Bandera Roja.
¡Hacemos un llamado para un Primero de Mayo comunista! “Desarrollo de la fuerza laboral comunista en las fábricas comunistas” será uno de nuestros lemas organizativos. Así es como responderemos a las bravatas de Trump y los votos de Muillenberg.