Comenzó con una preocupante nota diciendo que no había mención de algún evento para el Día de la Juventud, que conmemora el día en que los jóvenes en Sudáfrica se levantaron contra el apartheid. Normalmente hay eventos en todo el país en este día. Pero este año solo se mencionó un evento que iba a tener lugar en Johannesburgo en un lugar llamado Soweto, donde comenzó el levantamiento masivo en 1976-1977.
Mi colectivo y yo no sabíamos dónde íbamos a atacar a estos capitalistas. Queríamos ir a un lugar donde las masas estarían, ya que los buitres capitalistas usan a su favor este día en el cual los estudiantes murieron. Convirtieron este día en un día para reclutar a la clase trabajadora a sus partidos políticos capitalistas.
Entonces recordé que alguien de un grupo político llamado AD (Alianza Democrática, un partido electoral) se me acercó para que ingresara a su partido. Me invitó a talleres, mítines, reuniones, etc. Me envió una invitación para un evento que tendría lugar en las áreas del norte (conocidas como áreas de “color, mezcla de blancos y negros) para el Día de la Juventud.
Luego le informé a mi colectivo. La mayoría de ellos acaban de conseguir empleos y no pueden permitirse el lujo de quedarse sin empleo, ya que todavía vivimos en un mundo capitalista. Luego tuvimos que pensar más. Recordamos que tenemos otros compañeros que están en el colectivo pero que no son tan activos como quisieran, debido a sus empleos y otras tareas.
No podíamos simplemente sentarnos y no hacer nada en este día cuando los estudiantes perdieron la vida y muchos otros se lesionaron luchando por lo que creían. Me dolía el corazón pensar que estuvieran dispuestos a hacer ese sacrificio solo por un cambio de idioma. Lucharon contra ser obligados a que se les ensañara en afrikaans, el idioma de los gobernantes del apartheid.
¿Por qué no estaríamos dispuestos a hacerlo por el cambio al comunismo, que cambiaría las vidas de millones en todo el mundo?
El lugar al que íbamos era conocido por su gangsterismo (pandillerismo), por asesinatos y robos. Llevé 5 camaradas conmigo. Llegamos a tiempo. Cuando fui a saludar al organizador que me había invitado a mi y mis camaradas, algunos de los cuales llevaban puestas nuestras camisetas del PCOI, su cara mostró enojo.
Pero procedimos a involucrarnos con las masas, distribuyendo Bandera Roja a cualquiera que estuviera dispuesto a escuchar. Algunos estaban abiertos a nuestras ideas. Algunos se mostraron reacios a hablar con nosotros, ya que pertenecen al partido político DA.
Habiendo yo conocido el área, aconsejé a los camaradas que dejaran cualquier cosa de valor en casa: anillos, relojes, teléfonos celulares, billeteras, etc. Íbamos de salida cuando se nos acercaron 4 matones, 2 con pistolas y dos que procedieron a registrarnos.
Yo había sido víctima de tal crimen más de una vez. Esto me hizo enojar mucho. Yo tomé represalias. Traté de defender a mis camaradas halándolos detrás de mí, gritándoles a los culpables y llamando a la policía que estaban cerca, a solo unos pasos de nosotros.
¿Que hicieron? Nada.
Mientras empujaba a uno de los pandilleros, recibí una bofetada en la cara, lo que me detuvo por un segundo. Las preguntas todavía están resonando en mi cabeza. ¿No nos ayudó la policía simplemente por nuestras camisetas o porque éramos negros en un área de personas de “color”? En todo caso, esto nos ha llevado a los compañeros a la conclusión de que la policía sirve a los patrones en todo momento y que solo el comunismo puede terminar y detendrá dichos ataques. La clase trabajadora construirá nuestro Ejército Rojo. Durante la revolución comunista y en el comunismo, enfrentaremos todos y cada uno de los ataques racistas y fascistas contra nuestra clase con el poder obrero comunista masivo.
Distribuimos alrededor de 160 Bandera Roja y conseguimos 16 contactos a los cuales todos daremos seguimiento. Un hombre de unos 50 años de edad tenía muchas preguntas sobre el periódico y el PCOI. Le explicamos que es un periódico comunista escrito por comunistas en Sudáfrica y en todo el mundo. Cuando preguntó qué le estamos prometiendo a la gente, explicamos que en el comunismo las masas decidirán colectivamente lo que todos necesitamos y lo producirán y distribuirán.
El crimen no nos detendrá de hacer nuestro trabajo. Pelearemos y moriremos por lo que queremos: una sociedad comunista.