La Lucha para el Comunismo Requiere de la Unidad de la Clase Obrera
Soy una camarada de México, trabajo en cuestiones ambientales.
El trabajo me permite pasar con alrededor de 5 compañeros masculinos, en comunidades rurales por casi 14 días seguidos. Soy la coordinadora del grupo y también manejo por turnos.
Por la formación “profesional” de los compañeros, las condiciones son casi ideales, es decir, se convive con ideas ambientalistas y entre menos uso de la tecnología y el vivir en ambientes “naturales” es mejor.
La dinámica del trabajo no me permitía analizar las cuestiones sexistas en el trabajo. Por ejemplo.
En una ocasión comíamos, al pasar la jarra y no poder ubicar la tapa de forma correcta para servir agua, un compañero dijo, por eso no te has casado, no eres mujer porque no sabes servir agua, los demás se rieron. Al terminar la comida, dije que deberíamos lavar los trastes, un compañero mencionó, eso no lo haremos, ¿le pregunte por qué?, dijo que para eso estaba la mujer que nos había brindado la comida.
En una cocina económica, el servicio brindado es por hombres, los compañeros indican inconformidades a los trabajadores como: no quiero popote, quiero un vaso de vidrio no de unicel, porque no cambian las bolsas de plástico por papel, si le falta sabor a la comida, lo mencionan. Después llegamos a otro lugar donde las personas que prestan el servicio son mujeres, ellas se desviven por atender al cliente. Al salir de aquel lugar, dijeron, en este lugar atienden muy bien, entonces les respondí, ahora entiendo, a ustedes les gusta el servilismo, se molestaron.
En la toma de decisiones los consulto, si no estoy de acuerdo, expongo el por qué, la plática llega a discusión, uno de ellos dice que soy una potranca bronca por que no accedo a lo que dicen.
Para el aseo en casa, no se toma la iniciativa de limpiar, a propósito, deje algunos días para ver si alguien tomaba iniciativa, no lo hicieron, después platicamos y acordamos quien limpiaría que.
En otra ocasión, se necesitaba arreglar un material, (Era una red de alambre grueso para colectar insectos) ninguno de ellos lo hacía, cuando trate de hacerlo uno dijo: yo lo hago, le respondí, no, yo puedo hacerlo, él contesto, puedes hacerlo, pero lo harás mal, me molesté y le respondí, papá me enseñó y lo haré.
Una vez se mencionó del porque no me he casado, indicaron que si no lo hago me quedaré sola y a vestir santos, mencionaron que en sus comunidades una mujer a la edad de 15 años ya es casada.
Puedo enunciar más ejemplos, pero quiero hacer una autocrítica, fui grosera y violenta al responder a los compañeros. No había analizado la situación hasta que en una reunión internacional lo entendí.
Sé que el arraigo cultural trae infinidad de conductas sexistas en mujeres como en hombres, sino se analizan de forma dialéctica estas ocasionan conflictos entre compañeros de trabajo, sé que de forma espontánea no se entenderán ni cambiarían si no se hacen observaciones a ellas.
Algunos compañeros del trabajo saben que soy Comunista, sé que a veces quisiera exigir comportamientos no sexistas a los compañeros y no tenerlos yo, pero el ritmo del trabajo nos hace enajenarnos, dejando pasar acciones no correctas, cuando lo primario debe ser el desarrollo político de cada persona.
Como comunistas, hombres o mujeres, debemos estar atentos a este tipo de comportamientos a veces casi imperceptibles, solo así podemos agudizar la lucha y desenmascarar al capitalismo.
Han existido muchas prácticas colectivas en la toma de decisiones y acciones, ha sido un buen ejercicio para vivir en colectivo y saber que solo en las colectivas los avances personales y grupales son posibles. No son comunistas, pero los trato como comunistas y la exigencia es doble, es decir teoría y práctica. Menciono que con uno de ellos hemos iniciado círculos de estudio.
En nuestra lucha contra el sexismo, la colectividad y el análisis dialectico de la misma permitirá entender y cambiar comportamientos e ideas para hacer posible nuestra sociedad Comunista. Únete al PCOI.