Crisis en Filipinas Refleja los Conflictos entre imperialistas

Los Obreros y Obreras Filipinas Necesitan el Comunismo

 Manila, Islas Filipinas Julio del 2018—Mujeres protestan contra el gobierno sexista, fascista de Duterte

SANTA MONICA (EE. UU.), 16 de febrero: “Todos los patrones, en China, EE. UU. y Filipinas, son enemigos de los trabajadores. No exigimos que nuestro enemigo respete nuestros derechos humanos. Organizamos para deshacernos de ellos y para construir un sistema basado en la necesidad humana”.

Una camarada dijo esto en una reciente reunión de la iglesia acerca de una campaña internacional por los derechos humanos en Filipinas. Los organizadores proporcionaron tarjetas postales para enviar al Congreso, instando a que se suspenda la ayuda financiera de EE. UU. al ejército de Filipinas. Nuestros camaradas participaron en discusiones fructíferas y de gran alcance e intercambiaron información de contacto con dos jóvenes activistas.

Creciente Resistencia al Fascismo

La permanente crisis en Filipinas significa que las masas ya no pueden vivir como antes.

El desempleo masivo y las dificultades económicas hacen que aproximadamente el 10% de los filipinos trabajen en el extranjero. Esto incluye un millón en Arabia Saudita, cientos de miles en el Medio Oriente, 2.3 millones en los Estados Unidos. Un millón de ellos son indocumentados.

El gobierno filipino ha alentado esta migración durante cuarenta años. El objetivo de esta política es, en parte, el dinero que los obreros migrantes envían a sus hogares y, en parte, para evitar conflictos civiles.

Mientras tanto, los narcotraficantes y las pandillas atacan a las comunidades más pobres. La respuesta del gobierno ha sido brutales asesinatos oficiales y semioficiales. El presidente Duterte asumió el cargo en julio de 2016 prometiendo matar a los traficantes de drogas. Desde entonces, más de 23,000 personas han sido asesinadas en su “guerra contra las drogas”.

Duterte ha respondido a las protestas masivas contra sus escuadrones de la muerte con una represión continua. Al menos 540 personas están encarceladas como presos políticos.

Al mismo tiempo, guerrillas se organizan en la isla sureña de Mindanao. La ley marcial fue declarada en el otoño 2017. Más de 400,000 residentes fueron evacuados por la fuerza. El Frente Democrático Nacional de Filipinas espera conversaciones de paz con el gobierno, pero el consultor de paz Randy Malayao fue asesinado en enero en un obvio intento de intimidar y aplastar toda resistencia.

Trump ha llamado a Filipinas “la pieza más importante de bienes raíces desde un punto de vista militar”.

España colonizó las Islas Filipinas en los años 1500. Cuatrocientos años después, España era una potencia en declive y EE. UU. estaba en asenso. En la guerra contra España (1898), EE. UU. derrotó España como también a un movimiento independentista insurgente. Se tomó Filipinas como una colonia estadounidense.

Los politiqueros estadounidenses en ese entonces se referían a la posición estratégica de Filipinas cerca de China y su rico potencial para la agricultura, materias primas y minerales.

Las Filipinas fueron ocupadas por Japón durante la Segunda Guerra Mundial. Un movimiento de resistencia liderado por comunistas, el Hukbalahap, combatió a los japoneses. Continuó la lucha contra el colonialismo de EE.UU. después de la guerra. EE.UU. le otorgó la independencia a Filipinas en 1947 y durante la Guerra Fría firmó un Tratado de Defensa Mutua con el gobierno filipino en 1951. Continuó apoyando la guerra del gobierno contra los Huks.

Ahora EE. UU. Es una potencia en declive, frente a una China rival en asenso. Esta competencia es especialmente intensa en el Mar de China Meridional. Recientemente, China intentó bloquear los esfuerzos de Filipinas para reparar instalaciones estratégicas en la isla Thitu, una isla reclamada por Filipinas. Estas reparaciones son financiadas con cientos de millones de dólares de EE.UU.

Por el otro lado, hay evidencia de que el gobierno de Duterte quiere minimizar sus riegos. Un ejemplo es que el Secretario de Defensa de Filipinas pidió en diciembre de 2018 una revisión del tratado de 1951. Otro es el viaje de Duterte a China en 2016, donde le prometieron $24 mil millones en ayuda y contratos comerciales.

Como dijo la camarada, todos los capitalistas son enemigos de los trabajadores. Y como un volante del Partido distribuido en este evento concluyó:

A medida que ambos, EE.UU. y China, aumenten sus preparativos militares, Filipinas, debido a su ubicación estratégica, inevitablemente se verá envuelta en el conflicto. El capitalismo es un sistema de perro-come-perro, donde los imperialistas rivales compiten constantemente por los mercados, recursos y mano de obra para maximizar sus ganancias. Esto conduce inevitablemente a crisis, guerras y guerra mundial.

A medida que avanzan sus planes bélicos, atacan cada vez más a las masas. Al mismo tiempo, promueven el patriotismo para tratar de ganarnos a matar y morir por sus imperios y ganancias.

La guerra que necesitamos es para deshacernos del capitalismo y construir el comunismo, un sistema basado no en asesinatos en masa para beneficio de unos pocos, sino en la unidad de la clase obrera para producir colectivamente para satisfacer nuestras necesidades. Un mundo sin dinero, mercados, ganancias o competencia. Un mundo comunista donde vivamos mutuamente como una familia global eliminará todas las guerras.

Los trabajadores en Filipinas, China y EE. UU., tenemos la misma necesidad de acabar con este sistema asesino. ¡Únanse al Partido Comunista Obrero Internacional para luchar por ese mundo!

Primera página de esta edición

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