Sudáfrica: Comemorando la Huelga Minera de Marikana del 2012

Mineros Comunistas Organizan en Sudáfrica

SUDÁFRICA — El 16 de agosto de 2012, la policía del gobierno del Congreso Nacional Africano (CNA) asesinó a 34 de nuestros hermanos de clase, mineros en huelga en Marikana, a sangre fría. Nunca debemos olvidar quién fue el responsable de esto.

En lugar de rendir cuentas por sus crímenes, los responsables han sido recompensados con altos cargos públicos. Ordenaron la ejecución de los trabajadores a plena luz del día.

Hace ocho años, Ramaphosa, el actual presidente de Sudáfrica, era un ciudadano cualquiera. Era director de Lonmin Mine cuando los mineros organizaron una huelga masiva. Los directores le ordenaron a la policía del gobierno del CNA que dispararan contra los mineros.

En la década de 1980, Ramaphosa fundó el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, uno de los sindicatos mineros más antiguos de aquí. Era organizador del CNA en el sector minero. Cuando el CNA fue legalizado en la década de 1990, Ramaphosa ocupó una de sus cargos más poderosos. Ayudó a negociar el acuerdo de Sudáfrica bajo el gobierno minoritario del gobierno del apartheid, manteniendo intacto el gobierno capitalista.

Ramaphosa dejó la política después de 1994 porque Mandela nombró a Mbeki, y no a él, como presidente. Entró en el sector privado donde amasó su fortuna y se convirtió en un explotador multimillonario.

Podemos ver en esto la alianza macabra entre el sector privado y el gobierno y su explotación de los trabajadores.

Los obreros de Marikana le mostraron a la clase trabajadora internacional que debemos permanecer firmes frente a la injusticia. No estaban mendigando, sino peleando, cuando exigieron un salario de 12.000 rands ($700.00) al mes. Pero hasta hoy día no reciben ese salario.

Los mineros arriesgan sus vidas todos los días por una bagatela. Bajando a las profundidades de la tierra. Hemos visto de primera mano las condiciones en las que viven los mineros: chozas sin saneamiento, sin agua potable ni electricidad. Sin embargo, se espera que dejen a sus familias y se sacrifiquen por las ganancias de los patrones.

Toda la clase obrera necesita luchar violentamente contra esto. Necesitamos unir a nuestra familia de la clase obrera para resistir violentamente la naturaleza explotadora del sistema capitalista. Debemos erradicar el capitalismo y construir el comunismo.

Podemos aprender de lo sucedido en Marikana que cuando luchamos por reforma, los líderes de estas luchas reformistas siempre terminan siendo los únicos beneficiados. Es oportunismo. Una vez que logran lo quieren se olvidan de la clase trabajadora.

Cuando luchamos por salarios más altos, las cadenas que nos atan a los patrones, esas batallas son inútiles. En cambio, debemos luchar para liberarnos de las cadenas de la esclavitud asalariada. Los obreros de Marikana lucharon heroicamente contra los patrones, pero fueron instados a luchar solo para reformar sus cadenas. Nosotros, como PCOI, luchamos para romper esas cadenas, para acabar con el sistema salarial. Esa es la principal lección que podemos extraer de lo que sucedió allí.

Al conmemorar el heroísmo de los mineros en Marikana, debemos recordar nuestras responsabilidades. Necesitamos organizar nuestro Partido. Tenemos una línea avanzada, que puede dar liderazgo a la clase trabajadora internacional. Luchamos activamente para establecer más células del PCOI en todo el mundo.

Tendremos éxito. Debemos superar las divisiones que fomentan los patrones entre nuestros hermanos y hermanas de clase: especialmente el sexismo y el racismo. Son resultados del capitalismo contra los cuales debemos luchar activamente. Pero no debemos desviarnos de nuestra tarea principal de eliminar el capitalismo.

Necesitamos luchar contra la enfermedad en su conjunto, el estado capitalista. Una vez que seamos capaces de aplastar al estado capitalista, el racismo y el sexismo sencillamente no desaparecerán. Aún tendremos que luchar contra ellos, pero luego tendremos una base sólida para poder eliminarlos.

En el sector minero, hemos visto el trato sexista de las mujeres en los túneles bajo tierra. Hay muchos casos documentados de abuso. Les hemos dado Bandera Roja a algunas trabajadoras mineras.

Nos alientan los esfuerzos del PCOI en la lucha por unificar a la clase obrera internacional. Necesitamos hacer más trabajo. Pero vamos por buen camino. El único Partido que se está posicionando para derrotar al capitalismo es nuestro Partido. Invitamos activamente a estos obreros a que se unan a nuestra causa porque pueden aportar energía y acelerar la caída del capitalismo.

Primera página de esta edición

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