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La Negación: El corazón de la dialéctica materialista
La palabra “revolución” tiene diferentes significados en diferentes escenarios. Las aspas de un ventilador giran a tantas “revoluciones” por minuto. Las “revoluciones” sociales se dan cuando una clase social toma el poder derrocando violentamente a la clase social dominante. Es similar con “negación”. En el materialismo dialéctico, significa algo que ocurre en un proceso continuo.
Cuando una planta produce semillas y muere, es una especie de negación. Esta negación tiene dos aspectos. Las semillas que se producen son nuevas, pero la planta es destruida. Algo viejo se ha ido y algo nuevo es el resultado. Eso es lo que significa la negación dialéctica: la destrucción o el rechazo de algo que existe y la creación de algo nuevo.
En una vida de crecimiento, la mayoría de las células del cuerpo de una persona son negadas. Mueren y son reemplazadas por otras nuevas. Al final de su libro El Capital, Marx escribió que el modo de producción capitalista produce su propia negación. Es decir, la clase obrera destruye el capitalismo y crea el comunismo para reemplazarlo.
La negación generalmente ocurre una y otra vez en el desarrollo de un proceso o sistema. El cambio histórico no es un proceso suave y gradual, sino una serie de negaciones, grandes o pequeñas, que crean nuevas situaciones. ¿Qué sucede después de dos negaciones?
Dado que cada negación destruye algo y también produce algo nuevo, una segunda negación tiene lugar en una situación diferente a la primera, por lo que produce una situación diferente, aunque esta sea similar a la que ocurrió antes. La historia no va en círculos, incluso cuando situaciones similares ocurren de nuevo.
El resultado de una nueva serie de asesinatos policiales racistas (una negación) no es exactamente como la última, aunque los polítiqueros digan las mismas cosas otra vez. Los levantamientos masivos sobre el asesinato de George Floyd por todo EE.UU. lo demuestran claramente.
Marx describió el auge del capitalismo como una negación, ya que la propiedad de las masas de campesinos y productores de artesanía les fue arrebatada por los capitalistas. La segunda negación, en la que la clase obrera destruye a la clase capitalista, no nos llevará de vuelta a la pequeña agricultura y la artesanía, sino hacia el comunismo. En el caso de la planta que murió, las semillas pueden producir una nueva planta que es similar a la antigua, pero también es diferente en algunos aspectos.
Sobre la Negación: Una Respuesta
El artículo anterior establece que “la negación en el proceso no necesariamente sigue un proceso lineal y gradual, se caracteriza por una serie de grandes o pequeñas negaciones”. También dice que “el modo de producción capitalista produce su propia negación. Es decir, la clase obrera destruye el capitalismo y crea el comunismo para reemplazarlo”.
Parece que haber un componente mecánico en esta afirmación. Por ejemplo, el proceso de una planta ejemplifica mejor la negación dialéctica. Pero con una planta se puede observar todo el proceso de su desarrollo de una manera que es diferente del proceso del desarrollo del capitalismo.
Dado que las negaciones dialécticas no suceden de manera gradual o lineal, parece que la afirmación “el capitalismo se niega hacia el comunismo” me parece demasiado determinista. Da la impresión de que este proceso ocurrirá por sí solo como algo natural.
Las contradicciones del capitalismo y el “modo de producción capitalista producirán su propia negación”. Pero no debe suponerse que los nuevos modos de producción serán comunistas. Solo pueden ser comunistas si un partido comunista – por y para las masas, uno que lucha activamente por el comunismo – triunfa y domina sobre las ruinas del capitalismo.
Decir que el capitalismo se negará hacia el comunismo como si esto fuera un hecho, ignora potencialmente el papel activo que tienen que jugar el partido y los organizadores comunistas. Tenemos que asegurarnos de que lo que emerge de las ruinas capitalistas (negación) es una sociedad comunista con un modo de producción comunista.
Quizás entonces la afirmación pueda calificarse algo así: “El modo de producción capitalista produce su propia negación. Es decir, la clase obrera destruye el capitalismo y crea el comunismo, solo cuando la clase obrera es dirigida por un partido que lucha activamente por la creación de una sociedad comunista con modos de producción comunistas”.
Camarada en Sudáfrica
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