Articulo aquí ♦ Tributo a la Camarada Bai aquí ♦
“Pueda que me esté muriendo, pero quiero ver a estos especuladores enterrados vivos”
INDIA, 9 de mayo- “Por un lado, el acaparamiento, el aprovechamiento de un público vulnerable, la avaricia por de llenarse los bolsillos y el acaparamiento de necesidades vitales”, escribió un amigo aquí. “Por el otro, la humanidad extendiendo sus brazos abiertos, ayudando, auxiliando, dando”.
Un grupo decidido de camaradas del PCOI EN Delhi – que lucharon contra los pogromos anti-musulmanes, que participaron en las rebeliones de Shahin Bagh y en las manifestaciones de los granjeros en Punjab, que ayudaron a las masas de trabajadores inmigrantes huyendo de las ciudades – entraron en acción. Ahora todas las familias en la India tienen varios miembros con coronavirus, y muchos están muriendo.
El oxígeno ha desaparecido juntamente con los medicamentos antivirales. Los hospitales han dejado de admitir pacientes. Por todas partes se ven escenas horribles de pacientes boqueando.
El grupo de camaradas del PCOI ha disminuido conforme miembros de sus familias se han enfermado gravemente. Sin embargo, los camaradas que quedan han tomado más responsabilidad. Inmediatamente se pusieron en contacto con los camaradas en el sur del país que también se enfrentan a condiciones críticas.
Los camaradas crearon un cartel titulado “Rompe la cadena” (en referencia al coronavirus) de la Pandemia, Ganancias, Guerra, Sexismo, Casta y Fascismo. Pidieron a los trabajadores unirse al Partido Comunista Obrero Internacional, el único Partido que puede romper esa cadena mediante la revolución comunista. Hacían un llamamiento a las masas para que leyeran y organizaran Bandera Roja.
El reverso del cartel pedía a la gente que no entrara en pánico. Mostraba técnicas básicas para mejorar los niveles de oxígeno. Practicamos las técnicas de respiración con las familias. También dijimos que, cuando sea posible, debiéramos apoderarnos de los tanques de oxígeno y ponerlos a disposición de las personas necesitadas. Nos animaron varios Gurudwaras (templos) en los que las familias sijs han puesto en marcha el Langar de Oxígeno para compartir gratuitamente el oxígeno con las masas. Desanimamos a la gente para que no acudan a los hospitales, los cuales están repletos, y donde se enfrentan a policías y administradores de hospitales despiadados. Proporcionamos consuelo y apoyo a muchas familias que visitamos todos los días.
La respuesta de nuestros vecinos fue abrumadora. Llamar a la puerta de un vecino que podría estar gravemente enfermo o moribundo y ofrecerle nuestro volante fue desafiante y reconfortante. Un vecino dijo, con una voz apenas audible, “puede que me esté muriendo, pero quiero ver a estos especuladores enterrados vivos”. Pasábamos tiempo de calidad con los vecinos. Algunos estaban inconsolables. Estábamos allí para ellos.
Siempre ofrecíamos nuestro cartel y la literatura. Nuestros carteles se convirtieron en la vida de las masas. La desesperanza se convirtió en ira contra los patrones. El fascista Modi y sus matones del RSS eran el blanco de su ira. En nuestros tres colectivos de la India, distribuimos, y seguimos distribuyendo, nuestra literatura en varios idiomas. Todos están escritos a mano y producidos en masa porque no tenemos acceso a equipos lujosos.
Nuestros camaradas y vecinos de Bengaluru dieron un sincero mensaje de apoyo y solidaridad a la camarada Bai. Esto fue sólo el principio, ya que cada vez más vecinos han perecido.
Esta pandemia comenzó con el capitalismo codicioso y su necesidad de eliminar laboratorios en todo el mundo. Hace unos treinta años, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos cerró sus puertas en China y África y dejó de monitorear las epidemias. El cambio climático y las presiones capitalistas crearon las condiciones para las enfermedades zoonóticas (virus que saltan de los animales a los humanos).
Esto llevó a la incapacidad de detectar la epidemia en China. Aún más importante, la avaricia capitalista mundial- incluyendo EE.UU. y China- impidió que los laboratorios detectaran su propagación a tiempo. Así que el Covid-19 se convirtió en una pandemia global. Es probable que sea endémica durante un período prolongado debido al apartheid de las vacunas en el que los multimillonarios luchan por sus superganancias.
Una vez que el comunismo se establezca en todo el mundo, probablemente no habrá pandemias, ya que las masas tendrán una comprensión comunista de la ciencia y del conocimiento para controlar que no se salga de ser epidemias. Las masas erradicarán la superstición y la religión. Sin embargo, ciertamente nos enfrentaremos a desafíos de pandemias hasta que destruyamos el capitalismo.
Pandemias o guerras nucleares, nuestro Partido debe crecer numéricamente bajo estas condiciones adversas. La adaptabilidad de nuestros colectivos en la India muestra lo que se puede hacer en gran escala. Nuestras relaciones y colectivos comunistas crecerán conforme luchamos ahora por destruir el capitalismo y crear nuestro futuro comunista. Tenemos nuestra Bandera Roja y nuestros colectivos para guiarnos.
Tenemos que acabar con los patrones y su sistema de ganancias para que las masas puedan respirar. El comunismo es el oxígeno de la clase obrera.
India, uno de los mayores productores de medicamentos del mundo, enfrenta escasez y carece de vacunas adecuadas. El multimillonario Adar Poonawalla, director ejecutivo del Serum Institute de India, se quejó de que “no estaba obteniendo super ganancias “. Otro multimillonario, Devendra Jain, es el dueño de las plantas de oxígeno más grandes de la India. Está ocupado embolsándose super ganancias mientras las masas mueren. Sumándose a la miseria de los trabajadores, la fundación Gates tiene control absoluto sobre la propiedad intelectual (PI) que impide la producción de vacunas. La administración de Biden ofreció una falsa exención de propiedad intelectual, solo para renegar de las negociaciones “basadas en texto” para obtener más ganancias mientras miles mueren cada día. La pandemia ha arrojado por debajo del nivel de pobreza a 230 millones de personas más en la India.
¡POR SIEMPRE CAMARADA BAI! ¡EL COMUNISMO PREVALECERÁ!
BENGALURU (India), 30 de abril: Gangabai, conocida por muchos como Bai, ya no existe. Bai llegó a Bengaluru desde el lejano estado de Bihar. Ella vino a poder mantener a su familia empobrecida hace unos 20 años trabajando en las numerosas tiendas de ropa de Bengaluru. La gente habla un idioma diferente en Bihar, comen alimentos diferentes. Pero 20 años de vivir en Bengaluru la cambiaron y cambiaron a las personas que la rodeaban.
Cuando se dio cuenta de que tenía dificultad para respirar, todas las personas de su vecindario acudieron a cuidarla. El cariño y el amor que recibió le dejaron una impresión duradera. Mientras jadeaba por aire, la gente la consolaba, sentían lo que ella estaba sintiendo. Puso una sonrisa indeleble en su rostro en el momento de su muerte y la gente lloró por Bai. Todo un tributo a una frágil mujer que hizo de Bengaluru su hogar, aprendió un idioma diferente y se convirtió en parte de la comunidad.
Bai no fue a los hospitales para enfrentar la ignominia de patrones despiadados que le negarían el oxígeno, los medicamentos y la humillarían. Ella eligió estar con los camaradas hasta el final. Le dieron todo lo que tenían. Sobre todo, le dieron dignidad.
Su muerte nos dice que el sistema de ganancias que priva a las masas de la vida se está quedando sin vida. Su muerte nos dice que el odio a los horrores del sistema de ganancias debe canalizarse para romper con la esclavitud asalariada y aplastarla en el olvido. Su muerte conlleva una ira sin precedentes, una agonía de las masas. Su muerte nos recuerda que esos crímenes asesinos que nos inflige el capitalismo no serán perdonados ni olvidados. Su muerte es el comienzo de un proceso de revolución comunista.
Su funeral será dirigido por nuestros camaradas mañana Primero de Mayo de 2021. Bai no sabía su edad. La gente de las aldeas en esos tiempos no registraba estos eventos. Con lágrimas en los ojos nos despedimos de nuestra camarada caída y llevamos nuestro mensaje cada vez con más fuerza de que el comunismo debe prevalecer y prevalecerá.