Cayendo en el Hoyo del Conejo Otra Vez
CALIFORNIA (EE. UU.), 6 de diciembre: un grupo de trabajo de nueve miembros de UC Berkeley está proponiendo un plan de reparaciones “en una escala que es la más grande desde la Reconstrucción”, según un miembro del grupo de trabajo, el profesor Jovan Scott Lewis. El grupo de trabajo está considerando la idea de $ 200,000 o más para cada residente negro de California que pueda demostrar descendencia directa de una persona esclavizada en los EE. UU.
No lo gastes todavía. Lewis dice que el informe tendrá “muchas opciones” porque sabe que la Legislatura estatal nunca proporcionará ese dinero. Recordemos que las personas anteriormente esclavizadas nunca obtuvieron los «40 acres y una mula» prometidos durante la Reconstrucción.
Mientras tanto, estas promesas son tremendamente divisivas. No se trata solo de que estén calculados para despertar el resentimiento entre los californianos que no son negros. Los negros cuyos antepasados fueron esclavizados en el Caribe o América Latina, o que emigraron de África, no recibirán ni un centavo.
Ellos también han sufrido la “discriminación en la vivienda, el encarcelamiento masivo, las incautaciones injustas de propiedades, la devaluación de las empresas negras y la atención médica” que el panel reconoce como legados del capitalismo racista.
¡Que sorpresa! El panel no menciona el capitalismo.
Los capitalistas crearon el sistema estadounidense de esclavitud racista. El capitalismo estadounidense surgió del robo de las tierras indígenas y la esclavización de los africanos. Así es como los gobernantes originales acumularon el capital para el comercio y la manufactura que les permitió explotar a sus primos más pobres y a otros inmigrantes de todo el mundo.
El robo de tierras, cuerpos y la plusvalía de la mano de obra de los obreros representan el 100% de la riqueza de los Estados Unidos. Si nos metemos en la madriguera del conejo (callejón sin salida) de las reparaciones, ¿cómo sería posible calcular qué se le debe a quién? No lo sería.
El único camino por seguir es la revolución comunista para abolir la propiedad privada y tomar el control colectivo de los productos de nuestro trabajo y el de nuestros antepasados.
El comunismo abolirá el «intercambio» capitalista y lo reemplazará con «compartir». Producción para uso (no para venta) significa que los bienes y servicios que producimos y realizamos no tendrán etiquetas de precio. No habrá dinero (ni tarjetas de crédito ni bitcoins). No habrá riqueza, y tampoco pobreza.
Para ganar y construir una sociedad que satisfaga colectivamente las necesidades de todos, necesitamos superar urgentemente todas las divisiones que el capitalismo crea entre nosotros. Eso significa una fuerte lucha de clases comunista para derrotar el racismo y sus primos: xenofobia, nacionalismo, islamofobia, castismo, colorismo y más.
Sí, existe una gran brecha entre los recursos disponibles para los hogares negros, hispanos y blancos. Las políticas de la clase dominante crearon esta “brecha de riqueza” racista intencionalmente. Por ejemplo, el “GI Bill (Ley del Soldado)” después de la Segunda Guerra Mundial proporcionó préstamos hipotecarios sin pago inicial para veteranos blancos, pero no para veteranos negros. La construcción de autopistas en California se centró en los vecindarios negros para la «renovación urbana».
La “brecha de riqueza” racial es real. Pero para ver el cuadro completo, necesitamos mirar la intersección de raza y clase.
El Instituto Brookings, un grupo de expertos capitalista, informó que el patrimonio neto ($171,000) de una familia blanca “típica” en 2016 era casi diez veces mayor que el de una familia negra ($17,150). ¡Pero el informe no menciona que el patrimonio neto del 0.1% de la población (que representa a los ricos) era 100 veces mayor que el de la «familia blanca típica»! Y el del 0.001% de la población (que representa a los superricos) es casi 100 veces mayor que el de los ricos en el 0.1%.
El terror y las mentiras racistas han mantenido dividida a la clase trabajadora y han permitido que la clase capitalista mantenga el poder.
Ningún pago en efectivo puede compensar la vida de un ser querido, ni los secuestros y la separación familiar de la esclavitud. El dolor y la ira de la esclavitud y el racismo exigen una transformación comunista revolucionaria, no un pago en efectivo.
Los trabajadores y jóvenes negros en los EE. UU., y otros trabajadores industriales, soldados y marineros, son clave para que esto suceda.
Todos los lectores de Bandera Roja, especialmente los miembros del Partido deben construir y fortalecer relaciones comunistas que nos permitan luchar con éxito contra todas las desviaciones y divisiones del capitalismo.
Lee nuestro Panfleto:
Para poner fin al racismo: Movilizar Las Masas al Comunismo