Sudáfrica: Las Colectivas Comunistas Crecen

El Comunismo Da Esperanza A Soldado Rojo aquí ♦ Y Todo es Gracias a Las Reuniones aquí ♦ La Clase Trabajadora Crea Todo aquí ♦ ¿Cómo Puede el Comunismo Acabar con la Delincuencia? aquí ♦

El Comunismo Da Esperanzas A Soldado Rojo

SUDÁFRICA, 17 de junio- “Llevo más de 10 años en el ejército”, dijo un soldado de Johannesburgo. “Sigo viviendo en una casa subvencionada por el gobierno. Al final del día, tengo hambre. No tengo carne en el refrigerador. Hay miles de soldados como yo. Y los capitalistas me dan armas para disparar a los mineros. No puedo hacerlo”.

Cogió cincuenta ejemplares de Bandera Roja para repartirlos entre los soldados.

Días después, un camarada del PCOI le preguntó: “¿Qué tal la reunión con tus compañeros?”. El soldado respondió: “Fue fantástica. Algunos soldados están muy interesados en Bandera Roja. Tengo más confianza en el PCOI y me considero miembro”.

Pronto este soldado rojo se reunió con otros miembros del PCOI. Le dieron una calurosa bienvenida. Conoce a muchos trabajadores industriales y los traerá a ellos y otros soldados a las reuniones.

“Dame otro montón de Bandera Roja, me voy a otra unidad”, dijo. Le impresionaron mucho los artículos de la India. Quiere una copia del folleto del PCOI ‘Soldados, Marineros, Infantes de Marina: Cruciales para Una Revolución Obrera Comunista’.

“El PCOI es el camino”, dijo con confianza. “Mis soldados estarán con nosotros. La gente como yo había perdido la esperanza, pero ahora yo la tengo. Quiero darles esperanzas a otros”.

Y Todo es Gracias a las Reuniones

Estas reuniones nos han enseñado mucho sobre el racismo y el sexismo y cómo los capitalistas se benefician de la miseria de los trabajadores. Necesitamos el comunismo para cambiarlo.

Sé que el cambio está por llegar. No es fácil, pero la gente está harta del sistema.

Realmente necesitamos transformaciones e información como ésta para tener una mentalidad distinta, que nos lleve a cambiar vidas, a vivir mejor.

Me encanta el cambio de mentalidad. Ser comunista me sienta bien. Es que nunca supe que tenía el corazón de un comunista.

Estoy dispuesta a aprender y a ser capaz de compartir. Tengo una gran manera de comunicarme con los demás para ganármelos. El PCOI nos está dando un mensaje muy poderoso a todos.

Estoy dispuesta a aprender y a ponerlo en práctica lo mejor que pueda.

-Nueva camarada en Sudáfrica

La Clase Trabajadora Crea Todo

GQEBERHA (Sudáfrica), 8 de junio- “Me preguntaba por qué el PCOI pone tanto énfasis en la clase obrera y los trabajadores industriales”, dijo un nuevo camarada. “Ahora que estamos discutiéndolo, lo entiendo. Los trabajadores lo crean todo, ¡totalmente!”

“Sí, los trabajadores lo crean todo”, continuó otro camarada. “No necesitamos patrones. El capitalismo tiene trabajadores en Asia que fabrican zapatos tenis y trabajadores de la costura confección en El Salvador. Pero todos estos trabajadores ni siquiera pueden comprar las cosas que fabrican”.

En reuniones anteriores, hablamos de un futuro comunista, de una sociedad sin dinero. Hicimos hincapié en la importancia de Bandera Roja tanto en el reclutamiento de trabajadores como en el desarrollo de nuevos y viejos camaradas. Cuando los camaradas dejan de usar Bandera Roja, retroceden en su desarrollo y comprensión del comunismo.

Por lo tanto, en esta reunión leímos colectivamente Bandera Roja, en particular sobre el artículo de la Inflación en la página 2. Este analiza el tema del dinero en el capitalismo y propone la sociedad comunista sin dinero como solución a los problemas del capitalismo.

Un camarada leyó el artículo párrafo por párrafo. Hicimos paradas intermedias para que los camaradas comentaran, explicaran, ampliaran y preguntaran. Hablamos de cómo el capitalismo y su sociedad basada en la moneda engendra inherentemente inflación.

La inflación es el aumento de los precios a lo largo del tiempo, especialmente de los precios de los bienes de consumo. El artículo lo explica como “un robo… que reduce el poder adquisitivo de los trabajadores causando hambruna y obligando a los trabajadores pagar por la crisis del capitalismo”.

Para los capitalistas, los salarios de los trabajadores no son más que costos necesarios de producción. Los patronos mantienen los salarios lo más bajo posible para maximizar sus ganancias. Reemplazan a los obreros si eso significa maximizar sus ganancias sin preocuparse de cómo esto afectará a esos obreros (y a la gente que ellos alimentan). El artículo dice: “el dinero y la explotación definen la producción capitalista”.

Esto resultó especialmente interesante para los camaradas.

Los camaradas explicaron que la explotación de los obreros no es una cuestión moral. Es un proceso objetivo del capitalismo. Por ejemplo, 100 obreros de Volkswagen producen 100 coches por hora, 8 horas al día. El valor monetario medio de un coche es de 300.000 rupias (3 mil 600 dólares). Esos obreros cobrarán el valor monetario de 2-5 coches. El resto del valor que crean se lo roban los patrones.

Un camarada relativamente nuevo comentó que eso es cierto porque “donde yo trabajaba en el transporte por camión (logística) la empresa ganaba R2 millones (24 mil millones en dólares) en un viaje de camión. Tenía cientos de camiones. Pero a todos los choferes que recorren distancias largas no les pagan ni la mitad de esa cantidad a final de mes”.

Esta explotación ocurre en todas partes del mundo, todos los días. Son los trabajadores los que crean todo, no el dinero ni los capitalistas. Este fue el tema de nuestra reunión.

El dinero y el imperialismo van juntos. La rivalidad imperialista está en todas partes causando penurias a los obreros. En Sudáfrica los trabajadores no pueden comprar pan y alimentos en general debido a la guerra imperialista en Ucrania. Como resultado, los camaradas están siendo despedidos. La guerra de divisas está causando estragos en la clase obrera. Los productos importados de Sudáfrica son caros mientras que las exportaciones son relativamente baratas con respecto al dólar. Esto perjudica a los trabajadores de aquí, que no pueden comprar cosas”.

Otro camarada señaló que “todas estas cosas están interconectadas”. “Debemos hacer hincapié en la interconexión porque la inflación en Europa, y las guerras allí, a menudo llevan a que las cosas empeoren aún más aquí. No debemos pensar que porque algo ocurra en Europa no nos afecta”.

La reunión dejó a la gente con ganas de más. Hicimos planes para la próxima y los nuevos camaradas prometieron volver y mantenerse en contacto.

Parte de ser miembro del partido es asistir a reuniones con discusiones como ésta. Podemos hacer que sean entendibles, no aburridas. Deben estar enraizadas en la experiencia de la vida cotidiana, y podemos aprender las lecciones.

Bandera Roja es absolutamente clave. Debemos animarnos unos a otros a leerlo y distribuirlo masivamente en las industrias.

¿Cómo Puede el Comunismo Acabar con la Delincuencia?

GQEBERHA (Sudáfrica), 11 de junio- Nuestra lectura colectiva de un artículo de la India desencadenó un animado debate sobre esta pregunta. En él describían a mujeres deportistas que fueron brutalmente agredidas por la policía tras ser objeto de abusos sexuales por parte de Brij Bushin Singh, miembro destacado del fascista BJP.

“¿Cómo pensamos lidiar con gente como Brij Bushin Singh y otros criminales en una sociedad comunista?”, preguntó un camarada. “En el capitalismo, construyen cárceles para hacer dinero y explotan a algunos presos como trabajadores no remunerados”.

Otro camarada respondió: “No tendremos delincuencia en una sociedad comunista porque no tendremos dinero. Si no tenemos dinero, no habrá ninguna razón para delinquir”.

“En una sociedad comunista la mayoría de nosotros seremos comunistas, pero no todos serán 100% comunistas”, replicó otra nueva camarada. “¿Cómo nos lidiaremos con esos, si cometen delitos y otros actos egoístas?”, preguntó ella.

“Hay razones por las cuales la gente comete delitos: desempleo, pobreza, ideología capitalista”, respondió otro. “Tendremos que mantener una lucha continua. Por ejemplo, en la Unión Soviética tenían programas en los que reeducaban a los delincuentes y los ganaban para el socialismo. La mayoría acababa contribuyendo positivamente después de cierta lucha con ellos”.

“Tendremos que hacer algo parecido y ganarlos para el comunismo educándolos. A los que cometen delitos atroces tendremos que eliminarlos permanentemente”, concluyó.

Esta idea de eliminar a quienes cometen delitos violentos no es tan radical como parece, comentó un camarada. “Incluso ahora hay pena de muerte en el capitalismo. Incluso en nuestras comunidades y municipios cuando se descubre que alguien ha cometido un crimen atroz como violar a un niño, la comunidad recurre a menudo a matar a ese individuo, sabiendo que la policía es inútil.”

No necesitaremos policía bajo el comunismo porque la policía está ahí para proteger la propiedad privada y a los capitalistas.

“En el comunismo, la comunidad y los colectivos serán responsables de su propia seguridad. Hemos visto incluso ahora cuando la comunidad junta toma una posición, a menudo reducen estos actos criminales chicos”, añadió un camarada. “Imagínense toda Sudáfrica bajo el comunismo con esta perspectiva”.

Un camarada señaló que no podemos esperar hasta después de la revolución. Dijo: “Ahora tenemos delincuencia y nos afecta, ¿qué podemos hacer?”.
Otro camarada respondió: “Ahora somos pocos, pero si usamos Bandera Roja para movilizar donde vivimos y ganamos a la comunidad al comunismo y al PCOI, entonces podremos colectivamente lidiar con la delincuencia y los delincuentes.

“Sí”, coincidió otro. “Debemos ganar a las masas a nuestro Partido. Incluso podemos reclutar a algunos de los policías porque crecimos con algunos de ellos, viven en nuestros barrios. Si somos lo suficiente numéricos podemos hacerles frente a los delincuentes. Parte del trabajo podría hacerse incluso en la clandestinidad. Nos ganaremos a la gente cuando empecemos a hacerlo de verdad”.

Sin embargo, es Bandera Roja y hablar y luchar por el comunismo lo que hará avanzar la lucha. Debemos usarlo para ganar a la comunidad y a la clase obrera donde vivimos.

Primera página de esta edición

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