Lucha Contra El Sexismo y El Racismo En Las Fuerzas Armadas De EE. UU.

Lucha Contra el Sexismo en el Ejército de EE. UU. aquí ♦ Seis Triple Ocho aquí ♦


Veteranos del 6888 marchando, Birmingham, Alabama, 1945

Lucha Contra el Sexismo en el Ejército de EE. UU.

“La desigualdad salarial entre soldados hombres y mujeres, el trauma sexual, la violación: saben que está sucediendo, pero no les importa”, dijo la camarada Ana, una veterana militar. Ella y yo formamos parte de un colectivo que organiza el trabajo militar del PCOI.

Comparamos su experiencia militar como mujer con mi experiencia militar como hombre. Acordamos que es nuestra responsabilidad como comunistas discutir estos temas entre los militares que están sirviendo ahora, tal como lo hicimos cuando estábamos en servicio activo.

Debemos luchar contra todas las prácticas sexistas dentro y fuera del ejército. Para tener éxito en una revolución comunista, necesitamos organizar estratégicamente a los obreros de la industria básica, a los jóvenes y a los soldados. Eso requerirá la unidad de hombres y mujeres.

Ana se familiarizó con la política comunista después de servir en el ejército. Había presenciado de primera mano las duras realidades que las mujeres en el ejército de los EE. UU. han soportado durante mucho tiempo.

Dijo que tuvo que trabajar el doble para demostrar cuanto valía en una estructura de rangos extremadamente competitiva que no reconocía la fuerte ética laboral de una mujer. No obstante, pudo ganarse el respeto genuino de un amigo masculino.

En medio de este ambiente opresivo y sexista, ella dijo que encontró camaradería con algunos «buenos hombres que son realmente raros». En el espacio de trabajo que compartían, «éramos iguales». Esto indica el potencial del PCOI para organizar relaciones sociales y políticas con y entre soldados hombres y mujeres en las entrañas de la bestia. Un ejército tiene todos los requisitos básicos para construir camaradería entre un grupo diverso de soldados.

Yo era comunista cuando ingresé al ejército para organizar. Durante mi servicio activo, el sexismo se convirtió en un punto de discordia incluso cuando no había mujeres soldados entre mi grupo de amigos étnicamente diversos. Tenía soldados blancos, negros y latinos, todos hombres. Nuestras relaciones sociales tenían límites claros entre hombres y mujeres.

En 2022, el 82,5% del personal militar de EE. UU. eran hombres y el 17,5%, mujeres. Estas son las condiciones que experimentamos Ana y yo. Crean las mismas contradicciones que enfrentan hoy los hombres y las mujeres en el ejército.

Entre mis compañeros soldados, las ideas sexistas de la sociedad surgieron en actitudes sexistas contra las que tuve que luchar. Mi compañero de cuarto en el cuartel siempre hacía comentarios sexistas muy deliberados contra las mujeres de nuestro cuartel y las mujeres con las que salía. Recuerdo claramente que me opuse a sus opiniones sobre las mujeres. Le llamé la atención cuando estábamos solos. Le expliqué que esas mujeres son de nuestra propia clase trabajadora; son hermanas de clase.

Siempre se crea una tensión extraña cuando un hombre llama la atención a otro hombre por sus actitudes sexistas. Pero lo que viene después es una comprensión más profunda de la relación que se está construyendo. No es una discusión; es una lucha. Esta lucha necesita desesperadamente ocurrir entre los hombres en el ejército. Mi forma de hablar de manera amistosa, pero con principios contra el lenguaje sexista cambió la atmósfera en el cuartel donde vivíamos al lado de las mujeres soldados.

Como soldado comunista, una de mis principales misiones era construir una base política fuerte con mis compañeros de batalla. Pude distribuir nuestra literatura comunista a estos compañeros, y tres viajaron a Washington, DC para nuestra marcha anual del Primero de Mayo.

Imaginémonos si Ana y yo hubiéramos trabajado en la misma unidad. Seríamos una fuerza organizadora comunista imparable. El capitalismo ya crea, inevitablemente, las condiciones sexistas y opresivas contra las que siempre debemos luchar. El PCOI tiene experiencia multigeneracional de organizar en el ejército. Esto es esencial para construir una revolución comunista.

Y solo se puede lograr con la solidaridad internacional de hombres y mujeres. Debemos aumentar el reclutamiento de estudiantes de secundaria, familiares y todos los hombres y mujeres militares para reconstruir nuestro Ejército Rojo internacional. Espero con ansias el trabajo que Ana y yo haremos con otros camaradas del Partido para construir nuestro colectivo militar a nivel internacional.

—Veterano Rojo

Lee Nuestro Folleto:

“La Lucha Comunista Contra El Sexismo” Aquí

«Para derrotar el Racismo, Movilicemos a las Masas para el Comunismo» Aquí

Seis Triple Ocho: Una Historia De Triunfo y Un Llamado a Reclutar Soldados Rojos

La Seis Triple Ocho es una película histórica. Narra el Batallón del Directorio Postal Central 6888 durante la 2ª Guerra Mundial. Cuenta la historia no contada del primer batallón compuesto exclusivamente por mujeres negras en el ejército de los EE. UU. Su misión vital era restaurar la moral en lo soldados mediante la limpieza de cantidades masivas de cartas correo no entregadas a las tropas estadounidenses en Europa.

Capta la resiliencia, el ingenio y la unidad de estas mujeres. También plantea preguntas más amplias sobre el valor del trabajo, la lucha por la igualdad y el potencial de la acción colectiva en la construcción de un mundo comunista.

Desde una perspectiva de un comunista negro, Seis Triple Ocho destaca una contradicción en el corazón de su servicio militar. Estas mujeres lograron grandes logros bajo un sistema que devaluó su humanidad. Lucharon por el reconocimiento y el respeto dentro de la maquinaria bélica imperialista. Incluso aun cuando esa maquinaria exigía su lealtad, se negó a otorgarles plena igualdad.

Las mujeres tuvieron que demostrar cuanto valían a sus superiores masculinos blancos. Esos hombres a menudo las toleraban, pero nunca las respetaban verdaderamente. Esto refleja las luchas más amplias de los trabajadores y soldados de todos los orígenes dentro del sistema capitalista.

La capitana Charity Adams es retratada con sutileza y con fuerza. Encarna el llamado a liderazgo y visión. Se negó a aceptar las limitaciones que se le impusieron. Eso, más de su capacidad para inspirar y liderar su batallón, muestra cómo organizar y unificar a los trabajadores contra la opresión. Los ejércitos imperialistas todavía están influenciados por el sexismo, la xenofobia y el racismo sistémico. El liderazgo de Adams nos recuerda que la verdadera representación significa desafiar lo que parece normal para construir un futuro mejor.

Las películas de guerra se han utilizado como propaganda para el «uno por ciento». Pero desafiamos a los espectadores a considerar el arduo trabajo que muestran las mujeres en la película.

¿Qué tal si trabajo no fuera utilizado para sobrevivir bajo el capitalismo, sino para la creación de un nuevo mundo? ¿Qué podrían lograr los talentos y la determinación de estas mujeres, y otras como ellas, en una sociedad comunista que valora a todos los trabajadores por igual? ¿Que rechaza las divisiones basadas en la «raza», el sexo o el origen nacional?

No nos dejemos convencer por la propaganda bélica de esta película. En cambio, la clase obrera debería criticar los sistemas a los que estas mujeres sirvieron. Los ejércitos y gobiernos imperialistas a menudo cooptan las narrativas de los grupos marginados.

Celebran sus contribuciones mientras continúan practicando la explotación y la división. Hoy, estos mismos sistemas impulsan ideologías xenófobas y fascistas para enfrentar a los trabajadores entre sí a través de las fronteras.

Para lograr que peleen contra los chinos, los sirios, los palestinos o quien sea, necesitan que ese racismo, sexismo y xenofobia aseguren su dominio. Seis Triple Ocho destaca cómo las mujeres soldadas negras rompieron barreras. Pero sus logros también subrayan la necesidad de una revolución comunista que incluya a los trabajadores de todos los colores.

La Dedicación Colectiva Puede Hacer lo Imposible

Incluso bajo la disciplina militar capitalista, estas mujeres soldadas negras pudieron inspirar a otros soldados a hacer lo «imposible». ¡Eso es admirable!

Imaginémonos lo que podemos lograr con el amor y la camaradería de las relaciones comunistas. Con la participación plena de todos los soldados para analizar los problemas de manera colectiva y luego acordar un plan que se lleve a cabo juntos. Para honrar el legado del Batallón 6888, debemos movilizarnos por algo más que victorias simbólicas. Su historia sirve como un grito de guerra para que los trabajadores de todas las “razas”, géneros y orígenes nacionales se unan contra los sistemas que prosperan con la división. La valentía y el ingenio que demostraron estas mujeres al completar su misión son las mismas cualidades necesarias para construir un Ejército Rojo internacional.

—Camarada negro en EE. UU.

Lee Nuestro Folleto:

“Soldados, Marineros, Marines: Cruciales para la Revolución Comunista” Aquí

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