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Los Presos en el Frente de la Tormenta de Fuegos de California
LOS ÁNGELES, 12 de enero— “Mi primo estuvo en un campamento de bomberos en 2009 cuando tenía 18 años y estaba encarcelado. ¿Crees que las masas están conscientes de que California ha estado utilizando mano de obra penitenciaria para combatir los incendios?”, preguntó un camarada a otro. Distribuían volantes en una tienda de comestibles y hablaban con los trabajadores sobre la tormenta de fuego actual.
“No creo que la gran mayoría de las masas estén conscientes de esta explotación”, respondió.
Las llamas están envolviendo el Sur de California a niveles históricos. Han destruido más de doce mil estructuras y amenazado las vidas de cientos de miles de personas.
Esta tormenta de fuego ha expuesto nuestra vulnerabilidad masiva a los desastres inducidos por el clima capitalista. También ha expuesto la explotación racista de muchos trabajadores que luchan contra estos incendios. Muchos de los que están en el frente, casi mil, son presos que participan en el programa de campamento de bomberos del Departamento de Correcciones.
Estos reclusos que se ofrecen como voluntarios arriesgan sus vidas por salarios que van desde apenas 16 a 74 centavos de dólares la hora. Hacen menos de 10 dólares al día. Los presos que combaten los incendios tienen cuatro veces más probabilidades de sufrir lesiones que los bomberos profesionales. Sin embargo, se les trata como mano de obra barata en lugar de como individuos valiosos que merecen reconocimiento por su valentía.
Es más, al cumplir sus condenas enfrentan grandes barreras para conseguir empleos a pesar de su experiencia. Han sido entrenados por bomberos en habilidades que requieren inmenso coraje, disciplina y trabajo en equipo. Pero estas a menudo no se traducen en oportunidades profesionales debido a su condición de delincuentes convictos.
¡Qué hipocresía capitalista! Los EE. UU. ha juramentado como presidente a un delincuente convicto (Trump). Entonces, ¿por qué un exprisionero no puede convertirse en bombero?
El Capitalismo ha Fracasado: Necesitamos El Comunismo
Esta explotación subraya los fallos sistémicos de un Estado capitalista que valora las ganancias por encima de las personas. Esto deja a las comunidades vulnerables y a los encarcelados cargan con el peso de una crisis evitable. Cuando estalló el incendio de Hughes, que se propagó rápidamente, los alguaciles de Los Ángeles demoraron horas antes de comenzar a evacuar a miles de prisioneros encarcelados en las cercanías.
Estos incendios podrían haberse evitado o minimizado si hace meses se hubieran asignado recursos y mano de obra para limpiar la maleza, mantener las líneas eléctricas y otras medidas.
Sin embargo, la infraestructura capitalista prioriza las ganancias sobre la prevención. Asegura que la fuerza laboral se despliegue de manera reactiva en lugar de proactiva. En lugar de invertir en soluciones sostenibles, nos quedamos lidiando con desastres evitables año tras año.
Un mundo comunista se guiará por principios de equidad y bienestar comunitario. La mano de obra se asignará no solo para combatir los incendios, sino para prevenirlos. Aquellos que cometan actos antisociales contribuirán a la sociedad de maneras que aprendan habilidades útiles y fomenten la rehabilitación. En cambio, el capitalismo perpetúa los ciclos de explotación.
Los trabajadores de todo el mundo están despertando a la realidad de que NOSOTROS somos todo lo que tenemos. Luchemos por una sociedad que valore la vida humana y elimine las ganancias. Un mundo que invierta en prevención, rehabilitación y bienestar colectivo. Podemos construir un mundo mejor, uno en el que nos cuidemos unos a otros y nos aseguremos de que nadie se quede atrás.
De las cenizas de este sistema fallido, levantémonos juntos y construyamos una sociedad comunista basada en la lucha y la solidaridad.
Encarcelamiento Masivo Racista: Un Rasgo del Capitalismo en Declive DE EE.UU.
En 1972, los gobernantes de EE. UU. encarcelaban a menos de 300,000 personas en sus prisiones y cárceles. Hoy en día los encarcelados son casi dos millones, un poco menos de los 2.3 millones en 2008. Los EE. UU. tiene el mayor número de encarcelados en el mundo.
Una cuarta parte de estos prisioneros son latinos. Los prisioneros negros y blancos representan cada uno alrededor del 30%. Eso en un país donde los latinos son el 19% de la población, los negros son el 14% y los blancos son el 59%. Los indígenas de EE. UU. y de Alaska son encarcelados a tasas casi tan altas como los trabajadores negros.
Y sólo uno entre un millón de presos es rico. Las cárceles, como todo en el capitalismo, utilizan el racismo para atacar a toda la clase obrera.
El auge de construcción prisiones comenzó en la década de 1970. El poderío de EE. UU. empezó a decaer mundialmente después de su derrota en Vietnam y el embargo petrolero de la OPEP. En las décadas de 1980 y 1990 esa construcción se aceleró. Las fábricas en EE. UU. empezaron a clausurar. El desempleo masivo devastó las comunidades obreras. La clase dominante recordó las rebeliones de trabajadores, soldados y marineros lideradas por negros en los años 1960. Adoptó la estrategia de “martillo y piedra”.
La “piedra” era el crac (cocaína), introducida en las ciudades. El “martillo” era una “guerra contra las drogas” que se centraba en detener a sus usuarios. Las fuerzas policiales de las grandes ciudades, agresivamente racistas, se centraron en los barrios marginales negros y latinos. La policía racista corrupta incriminó a los jóvenes negros y latinos. Los delincuentes no violentos fueron encarcelados. Las leyes de “tres strikes” significaron sentencias de prisión más largas, la construcción masiva de prisiones y una tremenda expansión del trabajo penitenciario.
Solo California construyó veinte nuevas prisiones durante este período. Ahora están gravemente superpobladas. Un número cada vez mayor de hombres y muchachos específicamente negros y latinos, están atrapados en el sistema penitenciario. Una salida es ingresar a un equipo de bomberos.
Después de la Guerra Civil, el abolicionista blanco Owen Brown, hijo de John Brown, se mudó a Pasadena y luego a Altadena. Muchos allí lo celebraron como el último participante sobreviviente de la incursión de Harper’s Ferry. Siguió activo a su manera, incluso contratando trabajadores chinos para protestar contra la racista Ley de Exclusión de los chinos. Se congregaron multitudes a su funeral. Su tumba en Altadena atrajo un flujo constante de peregrinos, hasta el presente.
Ucrania a Los Ángeles: Los Capitalistas Utilizan a Los Presos para Luchar por los Ricos
Gracias por el Excelente Reportaje sobre los incendios de Los Ángeles.
Soy una refugiada ucraniana en Inglaterra. Llegué aquí a través de Polonia después de la guerra. Al principio, mucha gente nos dio la bienvenida, pero cuando se acabó el subsidio del gobierno, tuve que encontrar una casa que alquilar y un trabajo. Con mi inglés limitado, comencé a ver cómo Inglaterra fue construida como una institución racista.
Inglaterra tiene la población carcelaria más alta de Europa occidental. Mientras la población minoritaria (no blanca) constituye el 14% de la población, estos conforman más del 25% de los prisioneros. He visto a los gobernantes de ambos partidos usar tácticas fascistas para reprimir a las minorías. Y soy de Kiev, una persona que ha visto de primera mano la brutalidad de la policía y las turbas fascistas.
¡No debería sorprender que el primer ministro Starmer de Inglaterra y el presidente Zelensky de Ucrania hayan firmado una garantía de seguridad de 100 años para Ucrania! Es una broma de mal gusto. Mientras que el Reino Unido ataca a los trabajadores de la salud, creando condiciones inhabitables para la clase trabajadora y las minorías, ¡quieren defender a Ucrania!
Ucrania, por el otro lado, está utilizando prisioneros para suplir su ejército. Y es por eso que te escribo: cuando vi que en Los Ángeles están utilizando prisioneros para apagar los incendios. No solo eso, sino que también me sorprendió ver que ganan mucho menos que un salario minímo.
Tanto en Ucrania como en Los Ángeles, están utilizando prisioneros para pelear por las personas más ricas. Zelensky tiene lujosas villas en Italia y otras ciudades europeas. Y está enviando a la clase trabajadora a luchar por los súper ricos.
Estoy empezando a ver lo valioso que es BR. Lucha para destruir a los capitalistas ricos. En Ucrania, me lavaron el cerebro para pensar que el comunismo arruinó a Ucrania. Fue el capitalismo el que arruinó las vidas de las masas.
Quiero saludar sus esfuerzos en Los Ángeles. Soy solidaria. El objetivo del comunismo por el que Uds. abogan es admirable. Por favor, sigan enviándome la Bandera Roja. Siempre se la muestro a muchos inmigrantes que viven en mi área.
—Lectora en el Reino Unido
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“Para Ponerle Fin Al Racismo: Movilicemos a Las Masas Para El Comunismo” Aquí