La Lucha Contra El Fascismo Requiere La Unidad Comunista Antirracista

 Washington, D.C., abril de 2025: Estudiantes de Howard (una universidad tradicionalmente afroamericana) establecieron un campamento pro-Palestina.

Reflexionando Sobre la Ausencia de Trabajadores Negros el 5 de Abril

«¿Qué harás este fin de semana?», preguntó mi hermana.

«Voy a la manifestación Manos Fuera de Nuestros Derechos», dije, sacando un montón de Bandera Roja. «Estamos movilizando a la gente, repartiéndolos».

Arqueó las cejas. «¿Seguro que es buena idea? Puede que no sea seguro para la gente negra».

No era primera vez que tenía esta conversación. «Entiendo, esto es más grande que un grupo o una protesta. Organizo a trabajadores; negros, blancos, morenos, inmigrantes, ciudadanos. A todos. Si me quedo al margen porque es arriesgado, ¿qué significa para la gente que no puede asistir?».

Las protestas del 5 de abril despertaron sentimientos complejos y válidos entre los trabajadores negros.

Muchos de nosotros no votamos por Trump. Luchamos por nuestros derechos mucho antes de que su nombre llegara a los titulares. Así que, cuando las fuerzas del Partido Demócrata organizan estas manifestaciones bajo el lema de «defender la democracia», trabajadores negros se preguntan: ¿Dónde estaba esta energía cuando nos mataba la policía? ¿Cuándo nos despojaron de nuestras viviendas? ¿Cuándo nos cerraron los puestos sindicales?

Algunos optaron por no participar, no porque no les importe, sino porque ya han visto esta película. Los medios capitalistas siempre se han apresurado a retratar a los manifestantes negros como «violentos», «agresivos» o «una amenaza para la seguridad pública». Incluso cuando somos pacíficos, cuando marchamos junto a otros. Con la creciente militarización de la policía y el temor a la ley marcial, no puedo culpar a nadie por quedarse en casa. Sobrevivir también es una decisión política.

Una camarada negra me dijo: «Yo no participaré. Quiero ver si estos trabajadores blancos realmente van a aparecer cuando el racismo también esté en juego».

Es cierto. La solidaridad se pone a prueba cuando se trazan líneas raciales. ¿Marcharán las mismas personas que corean «¡Manos fuera de nuestros derechos!» cuando un trabajador negro es atacado? ¿Aparecerán cuando no se trate solo de derechos reproductivos, trans o laborales en general, sino de las formas específicas en que las personas negras experimentan la violencia estatal, la explotación económica y el abandono político?

Su decisión de no protestar fue una exigencia. Fue un reto. Uno que creo que todos debemos afrontar. Aun así, participé, no como una voz más para proteger nuestros derechos, sino como un organizador comunista que quiere ganar a trabajadores, estudiantes y soldadxs a nuestro lado. No porque crea que ya hemos construido la unidad multirracial que necesitamos, sino porque no lo hemos hecho.

La lucha de clases a través de líneas raciales en EE. UU. sí existe. Eso lo que le da a nuestro partido la confianza de que las masas pueden derrotar a este sistema divisivo.

Ya hemos construido esa unidad en nuestro partido, sabemos que es posible. Pero no es suficiente. Precisamente por eso voy.

El capitalismo prospera con la división. El fascismo se alimenta del miedo. Pero los trabajadores —trabajadores unidos— pueden arrasarlo todo y construir algo nuevo en su lugar.

Así es como funciona nuestro partido. Otra camarada negra mayor se sorprendió al oír que en redes sociales se decía que nuestros ancestros decían que nos quedáramos en casa.

«Hemos aprendido de ellos», dijo. «Pero hoy podemos ver más allá de lo que vieron. Podemos ver la posibilidad de una revolución comunista. Yo estaría ahí hablando de eso si aún pudiera estar físicamente».

Por eso llevo Bandera Roja. No solo por mí, sino por cada camarada que no puede estar presente. Por cada trabajador, estudiante y persona que se pregunta cómo podemos cambiar este sistema capitalista.

No seremos libres hasta que todos lo seamos. Y no lo lograremos a menos que nos movilicemos, superando las diferencias, para construir un PCOI masivo.

—Camarada en Los Ángeles (EE. UU)

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