La Oposición Masiva al Fascismo de Trump Abre la Puerta a la Movilización Comunista
30 de enero – Más de cuatro millones de personas se manifestaron el 21 de enero contra el presidente de EE.UU., Donald Trump. Marcharon con pancartas en ciudades, pequeñas y grandes, en cada estado de EE.UU. y en otros 81 países. Dirigidas por mujeres, las manifestaciones también incluyeron a muchos hombres.
Cuando las masas están así en movimiento, las puertas se abren para la organización comunista. En Los Ángeles, los camaradas distribuimos 2,500 copias de Bandera Roja – todos los que habíamos traído. Decenas de miles vieron pancartas, cartelones y banderas rojas comunistas en nuestro mitin en una esquina de la calle.
En Seattle, miles tomaron Bandera Roja, folletos contra el sexismo y folletos antirracistas (vea la página 8). Decenas dieron sus nombres para ser contactados. En Oakland y San Diego, los camaradas distribuyeron cientos de nuestros periódicos – todos los que tenían.
Estábamos limitados sólo por las fuerzas que teníamos en acción. Necesitamos trabajar más arduamente para movilizar a amigos que nos ayuden a hacer este trabajo.
Esta es una nueva situación. Urgentemente clama que más lectores de Bandera Roja lo distribuyan y que ingresen al Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI). Gustosamente responderemos a cualquier pregunta que tengan. Pregúntenle a cualquier camarada o contáctenos (ver recuadro abajo).
Luchemos Contra el Fascismo con la Revolución Comunista
“La manifestación fue espectacular”, comentó un amigo. “¡Me ayudó a ver que seguiremos resistiendo y luchando hasta que hagamos un cambio!”
Un chofer de autobuses de MTA en Los Ángeles, tomando como siempre sus dos copias de Bandera Roja, comentó. “Tenemos problemas serios, hermano”.
“Más de 750 mil personas se manifestaron en Los Ángeles el sábado pasado”, respondió el camarada.
“Eso es bueno, pero se necesitará mucho más que marchar”, contestó el chofer.
“Si, va a ser necesario una revolución comunista”, respondió nuestro camarada.
“Tienes razón”, dijo el chofer, “pero esas miles de personas no están pensando así”.
“Marchar es un comienzo. Actuando por sus aspiraciones los pondrá en confrontación con el gobierno. Verán que marchas, vigilias, campañas electorales no funcionan. Eventualmente optarán por nuestra alternativa, la revolución comunista”.
“Esperemos que así sea”, dijo.
Este chofer y muchos como él pueden ayudar a que esos miles piensen como revolucionarios comunistas. Nuestros camaradas deben estar en estas marchas, vigilias e incluso campañas electorales. Debemos ayudar a esos activistas a comprender la posibilidad y necesidad del comunismo.
Las células del PCOI deben organizar mítines comunistas. Los camaradas deben tomar la iniciativa de llevar nuestra literatura y pancartas a otros eventos. ¡No esperen a que alguien les diga!
No se equivoquen: este movimiento continuará. Hay protestas programadas para las próximas semanas y meses: Pro derechos de los inmigrantes. Salud para todos. No a los oleoductos de Dakota o Keystone. ¡Incluso de científicos! La “prohibición musulmana” de Trump ha provocado una tormenta de protestas (vea la página 12).
Las organizaciones del Partido Demócrata están trabajando tiempo extra para canalizar esta energía hacia el legalismo y la política electoral. Promueven la “solidaridad” patriótica en preparación para la guerra. Por ejemplo, la manifestación de la representante Judy Chu en una mezquita presentó a un hombre que ingresó al ejército estadounidense en su país natal, Afganistán. Las multitudes pro inmigrantes en el aeropuerto de Los Ángeles coreaban “EE.UU., EE.UU. “
El patriotismo multicultural de los liberales es, en todo caso, aún más peligroso que la bandera racista de Trump. Las masas están comenzando a ver que el fascismo agresivo de Trump va de la mano con sus planes para la guerra (probablemente contra China). La mayoría aún no ve que el capitalismo-imperialismo hace inevitable la guerra (véase Pág. 9). La unidad patriótica de todas las clases es en preparación para aún más matanza.
Pero aquí también hay oportunidad. Los comunistas comprendemos la necesidad de organizar dentro de los ejércitos capitalistas. Como lo hicieron los bolcheviques hace un siglo en Rusia, debemos ganar a los soldados rasos a voltear las armas, esta vez para luchar por el comunismo.
Similarmente, tenemos que organizar dentro de las organizaciones políticas de los patrones. Nuestro objetivo no es ganar posiciones de liderazgo en sus grupos. No es “moverlos hacia la izquierda”. No es usarlos como camuflaje, esperanzados que los gobernantes no nos encontrarán allí. No es para forjar un “frente unido” con nuestros enemigos de clase.
Los comunistas necesitamos estar en las organizaciones de masas lideradas por capitalistas para convertirlas en campos de batallas políticas y reclutar más comunistas.
Las Masas en Movimiento Muestran la Posibilidad de la Sociedad Comunista
“¡Todo el mundo en la Manifestación de Mujeres fue tan agradable y servicial!” Muchos vieron eso. Pero nosotros vimos más que eso. Vimos el potencial para el comunismo, a pesar de que estas marchas no estaban arraigadas en la clase obrera industrial multirracial.
“¡Imagínense lo que todas esas personas podrían hacer si pudiéramos organizar la sociedad en lugar de simplemente protestar!”, les dijo una camarada a algunos estudiantes.
Sus ojos se dilataron de par en par. “Podríamos alimentar, alojar, y vestir a todo el mundo”.
En la sociedad comunista, a veces tendremos que compartir las dificultades. En Los Ángeles, muchos manifestantes se enfrentaron a largas esperas en las calles o trenes repletos de gente. La gente hablaba, cantaba, no se desesperaba. Estaban allí por una causa común.
¡Imagínense la profundidad de la solidaridad y el compromiso cuando la causa común masiva es un mundo comunista sin fronteras dedicado a satisfacer las necesidades de todos! Los comunistas no tememos a los tiempos difíciles del fascismo y la guerra en el horizonte. Incluso hoy podemos ver el brillante futuro comunista por delante. Pero necesitamos que ustedes – cada uno de ustedes – lo hagan realidad.
