El Descanso Para Choferes de MTA es un “Derecho” Que se Esfuma

El Comunismo Se Basa En Las Necesidades, No En Los “Derechos”

LOS ÁNGELES (EE. UU.) – Los obreros del transporte de MTA recibieron calurosamente un volante del PCOI acerca de la desaparición de su descanso. Muchos están enojados por este y otros ataques capitalistas. Muchos coinciden en que necesitamos un sistema que nos permita descansar, que satisfaga nuestras necesidades.

Es claro que se trata de un problema colectivo que necesita una solución colectiva. Necesitamos movilizarnos para una revolución comunista y un sistema comunista que satisfaga nuestras necesidades.

Un chofer de MTA nos dijo mientras tomaba sus dos Bandera Roja, “Las rutas toman tanto tiempo ahora que muchos choferes no tienen descanso”.

Otro explicó: “La Ley Salarial Número 9 está supuesta a garantizarles a los empleados tiempos para comer y descansar. Los obreros de MTA están exentos porque tienen un contrato sindical que especifica estos periodos, llamados tiempos de recuperación.

“A los choferes, sin embargo, no se les dice que el tiempo de recuperación asignados en las órdenes de trabajo son excusas usadas por MTA para cumplir con los requisitos de la ley. Sí, nos asignan tiempos de descanso, pero no son suficientes para que hagamos nuestro trabajo”.

No tener tiempo de recuperación significa no descansar, comer, usar el baño o hacer llamadas telefónicas importantes. No tener descanso perjudica la salud. El estrés relacionado con el trabajo y el estrés general de vivir bajo el capitalismo causan que los choferes jubilados mueran hasta diez años antes que otros jubilados.

Cuando los republicanos y los demócratas debaten sobre el cuidado de la salud, no hablan de este estrés y de la falta del control nuestro sobre nuestras vidas. Sin embargo, esto refleja la realidad de la salud obrera bajo el capitalismo.

A los obreros de MTA les es cada vez más claro, especialmente a los muchos lectores de Bandera Roja, que necesitamos un sistema diferente. Necesitamos construir una sociedad donde todos tomaremos todas las decisiones basadas en satisfacer nuestras necesidades humanas, no en ahorrar dinero o ganarlo.

El comunismo terminará con el estrés asesino que viene con la explotación. El trabajo será colectivo y divertido. No habrá jefes ni supervisores. Los trabajadores decidirán juntos qué producir y cómo, y las mejores maneras de transportar a nuestros compañeros trabajadores. Habrá mucha gente que maneje, haga reparaciones y otras muchas cosas. Nadie tendrá que trabajar sin ir al baño, comer o descansar.

La desaparición de los tiempos de recuperación ha estado sucediendo por lo menos durante diez años. “Por eso me jubilé”, explicó un chofer de MTA recientemente jubilado.

“Se está volviendo insoportable”, continuó. “El sindicato no ha hecho esfuerzo alguno para que MTA cumpla con su obligación porque la mayoría de nosotros no nos quejamos por escrito. Si los choferes presionaran al sindicato, MTA tendría eventualmente que cumplir con la ley. MTA tendría que pagarles a los choferes una hora adicional por los diez minutos de descanso no tomados y otra hora por el descanso de 30 minutos no tomado. Los choferes de trenes están peor”.

“¿Por qué los trabajadores no se quejan por escrito?”, preguntamos.

“Los supervisores los intimidan, diciendo que nos pagan por ese tiempo. Los choferes también piensan, con razón, que MTA los pondrá en una lista especial para hostigarlos hasta que renuncien o sean despedidos. Eso ocurrió con el Código Laboral 233 en el 2000.

“CL233 permite que los empleados tomen anualmente la mitad de sus días, disponibles para cuando estén enfermos, para atender las necesidades médicas de sus familias. Un chofer descubrió esto y llevó el asunto al sindicato. Estos le dijeron que habían acordado junto con MTA no revelarles CL233 a los choferes. El se los reveló. MTA hostigó a este chofer hasta despedirlo.

“Ese es el capitalismo”, dijimos. “Los trabajadores tenemos el ‘derecho’ de quejarnos, pero no podemos usar ese ‘derecho’. Tenemos todo tipo de ‘derechos’ hasta que tratamos de reclamarlos. ‘Derecho’ es un concepto desarrollado por la sociedad de clases. Son dados y quitados según el capricho de los gobernantes”.

“Ya veo”, dijo el chofer. “Necesitamos comer, sin embargo, hay que pasar una ley indicando que los patrones deben permitirnos comer. De cualquier manera, no estamos comiendo correctamente debido a todo el estrés. ¿Es así como la vida debería ser?

“No”, dijimos. “Por eso estamos organizando para destruir el capitalismo, su esclavitud asalariada y sus ‘derechos’ con una revolución comunista”.

Los seres humanos tenemos necesidades. La sociedad comunista satisfará colectivamente las necesidades de todos, sin dinero. El capitalismo es lo contrario: nuestras necesidades de alimentarnos, albergarnos, curarnos, etc., son negadas si no podemos pagar por ellas. Millones de personas en el mundo sufren hambre, desamparo o mueren prematuramente por el estrés causado por la explotación racista.

Pedimos a obreros de MTA que por años han leído Bandera Roja, y a los trabajadores en general, que ingresen al PCOI, que distribuyan el periódico a sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, y que los recluten al PCOI.

Llamamos a los trabajadores de la MTA a organizar una huelga política contra el capitalismo y por el comunismo. Tal huelga será un faro que les ilumine la ruta al comunismo a millones de personas que están en movimiento contra el racismo y fascismo de Trump y contra el capitalismo mismo.

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