Cartas, Vol 8, No 13

Construyendo una Base para el Comunismo

Cuando ingresé al Partido hace mucho, solíamos decir “Tienes que construir una base en la clase obrera”. Si bien esto era correcto hasta cierto punto, deberíamos haber dicho “construir una base en torno a las ideas comunistas”.

De lo contrario, estábamos ganando las personas a creer que podíamos mejorar el capitalismo. Ahora sabemos que solo hay una forma de hacer un mundo mejor, y es deshacerse totalmente del capitalismo y construir una sociedad comunista. Finalmente, entendemos la frase “No tenemos nada que perder excepto nuestras cadenas”.

Nuestra “base” es nuestra familia, compañeros de trabajo/ de estudio/ en el ejercito, vecinos y amigos. A veces, cuando estamos con ellos, quieren saber qué hemos estado haciendo. Hablamos de una lucha en nuestro trabajo, o vamos a una manifestación o nos unimos a obreros en una línea de piquete. Pueden hacer preguntas o preguntarse por qué hacemos estas cosas. Toman Bandera Roja, o el volante que distribuimos.

Pero realmente, deberíamos incluirlos en todas estas actividades. Y, a su vez, necesitamos entrar en sus vidas, incluso si eso significa alterar nuestros horarios o sentirnos incómodos.

Entonces podremos luchar y avanzar la relación más allá de “nosotros y ellos”. Quieren saber cómo vivimos como comunistas, en qué luchas hemos participado y cómo hemos aprendido de otros trabajadores.

Dos buenos ejemplos vienen a mi mente. Uno de ellos fue mencionado en un reciente artículo de Seattle sobre un camarada nuevo que vino con nosotros a conocer obreros agrícolas que se habían ido a la huelga cuando un compañero de trabajo murió. Hablando de comunismo con estos trabajadores nos dio la esperanza de que la clase obrera puede tomar el poder de estos asesinos racistas.

Otro fue una cena organizada por un amigo de un amigo para reunir a musulmanes y no musulmanes para comer, hablar y aprender unos de los otros. Hubo un cierto escepticismo inicialmente, pero se crearon vínculos que dieron como resultado varias barbacoas en el patio trasero donde se dieron grandes discusiones multinacionales entre los invitados.

Estas discusiones nos han demostrado que muchas personas en nuestra base (y en todo el mundo) están hartos de este sistema racista, sexista y violento. Quieren hacer cambios y han renunciado a confiar en el Partido Demócrata, sindicatos vendidos y la religión. Este es un buen momento para expandir nuestras relaciones entre la clase trabajadora. (Gente joven especialmente). Construyamos para nuestros próximos eventos de noviembre con esto en mente.

Camarada de Seattle

Sudáfrica, abril del 2017—Repartiendo Bandera Roja en los vecindarios

Compartiendo los Artículos de Bandera Roja Ayuda

Estábamos sentados con mi amigo con quien he estado luchando para unirse al Partido, recientemente, cuando recibimos la última edición de Bandera Roja. Compartimos uno con él. Mientras lo leíamos, él vio un artículo de una camarada de Estados Unidos que dice: “el comunismo es mi idea de la tierra prometida”.

Él es un firme creyente de la doctrina cristiana. Cuando leyó el artículo, lo inspiró y lo abrió. Dijo: “Este es un buen artículo. Al final del día, la tierra prometida es una sociedad donde la gente vivirá sin las cosas malas que vemos ahora”. Él siempre creyó que mi negativa / escepticismo de asistir a la iglesia con él es porque, de alguna manera, soy una persona mala o es a causa del partido o algo así.

Hablamos más profundamente después de eso. Nos contó mucho más sobre su trabajo. Trabaja en una fábrica de pan, Sasco Bread. Él dijo: “Realmente puedo ver cómo los patrones nos exprimirán todo de nosotros hasta dejarnos secos, sin vida. Trabajamos en la fábrica de ocho a diez horas al día y recibimos sólo R9-R12 (7-9 centavos de dólar EE.UU.) / hora”.

Ese dinero que reciben ni siquiera puede comprar una barra del pan que hacen. Pero hacen millares cada hora para los capitalistas. Él continuó diciendo, “Este trabajo ha tomado tanto de mi vida, hombre. Voy al trabajo a las 6 de la mañana. Vuelvo más tarde, estoy tan cansado que voy directamente a dormir y me despierto la mañana siguiente. ¡Es lo mismo otra vez! El dinero que consigo es para el transporte. ¡Me quedo literalmente con nada, nada! Todo lo que veo es la fábrica y mi habitación. No tengo vida social. En realidad, siento que el trabajo me agota física y emocionalmente”.

En el comunismo, no tendremos que trabajar largas horas porque estaremos produciendo para las necesidades de nuestra clase, no para producir ganancias. Habrá trabajo para todos y todos podrán contribuir. Los trabajadores de todo el mundo trabajan largas horas porque los capitalistas quieren obtener máximas ganancias. Reducen el número de trabajadores para no tener que pagar mucho en salarios, mientras que extienden las horas laborables. Los pocos que quedan hacen el trabajo de los despedidos.

Nuestro amigo tomó unas copias de Bandera Roja. Dijo que iba a darlas a algunos trabajadores en su lugar de trabajo. Dijo que debemos ir allí y distribuir Bandera Roja porque los obreros están airados.

Los trabajadores tienen toda la razón de estar airados. Lo que es más importante, ellos tienen toda la razón para luchar contra los capitalistas y destruir su sistema con una revolución comunista y establecer una sociedad donde no trabajen por dinero o por patrones individuales sino por sus propias necesidades.

Pongamos a Prueba las Ideas Comunistas en la Lucha Antirracista

Como dijo una carta reciente, el PCOI debe alentar a todos a ejercer liderazgo. Los miembros deben alentar a amigos que aún no son comunistas a que jueguen un papel activo, a veces de liderazgo, en respuesta al racismo en sus lugares de trabajo, unidades militares, escuelas y vecindarios.

Deben sugerirles a sus amigos que adopten una línea clasista sobre el racismo, incluso si esos amigos no están completamente convencidos de otros aspectos del comunismo. Los amigos no podrán decidir si adoptar o no una posición comunista a menos que puedan probar las ideas comunistas como la concepción marxista del racismo, entre otras cosas, aplicando esas ideas como participantes activos en la lucha de clases.

Es especialmente importante para los amigos del Partido, que están probando las ideas comunistas, que estén claros de cómo los liberales y los marxistas difieren sobre lo de raza y racismo. Según la posición liberal, el racismo es malo, por supuesto, pero es una posición natural para los blancos (o para la “raza” que está más favorablemente situada) porque a corto plazo al menos se benefician de su “privilegio de piel blanca”.

De acuerdo con la posición marxista, donde el salario, los beneficios o los “derechos” (como lo son) de las minorías oprimidas son socavados por el racismo, los blancos no pertenecientes a la clase dominante también sufren, aunque en menor medida. Es en el interés de la mayoría de los blancos oponerse al racismo. [Nota del editor: una segunda carta dirá más sobre esto.]

Si vas a ayudar a nuevos amigos del PCOI ver cómo funciona una concepción marxista del racismo y las luchas antirracistas en la práctica, necesitarás proporcionarles pruebas que los convencerán y, lo que es más importante, que puedan usar para convencer a otros que adopten esa concepción. Esa evidencia deberá provenir principalmente de las luchas por la reforma. Y, si vas a sugerir lecturas que no sean propias del PCOI, tendrán que ser de autores que no aceptan la línea de reforma y revolución del PCOI.

¿Podrías conformarte con solo ejemplos de la práctica de PCOI? Lo dudo. Mi experiencia es que otros izquierdistas, muy apropiadamente, insisten en pensar en una amplia gama de ejemplos y análisis históricos. Entonces, el PCOI debería estar preparado para recomendar lecturas que ayuden a avanzar la comprensión marxista de raza y racismo (y de géneros y sexismo) aun cuando esas lecturas también avancen otras posiciones reformistas.

Un lector anti-racista

Primera página de esta edición

 

Print Friendly, PDF & Email