El “Futuro del Trabajo” Debe ser el Comunismo

“¿Tiene que ser el comunismo?” preguntó un amigo. “¿No podría haber un capitalismo más justo donde las necesidades básicas de todos se satisfarán?”

Sí, a la primera. No a la segunda – y no nos dejemos engañar por ardides como el “ingreso Básico Universal”.

Si se satisfarán las necesidades básicas de todos, ¿quién se esclavizaría por centavos haciendo los peores empleos del capitalismo? ¿Cómo podrían los capitalistas utilizar a desesperados obreros desempleados para reducirles los salarios a todos los trabajadores? ¿Cómo podrían maximizar sus ganancias en medio de la creciente crisis de su sistema?

Eso no será un problema en el comunismo. Los seres humanos necesitamos trabajo útil. Necesitamos sentirnos conectados. Cuando nadie sea explotado, pocos escogerán holgazanear.

Los lazos sociales reemplazarán el dinero como el vínculo entre la producción y el uso. Nuestra dedicación al trabajo fluirá de nuestro sentido de responsabilidad del uno al otro.

Los trabajadores organizarán su propio trabajo para hacerlo más seguro, más limpio, más fácil. ¿Quién hará las tareas que nadie quiere hacer? Aquellos más dedicados a servir a las masas – especialmente los líderes comunistas.

La gente incrementará su confianza en la sociedad comunista que está satisfaciendo sus necesidades. Se inspirarán viendo que nadie vive mejor o peor que otros. Más se convertirán en líderes comunistas.

El Trabajo en el Comunismo y el Capitalismo

Los capitalistas estadounidenses mienten diciendo que casi llegan a “pleno empleo”. Sin embargo, se preocupan por “el futuro del trabajo”.

Un estudio reciente predijo que en 25 años casi la mitad de los trabajos de hoy habrán desaparecido. Los trabajos fabriles (“cuello azul”) y profesionales (“cuello blanco”) serán automatizados. Habrá algunos nuevos trabajos para construir y reparar las computadoras y robots, pero no muchos.

En el comunismo, nadie necesitará un “empleo” para sobrevivir y prosperar. Todos compartiremos los productos de nuestro trabajo colectivo, según la necesidad de cada cual.

Al principio habrá mucho trabajo arduo. Construiremos el comunismo en un planeta devastado por el capitalismo y sus guerras mortales. Tendremos que apoyar a nuestras hermanas y hermanos en todas partes que todavía estén luchando por el poder comunista. Pero después, cuando no tengamos que trabajar tan duro, tendremos más tiempo para otras cosas.

Más trabajadores se reunirán y estudiarán para tomar las decisiones que afectan nuestras vidas. Pasaremos tiempo fortaleciendo los vínculos sociales. Dormiremos lo suficiente y haremos ejercicio. Más de nosotros haremos investigaciones científicas. Más practicaremos las artes, artesanías y la música.

Los capitalistas no automatizan el trabajo para hacerlo menos pesado y monótono. Tienen que hacerlo para reducir el costo de sus productos para competir por una tajada más grande del mercado. Su tasa de ganancias tiende a caer, por lo tanto tienen que vender más. La competencia se agudiza. Eso conduce inevitablemente a la destrucción masiva de los medios de producción, humanos y otros – especialmente mediante guerras mundiales.

Mientras tanto, las masas de obreros desempleados no pueden comprar lo que los capitalistas tienen que vender. Los capitalistas ampliaron el crédito para facilitar sus ventas. Pero ahora muchos obreros ni siquiera pueden pagar las cuotas mínimas.

Los capitalistas también cambian de producir las necesidades básicas a cuestiones de lujo, porque a los pocos con dinero les abunda. Pero esto contribuye a agudizar las contradicciones de clases. Las masas de obreros (empleados y desempleados) luchando por sobrevivir se vuelven cada vez más furiosos.

El New York Times dedicó una revista reciente a esta crisis y a la idea de resolverla con un plan de un “Ingresos básico universal (IBU)”. En el IBU, todos reciben incondicionalmente pagos en efectivo. Proyectos pilotos han sido puestos en práctica en partes de Kenya, Finlandia, Namibia, Macao e Irán. Está en discusión en América Latina. Pueda que la Ciudad de México inscriba un IBU en su nueva constitución.

Los multimillonarios de alta tecnología estadounidenses, según el NYT, están “obsesionados con el ingreso básico… como un paliativo para la turbulencia social que sus inventos podrían crear”. Eso significa: que el desempleo masivo y la desigualdad extrema creada por la “revolución informática” podría desencadenar rebeliones e incluso revoluciones obreras.

Nosotros estamos organizando para esa revolución, con el comunismo como meta.

El “Ingreso Básico” puede aparentar ser una idea radical. No lo es.

En la India, el gobierno fascista de Modi publicó en enero un informe proponiendo reemplazar los subsidios a cuestiones esenciales como los alimentos y el combustible con un “ingreso básico universal” de cerca de 7,620 rupias (112 dólares) por persona por año.

El dinero iría directamente a los bancos, ayudando a los banqueros. Pero la tercera parte de adultos indios no tienen cuenta bancaria. No podrían conseguir “su” dinero. Y el informe admite que sería demasiado caro alzar a todos los indios por encima de la línea de la pobreza.

Este informe propuso hipócritamente dar un “ingreso básico” sólo a las mujeres. Dice que esto reconocería el trabajo no remunerado (trabajo doméstico) como una verdadera contribución social. Pero incluso una sirvienta en Calcuta gana cerca de 5000 rupias al mes, como ocho veces el “ingreso básico” propuesto.

Cuando el comunismo acabe con el trabajo asalariado, desaparecerán las distinciones entre la esclavitud asalariada y el trabajo doméstico no remunerado. La base material existirá para poner fin, en todos los aspectos de la vida, al sexismo y la división de género en el trabajo.

El gurú del mercado libre Milton Friedman difundió el IBU. El archi-racista Charles Murray propugna por ello ahora.

Murray propone donaciones de hasta $ 10,000 por año por persona (más $ 3000 para seguro de salud) para reemplazar TODOS los programas federales de bienestar social y servicios sociales y “las burocracias que los supervisan”.

Comparemos esto con el nivel oficial de la pobreza de 2016 (cerca de $ 12,000). Y más de 1/3 de la población de EE.UU. perdería la ayuda alimentaria. Como la mitad perdería algún tipo de beneficio

Los artículos del New York Times provocaron una animada discusión por correo electrónico. Un amigo escribió:

“El trabajo parece ser fundamental para la vida, de una manera que el capital no es… Para mí, ‘trabajar’ y ‘vivir’ están vinculados y no están relacionados con ‘ganarse la vida’”.

“No debemos creer,”continuó, “que uno tiene que merecer parte del acceso de la colectiva a recursos escasos [o] que las mercancías, no importa que cuesten nada en producirse, no debieran de estar disponibles a menos que se paguen por ellas”. Es decir: Cada uno debe recibir lo que necesita.

Es por eso que debemos confiar en más organizadores comunistas nuevos para movilizar a las masas para el comunismo – comenzando desde ahora, mientras nos preparamos para el 1º de Mayo.

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