Treinta y Cinco Millones en la Huelga General en Brasil

Muestran la Necesidad y Potencial de la Revolución Comunista

La mayor huelga general en una generación paralizó a Brasil el viernes 28 de abril. Treinta y cinco millones de obreros y jóvenes brasileños cerraron caminos, autopistas, aeropuertos, escuelas y muchas cosas más.

Esta era una huelga política contra los recortes masivos a los beneficios de jubilación y las restricciones a la actividad sindical. Estas políticas forman parte del plan de “austeridad” del gobierno de Temer. Se alinean con las demandas del Fondo Monetario Internacional (FMI) de que Brasil limite sus gastos.

Brasil, una potencia regional, ha estado por mucho tiempo endeudado con el FMI y el Banco Mundial, controlados por EE.UU. Brasil también es parte de los BRICS con sede en China. El banco del BRICS fue anunciado como una alternativa a la dominación del Banco Mundial y el FMI. Pero está resultando ser más de lo mismo. ¡Los trabajadores no tienen amigos entre los imperialistas o los capitalistas nacionales!

La huelga del 28 de abril tuvo lugar en medio de la repugnancia masiva a la descarada corrupción de los polítiqueros de prácticamente todos los partidos electoreros. Eso incluye a los encargados de erradicar la corrupción, los cuales son de igual de corruptos. Los politiqueros capitalistas en todas partes sirven a la clase dominante capitalista, pero en Brasil estos roban descaradamente haciéndolo.

La huelga general mostró la necesidad y el potencial de la poderosa clase obrera para ir a la ofensiva contra el propio sistema capitalista. Llamamos a los lectores de Bandera Roja en Brasil y en todas partes a organizar huelgas políticas comunistas y, cuando sea posible, la revolución comunista.

La huelga general surgió de una serie de manifestaciones en marzo que revelaron la profunda ira de las masas. El 28 de abril, las protestas sacudieron 240 ciudades, incluyendo virtualmente todos los centros urbanos más grandes de Brasil. A diferencia de la huelga general de dos días en marzo de 1989, ni el Partido de los Trabajadores ni la mayor federación sindical (CUT) tenían el control.

El liderazgo surgió principalmente de los obreros del transporte (carreteras, metros, ferrocarriles y puertos). Los obreros de las industrias metalúrgicas y químicas (incluyendo los obreros del petróleo) también salieron en masa. Se les unieron maestros, trabajadores bancarios y postales y jóvenes.

Los objetos de la ira de los trabajadores – la corrupción, ataques a las pensiones, declinante nivel de vida de los trabajadores – provienen del capitalismo. El comunismo es la única solución.

En el comunismo, no habrá dinero ni privilegios. Todo el mundo obtendrá lo que necesita y no habrá excusa para que nadie pueda vivir mejor que el resto. Todos, especialmente los líderes, participarán regularmente en la crítica y la autocrítica. Cualquier signo de corrupción será cortado de raíz.

En el comunismo, no habrá distinción alguna entre los que “trabajan” y los “jubilados”. Casi todos estarán dispuestos, serán capaces y estarán felices de contribuir con su trabajo para beneficio de las masas, de cualquier manera que puedan, durante la mayor parte de sus vidas.

Nadie sufrirá la constante monotonía de la esclavitud asalariada. Nadie será rechazado como “inútil” a cierta edad. Los trabajadores mayores no necesitarán “pensiones” porque sus necesidades serán satisfechas como las de todos.

Esperamos conquistar el poder obrero comunista en un mundo devastado por el capitalismo y sus guerras. Tomará tiempo – nadie puede decir cuánto tiempo – alcanzar el nivel de vida que queremos y necesitamos. Pero las masas, movilizadas por el comunismo, acabarán rápidamente con los extremos de la riqueza y la pobreza. Arrancaremos y destruiremos las raíces del racismo, sexismo y la desigualdad mundial creada por el capitalismo-imperialismo.

Esto es lo que 35 millones de huelguistas en Brasil necesitaban escuchar. Pero no lo escucharon de la multitud de partidos “izquierdistas” brasileños. Los lectores de Bandera Roja en Brasil deben difundir este mensaje. ¡Los invitamos a unírsenos y construir el Partido Comunista Obrero Internacional! Nuestros camaradas del Partido en Sudáfrica están mostrando el camino.

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