Boeing Usa las Reglas de Asistencia Como un Azote:

Obreros Aeroespaciales Debaten la Solución Comunista

PUGET SOUND, WA (EE. UU.) – «Cuando sales el fin de semana, deberías estar ansioso por venir a trabajar el lunes por la mañana», dijo el pez gordo de Boeing. Se oyó el estallido de una risa sarcástica.

¿Quién podría culparnos? La compañía, en connivencia con el sindicato, acababa de convertir las reglas de asistencia en un arma. Los cientos reunidos en un teatro para escuchar su discurso lo sabían muy bien. Muchos perderán sus trabajos bajo estas reglas.

Solo el comunismo puede acabar de una vez por todas con las reglas de asistencia disciplinarias.

El patrón acababa de describir cómo navegó su yate y viajó por todo el mundo con su esposa. «Sí, él quiere que vengamos a la fábrica para producirle ganancias para que pueda seguir viviendo su estilo de vida parasitaria», comentó un obrero.

Platicas de la empresa como estas nunca funcionan. Los trabajadores ven que es solo para encubrir cómo la compañía usa la disciplina para asegurarse de que seamos explotados en el trabajo. Estas reglas de asistencia de 187 páginas ponen la amenaza de ser despedido abierta y descaradamente.

«Odio cuando las cosas se ponen así de complicadas», dijo un obrero, reflejando el sentimiento general. «Cuando se pone así de complicado es porque alguien allá arriba quiere fregarte».

La mayoría de los trabajadores entienden esto. Incluso el delegado sindical, en una reunión del departamento, dedicada a explicar la nueva política, estuvo de acuerdo. Más tarde discutimos la alternativa comunista: ¡No reglas de asistencia!

Motivando el Trabajo Comunista

Nuestro camarada comenzó esta discusión diciendo que el verdadero problema es tener reglas de asistencia. Si estuviéramos produciendo para las necesidades de nuestra clase, no las necesitaríamos.

El delegado sindical estuvo de acuerdo en que podríamos calcular colectivamente cuántas personas se necesitarían para producir lo que necesitamos. Ahora las personas vienen a trabajar porque deben ganar un salario. No hay ningún incentivo para dar un esfuerzo extra si es para las ganancias a la compañía.

«¿Pero cómo lidias con alguien que no quiere venir a trabajar?» preguntó el delegado sindical. Mucha gente nos pregunta eso.

En el comunismo, el incentivo es la responsabilidad social. Podríamos resolver eso también.

«Eso es correcto», dijo ella.

No puedes resolverlo si la producción es para obtener ganancias. Por eso los capitalistas necesitan leyes: convertir las reglas en armas para castigar a los que no se someten. Ella realmente estuvo de acuerdo con esto.

Trabajo. No Empleos

En el comunismo, todos trabajarán, pero nadie tendrá un empleo. Un empleo significa que algún patrón puede poder explotarte. Y el comunismo no tendrá patrones motivados por las ganancias.

Ya no seremos esclavos asalariados. Los trabajadores produciremos colectivamente para satisfacer nuestras necesidades.

Sin explotación, el trabajo se convertirá en una labor de amor. A diferencia del lenguaje de la compañía, este escenario es real, no una estafa.

La clase obrera regirá sobre la producción y de toda la sociedad. Decidiremos qué necesitamos producir y cuántas manos necesitamos para producirlo. Eliminaremos la división entre los que deciden lo qué se necesita y los que hacen el trabajo.

Los obreros de Boeing tuvieron docenas de discusiones como esta. Los camaradas y amigos trataron de introducir desde el principio la idea de que el comunismo nos permitirá eliminar por completo las reglas de asistencia. Nos estamos reuniendo con algunos amigos para escribir cartas a Bandera Roja sobre las reacciones que ellos tuvieron cuando plantearon esto.

La risa ante lo absurdo de las charlas de la empresa y la ira contra los ataques se convirtió en la consideración de soluciones comunistas reales. El comunismo se hizo un poquito más masivo.

Nuestra modesta respuesta comunista contrasta agudamente con la del sindicato. La Asociación Internacional de Torneros publicó un artículo de primera página y publicó volantes sobre cómo ellos mitigaron los ataques. Esto también provocó risa.

El sindicato intentó traducir su colaboración como «negociación». Esto solo puso de manifiesto la inutilidad de la política sindicalista. El capitalismo ataca a los obreros incesantemente. No puede ser frenado por los sindicatos.

Solo el comunismo puede terminar con la esclavitud asalariada y abrir la puerta a nuevas relaciones sociales. Las reglas de asistencia, fábricas, capitalistas hambrientos de ganancias y sindicatos inútiles se convertirán en reliquias del pasado. ¡Camaradería, las relaciones comunistas colectivas son el futuro!

Contrato Sindical Avala Recortes Salariales Para Trabajadores de Alaska Airlines

Estado de Washington, EE. UU. – Mientras los obreros de Boeing debatían sobre la nueva política de asistencia, otra seccional de nuestro sindicato llegó a un acuerdo con Alaska Airlines para reducir salarios.

La ciudad de SeaTac, WA (EE. UU.), sede de un aeropuerto internacional, aprobó recientemente una ley de salario mínimo de $15/hora. Antes de eso, Alaska había subcontratado el manejo de equipaje y otros trabajos de personal de apoyo. La aerolínea se vio obligada a aumentar el salario de estos trabajadores al mínimo.

A cambio de traer estos empleos de nuevo a la empresa, IAM (el Sindicato de Torneros) acordó que a estos obreros se les pagaría un poco más de $10/hora. Todos los trabajadores ahora serían miembros de IAM. Los acuerdos sindicales se nulifican los requisitos del salario mínimo de la ciudad.

«Lo único que les importa son miembros que paguen cuotas», dijo un obrero de Boeing disgustado. Solía ​​estar activo en el sindicato, pero no lo es.

Los funcionarios sindicales trataron de pasar esta traición como «negociación». ¡Los obreros no se la están tragando! Los sindicatos y las leyes no pueden luchar contra la insaciable sed de ganancias del capitalismo. Ingresar al PCOI para construir para la revolución comunista es la única respuesta.

En el comunismo, el dinero y los salarios serán reliquias del pasado. No habrá necesidad de negociar por salarios mínimos. No habrá necesidad de salarios en absoluto. Trabajaremos colectivamente para satisfacer nuestras necesidades colectivas.

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