La Seguridad Social Será la Base de la Sociedad Comunista
Nicaragua, 5 de junio del 2018— Desde el pasado 18 de abril, el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, lidia con un levantamiento masivo de obreros, obreras y estudiantes. Estan airados por el decreto de Cambios a la Seguridad Social (Pensiones), el cual disminuiría el pago mensual que reciben los pensionados y aumentaría el porcentaje que se descuenta de los ya miserables salarios de los que trabajan. El gobierno se retractó, pero las manifestaciones continúan.
Al inició las manifestaciones fueron apoyadas masivamente por los estudiantes, convirtiendo las calles en campos de batalla. Los capitalistas opuestos al grupo de capitalistas alrededor de Daniel Ortega vieron la oportunidad y convirtieron parte de esa lucha en una por el control del gobierno, usando a los estudiantes para pedir la renuncia de Ortega y llamar a nuevas elecciones.
En momentos como estos, cuando los capitalistas se están agarrando del cuello, los obreros podemos y debemos tomar nuestra propia vía de lucha, la lucha por el comunismo y aplastar ambos bandos de ladrones asesinos y explotadores.
Nuestra alternativa debe ser crear una nueva sociedad comunista, sin patrones ni explotación. La solución no es sacar un verdugo y poner otro, sino destruir el capitalismo y construir una nueva forma de vida. En el comunismo no habrá Programas de Seguridad Social porque la producción será para satisfacer las necesidades de la vida y esa será la base de la sociedad.
Sabemos muy bien que estas medidas de austeridad son dictadas por los imperialistas que controlan el Fondo Monetario Internacional y los bancos que prestan dinero a los gobiernos. La política es obligar a los gobiernos a reducir los gastos para pagar los intereses de los préstamos. El 8 de mayo de este año, cuando iniciaba el nuevo presidente de Costa Rica, ya lo esperaba una huelga de trabajadores públicos por ataques similares, sobre las pensiones, a la clase obrera. Hay una crisis económica mundial que se está agudizando y estos son solo dos casos.
Nicaragua es un punto más de la lucha inter-imperialista. China y Rusia por un lado y EEUU por otro. Desde la revolución de 1979, EEUU perdió parte del control de la política de Nicaragua y como lacayo indiscutible. Los imperialistas chinos han tratado de entrar a la arena nicaragüense con el hasta hoy paralizado plan del canal y las maquilas. Los Imperialistas rusos han enviado ayuda a través de Cuba que envió cientos de doctores y gasolina barata a través de Venezuela.
Algunos obreros ven los pequeños cambios que ha hecho el gobierno de Nicaragua, como signos de reforma al capitalismo desenfrenado del ex-dictador Somoza. Estos solo ven dos alternativas, los sandinistas o los opositores, y creen que es mejor apoyar al “menos malo”.
Pero el capitalismo bajo el Frente Sandinista, el FMLN en El Salvador, el Chavismo en Venezuela, o El Congreso Nacional Africano en Sudáfrica, es tan dañino como cualquier otro. Estos gobiernos son producto de las luchas por la liberación nacional, liderada principalmente por la política del viejo movimiento comunista/socialista la cual buscaba reformar el capitalismo en lugar de luchar directamente por el comunismo.
Pero, el comunismo sigue siendo la alternativa real. Es el único sistema donde la vida de los obreros y obreras es primaria. Y donde la explotación y ganancias patronales serán cosas del pasado.
Esta lucha en Nicaragua crea una gran oportunidad para discutir con nuestros compañeros de trabajo, amigos y familiares sobre la política comunista como alternativa a los estragos creados por el capitalismo. Los amigos que leen Bandera Roja en Nicaragua deben tomar la iniciativa de unirse al Partido Comunista Obrero Internacional y comenzar a construirlo masivamente. Las masas obreras y estudiantiles pueden ver que no hay patrones ‘menos malos’, y que nuestra lucha debe ser por el comunismo.