El Comunismo Nos Moverá A Todos
“Gusto verte. ¿Cómo has estado?» preguntó el distribuidor de Bandera Roja a una chofer de autobuses de MTA saliendo de su turno.
«No tan bien, me lastimé la mano ayudando a un pasajero en silla de ruedas subir al autobús. La silla de ruedas me prensó la mano. El doctor todavía está evaluando mi lesión. Espero que no tener daños permanentes. Necesito una operación, pero MTA me la niega», respondió ella.
«Lo siento mucho. Esos accidentes parecen ser comunes. Otro chofer me dijo que lesionó su hombro porque tuvo que manualmente operar el elevador de sillas de ruedas. El sistema hidráulico no funcionaba», dijo el camarada.
«¡Sí! Recientemente me sucedió a mí. Tampoco funcionaba en mi autobús. Lo hice manualmente tres veces. Fue realmente difícil «, agregó la chofer.
Un operador de autobuses jubilado explicó: «El procedimiento normal de MTA es negar los reclamos de los choferes, especialmente si no tienen abogado. Si el mecanismo se limpiara y lubricara diariamente, este problema no existiría. Además, instalando un ‘winch’ o garrucha cerca de la caja de cobros le permitiría a los choferes subir el elevador sin entrar en posiciones peligrosas cuando se hace manualmente”.
«¿Por qué no se limpia y lubrica el elevador hidráulico diariamente?»
«Porque», continuó el operador jubilado, «la gerencia lo hace para ahorrar dinero, contraponiendo choferes y mecánicos. Responsabilizan a ambos de la inspección, pero no les dan tiempo suficiente para hacerlo adecuadamente».
Indudablemente, muchos choferes y mecánicos tienen muchas ideas sobre cómo hacer las cosas más fáciles, más seguras y más agradables para los conductores y pasajeros. Pero a MTA y a sus amos capitalistas no les interesa esto.
Si les interesara, reemplazarían los 263 millones de autos, que obstruyen las calles y carreteras de EE. UU., con un sistema de transporte masivo bueno y seguro. Esto mejoraría grandemente el bienestar físico y mental para más de 222 millones de choferes, especialmente para los de autobuses.
Esto eliminaría las enormes ganancias de las compañías petroleras, automotrices, constructoras y de llantas. «Las ganancias antes que la gente» es la lógica de los capitalistas y no actuarán en contra de su lógica.
«Para ellos, no somos seres humanos… somos solo una cifra», dijo un conductor en otra base de autobuses. Otro conductor de otra base comentó: «Somos esclavos asalariados conduciendo esclavos asalariados de sus casas a las plantaciones y luego de vuelta a sus casas».
Tienen toda la razón y ninguna reforma puede cambiar esto. La esclavitud asalariada nos roba nuestra humanidad. Para recuperarla, y alcanzar nuestro máximo potencial humano, tenemos que destruir la esclavitud asalariada y el dinero, la cadena que nos ata a los capitalistas. Solo el comunismo puede hacer esto.
Transportar personas y productos es una necesidad social que planificaremos e implementaremos colectivamente. Ayudaremos colectivamente a quienes necesitan subir o bajar del vehículo de transporte. La actitud en los autobuses o el tren será: «Nos ayudaremos mutuamente a subir y bajar para llegar a donde necesitamos ir».
El comunismo desarrollará un sistema masivo y multifacético con muchas diferentes formas de transporte para satisfacer las diferentes necesidades de todos.
Los conductores y choferes podrán mostrar el cariño, apreciación y cuidado por sus pasajeros que les gustaría mostrarles pero que el capitalismo les impide hacerlo. Desarrollaremos mejores formas de transportar a todos, especialmente a las personas en sillas de ruedas.
Sin esclavitud y dinero dictando cómo vivimos y morimos, o cómo nos relacionamos, podremos desarrollar al máximo las relaciones sociales comunistas que nos permitirán tratarnos con respeto, dignidad y cariño. Como nuestros antepasados lo hicieron durante decenas de miles de años en el comunismo pre-clases – excepto, a un nivel más alto.