Los Ángeles, CA. Mayo del 2015—“No tengo porque defenderlo. Lo que tengo me lo he ganado trabajando duro, no me lo han dado gratis”, dijo una costurera de American Apparel, lectora de Bandera Roja. Se refería a la actual campaña por reinstalar como director ejecutivo de la fábrica a su antiguo dueño, Dov Charney.
Las obreras/os están descontentos con los actuales patrones de American Apparel. Charney t Hermandad Mexicana – una organización supuesta a luchar por los inmigrantes – están tomando ventaja de esto para regresar a Charney a su antiguo trono.
Estos “lideres” comunitarios, a sueldo de Charney, quieren imponernos nuestro antiguo amo. Nosotros no necesitamos amos. Necesitamos unirnos y luchar por una sociedad comunista sin amos ni explotación. En una sociedad comunista las obreras/os costureros producirán para vestir a la clase obrera internacional, no para hacer rico a nadie. Igualmente, otros obreros/as producirán para alimentar, albergar y dar cuidado medico a toda la sociedad. No Habrá explotación, aceleramiento ni dinero.
Triunfo de Charney: Basado en la Explotación y el Engaño
Charney se hizo famoso – aclamado por la prensa patronal - por producir en EE.UU., pagar poquito más del salario mínimo, brindarles masajes a sus trabajadores y apoyar la campaña de “Legalizar a Los Ángeles” en beneficio de los indocumentados.
Debido a esto pudo vender su producción a precios altos. Sin embargo, sus módulos de producción basados en una competencia increíble y un aceleramiento inhumano, produjeron  llantos, angustias y enfermedades entre los trabajadores.
Charney usaba los masajes cuando algún trabajador/a daba señales de cansancio. Ese era su látigo: movilizaba a los masajistas para asegurar que esa obrera/o no dejara de producir. La maquina tenía que seguir rugiendo.
Su campaña a favor de la legalización era para crear la imagen que él se preocupaba por sus trabajadores, buscando a cambio que en agradecimiento le fueran esclavos leales y produjeran al máximo.

Charney quiere volver a ser nuestro amo fingiendo ser nuestro salvador
“Sabemos que ustedes tienen muchos problemas como despidos, falta de seguro médico y menos horas de trabajo. Pero nuestra meta es que Charney regrese a su puesto y entonces él les resolverá todos esos problemas”, dijo en una reunión Nativo López dirigente de Hermandad Mexicana.
Pero, la compañía que Charney fundara en 1989 con una veintena de obreros y que llegara a tener más de 10,000 empleados, atravesaba por serios problemas económicos. Sostuvo perdidas de $340 millones en los últimos 5 años y tenia una deuda de $200 millones  Fue absorbida (comprada) por General Standard en 2014.
Hermandad Mexicana está organizando reuniones con muchos trabajadores para que apoyen a Charney. Según Hermandad, se ha firmado más de 2,000 tarjetas y formado un Comité de Trabajadores. Este se reunirá con la actual gerencia y socios de American Apparel para pedir la preinstalación de Charney.
Debemos ir a las reuniones para estar junto a estos trabajadores y desenmascarar el juego de estos agentes de la explotación y movilizar a estos trabajadores a una visión comunista de un mundo sin salarios.

No hay amos capitalistas buenos
Nuestros problemas son causados por el capitalismo, el cual atraviesa por una crisis mundial de sobreproducción. Esta crisis obliga a mucha gente a no comprar o comprar menos. La competencia de perro-come-perro obliga a muchos manufactureros a producir más de lo que pueden vender. Para no quebrar, recortan salarios, prestaciones, horas laborales y empleos.
Las leyes que rigen el capitalismo dictan que nosotros seamos siempre los sacrificados por las ganancias y fortunas de los patrones. Ningún patrón quiere o puede cambiar esto. Solo nosotros lo podemos hacer mediante la revolución comunista.
Bajo el capitalismo, los patrones nos hacen creer que nosotros dependemos de ellos y que gracias a ellos podemos sobrevivir. Pero esto es una gran mentira, es todo lo contrario, ellos se convierten en millonarios gracias al trabajo nuestro.

Nuestra fuerza laboral es el motor más poderoso del mundo
Los patrones pueden poner tela y un fajo de billetes sobre una maquina. Pueden los ejecutivos bailar alrededor de ella toda la noche y nada pasará. Sin embargo, cuando el obrero/a se sienta y hace rugir la maquina crea un valor agregado, que los patrones, al vender la prenda, convierten en ganancias.
Ellos se hacen millonarios, nosotros seguimos pobres. “Tengo mucho enojo, estoy ganando $9 dólares la hora y pago $1,000 dólares de renta. Charney vive en la mansión que era de Charles Chaplin. El está peleando sus intereses”, dijo otra lectora de Bandera Roja.
Un nuevo mundo comunista será muy diferente –no seremos explotados ni esclavos asalariados. Hagamos realidad nuestra visión comunista. Invitamos a los cientos de lectores de Bandera Roja en American Apparel y en toda la industria de la costura a unirse a nosotros, participando en grupos de estudios, distribuyendo Bandera Roja y luchando por la revolución comunista.

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