«Me gusta la idea de un mundo sin dinero», dijo un joven trabajador negro. «De todos modos, no tengo dinero ahora.» ¡Él no es el único!
¿Pero cómo funcionará la sociedad comunista sin dinero?
A veces las personas piensan que nos referimos a una sociedad «sin efectivo» en la cual todo el mundo compra cosas con tarjetas de débito o crédito. Algunos piensan que nos referimos a un sistema descentralizado de «cadena de bloques» como Bitcoin. ¿O nos referimos a un sistema de trueque?
No.
Trueque significa un intercambio directo de bienes o servicios. Es un sistema limitado que solo podría conducir a la creación de dinero para facilitar el comercio. Peor aún, aquellos que no tienen bienes para intercambiar, o que tienen menos capacidad para producir bienes y servicios que otros desean, estarán en desventaja.
En la sociedad comunista, nada será comprado, vendido, o intercambiado. En cambio, todo será compartido.
Compartiremos el trabajo. Compartiremos los productos de nuestro trabajo. Se los daremos a quienes los necesiten. Pediremos y aceptaremos como regalos las cosas y la ayuda que necesitamos.
La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a compartir dentro de nuestra familia u hogar. Estamos acostumbrados a compartir con amigos. Estas son las relaciones que nos sostienen en tiempos buenos y malos.
Construir y mantener esas relaciones requiere trabajo. A veces se llama «trabajo emocional». A menudo, no es fácil.
Y como señaló un camarada en una reunión reciente, generalmente es la mujer en la familia o en la relación la cual se espera sea la que haga la mayor parte de este trabajo emocional. A menudo tiene que hacerlo además de su trabajo de esclava salarial fuera del hogar y sus tareas domésticas no remuneradas. Parte de la lucha comunista contra el sexismo es que muchos de nosotros, sin importar el género, nos volvamos más comprometidos con el trabajo de construir relaciones.
¿Qué tiene esto que ver con la movilización para la sociedad comunista?
Una sociedad organizada en torno a compartir requerirá una gran expansión de nuestra red de relaciones sociales cercanas, comenzando desde ahora. Para dar el salto de «yo y lo mío» a «todos nosotros» significa construir intencionalmente relaciones sociales comunistas.
Un obrero industrial camarada habla de su amistad cada vez más profunda con un compañero de trabajo que cada vez ayuda más a construir el trabajo del Partido. Se ven cada vez más frecuentemente fuera del trabajo, incluso a veces cuando no es muy conveniente.
Claramente, esto significa más oportunidades para hablar sobre el comunismo y cómo avanzar en el trabajo comunista. Pero significa aun más. Son relaciones como estas las que nos sostienen.
Los lectores de Bandera Roja, incluidos los miembros del Partido en todas partes, están aprendiendo mucho de los camaradas de Sudáfrica en como construir fuertes colectivos del Partido. Estas relaciones sociales comunistas reflejan su compromiso mutuo. Están ayudando a agudizar la lucha para avanzar en el trabajo político de cada individuo y sus colectivos.
Con demasiada frecuencia no prestamos suficiente atención al trabajo emocional y las recompensas de construir relaciones sociales comunistas. Estas no vienen «naturalmente» en la sociedad capitalista. No podemos confiar en la espontaneidad.
El capitalismo en su última etapa – intencionalmente, y por su propia naturaleza – promueve la alienación y el aislamiento. Atomiza y fragmenta la clase trabajadora. Todas las formas de entretenimiento capitalista contribuyen a esto. El racismo, sexismo y la xenofobia son parte de esto, pero no toda la historia.
Necesitamos pasar más tiempo con los estudiantes, trabajadores y otras personas a quienes esperamos convencer para que ingresen y construyan el Partido Comunista Obrero Internacional. No podemos vivir «dos vidas» (una vida laboral y una vida «privada»). Necesitamos luchar colectiva e intencionalmente para construir y fortalecer las relaciones sociales comunistas.
Necesitamos confiar en las redes de relaciones sociales para aprovechar las oportunidades de avanzar en el comunismo que existe hoy a nuestro alrededor. Estas amistades son la base para reclutar y consolidar nuevos miembros del Partido. Y necesitaremos confiar en estas redes en expansión para aprovechar las oportunidades revolucionarias cuando surjan.
Pero, igual o incluso más importante, el cambio cuantitativo («relaciones más comunistas») se convertirá en un cambio cualitativo («construcción de la sociedad comunista»).
La sangre vital de la organización social capitalista es el dinero. El dinero le permite a una clase dominante pequeña pero poderosa acumular nuestro trabajo social como su propiedad privada. Engrasa las ruedas de su sistema político así como las de su economía.
En contraste, las relaciones sociales comunistas serán la sangre vital de la sociedad comunista: el mundo sin dinero que nosotros, las masas, necesitamos desesperadamente.
¿COMO ESTABLECER RELACIONES SOCIALES COMUNISTAS?
Esta es una pregunta importante y quizá no tengo una respuesta completa, pero considero que un aspecto principal es la solidaridad. Hace unas semanas a una obrera de una fábrica se le incendió la cocina, fue muy peligroso porque sus hijas estaban ahí mientras ella trabajaba, pero nos alegramos de que ellas estuvieron a salvo.
Decidimos colectar un poco de dinero para comprar una cocina. La confianza de esta camarada de comunicar su situación a la colectiva fue importante pues significa que ha entendido que todos los aspectos de la vida cotidiana importan, que en el comunismo todos seremos responsables de todos. “¿Porqué no serlo hoy? En alguna medida. Un camarada de la base del PCOI debe ser importante.
Hace unos meses fuimos a visitar a una camarada que ha dado una batalla por su enfermedad,
y llevamos una canasta básica y convivimos unas horas en su casa. Esos momentos son valiosos y compartimos ideas de como avanzar el trabajo organizativo para el PCOI.
Estos ejemplos que comparto son momentos difíciles pero comunes en la clase trabajadora. Pero también hay momentos de alegría que son buenos y que debemos propiciar y aprovechar políticamente para hablar de las ideas comunistas principalmente por que son espacios en que las personas están dispuestos a compartir y escuchar.
Creo que esta participación colectiva va haciendo el camino. Un camarada no solo lo es en una reunión, en una marcha, en un volanteo, en una agitación. Lo es en todo momento. La discusión en este tema debe continuarse para combatir las practicas e ideas capitalistas de como relacionarse por forma comunistas.
Leamos y distribuyamos nuestro periódico Bandera Roja. ¡Que viva la clase obrera!
Camarada en El Salvador
Los pueblos indígenas iroqueses de América del Norte (que se muestran aquí en un grabado europeo del siglo XVI) tenían una “economía del regalo” tradicional. Poseían tierras y trabajaban en comunidad. Cuando grupos más pequeños cazaban o pescaban, toda la comunidad compartió lo que trajeron.
Entre las comunidades iroquesas, la entrega de obsequios era más común que el comercio. Los iroqueses les enseñaron a sus hijos a pensar por sí mismos y a trabajar arduamente para la comunidad. Hoy en día, cada vez más personas en todo el mundo están hablando e intentando construir economías de regalos a pequeña escala. El comunismo se basará en lo mejor de estas tradiciones y experimentos, llevándolos a un nivel nuevo y superior.