Ciento ochenta millones de huelguistas cerraron las ciudades y carreteras de la India el 2 de septiembre en lo que pudo haber sido la acción laboral más grande jamás vista en el mundo. Más impresionante aún, estos millones de hombres y mujeres incluyeron trabajadores dalits, hindúes y musulmanes.
Le tomó más de 30 años al partido nacionalista hindú de Narenda Modi construir un movimiento fascista que aterrorizó a musulmanes, dalits, mujeres y los organizadores sindicales. Algunos pensaron que el fascismo era demasiado fuerte para luchar en su contra. No creían que las masas se levantaran jamás. Las acciones colectivas masivas del 2 de septiembre destruyeron en un solo día el mito de la invulnerabilidad fascista.
La huelga general de los trabajadores incluyó a organizados y no organizados, industriales y agrícolas, jóvenes, maestros y otros. Manifestaron su furia contra las políticas racistas y antiobreras del gobierno fascista de Modi. Muchos marcharon con las banderas rojas del comunismo. Sus consignas resonaron: “¡Los trabajadores del mundo somos los mismos!”
Los trabajadores del transporte paralizaron los servicios. Los trabajadores bloquearon los trenes y las carreteras con  llantas en llamas. Los trabajadores de oficina cerraron los bancos estatales y compañías de seguros. Los huelguistas lucharon contra la policía que trató de impedir que marcharan frente a los edificios gubernamentales.
Las enfermeras en Nueva Delhi y en otros lugares arriesgaron ser arrestadas por hacer huelga en los hospitales públicos. Masas de obreros se manifestaron en Chennai, un importante centro de la industria automotriz internacional.
Los sindicatos respaldados por partidos “comunistas” organizaron la huelga general. Además de las demandas económicas como aumentos salariales y pensiones, estos sindicatos plantearon demandas políticas. Se opusieron a la decisión del gobierno de Modi de abrir los ferrocarriles y los sectores de defensa a una mayor inversión extranjera directa. Así que, oficialmente, esta era una huelga política por reformas.
Pero las masas sobrepasaron a sus llamados líderes. Fueron más combativas. Salieron en mayores cantidades de lo esperado. Más importante aun, muchos estaban abiertos a la idea de luchar directamente por el comunismo.
Algunos miembros del Partido Comunista Obrero Internacional (PCOI) se unieron a esta masiva huelga de un día. Les llevaron Bandera Roja y otra literatura comunista a las masas. Después, nuestros camaradas pudieron hablar de la sociedad comunista de manera masiva con nuevos amigos. Vieron cómo los sindicatos encadenan a los trabajadores al capitalismo tratando de limitar nuestras luchas a demandas reformistas.
“¡No podemos limitar nuestra huelga a un día! Tenemos el poder de cambiar este sistema. Ellos (los patrones) son impotentes sin nosotros”, dijo un camarada.
Los trabajadores de todo el mundo tienen que empezar a organizar huelgas políticas para el comunismo. ¡Imagínese el poder de 180 millones de trabajadores movilizados para el comunismo en vez de reformas! Más aquí.

Este es un reporte de cinco camaradas sobre una discusión que tuvimos con estudiantes.
Fuimos a la escuela para hablar con algunos de los estudiantes interesados en saber más acerca del PCOI. Cuando nos acercamos al grupo, ya estaban discutiendo la política aquí de Sudáfrica. Entonces les dijimos quienes éramos y lo que era el PCOI.
Fue muy positivo ver su retroalimentación y respuesta. Nos encantó mucho ver a tres de ellos dar sus números telefónicos y querer venir a nuestras reuniones. Uno de ellos preguntó si teníamos reuniones y les dijimos que nos reuníamos todos los fines de semana. El estaba dispuesto a venir y discutir el comunismo. Le dijimos que nos gustaría mucho que él viniera a las reuniones.
Hablamos con ellos acerca de lo que es el comunismo y cómo este influirá en la sociedad en el futuro. La mayoría de ellos no entendían el concepto del comunismo. Como ya hemos explicado, algunos de ellos vieron que el comunismo es bueno. Pasamos más de una hora hablando con estos compañeros. Uno de los compañeros de clases de Bongani se comprometió ingresar al Partido.
A medida que nos relacionábamos, un compañero dijo que la gente blanca nos está oprimiendo. El tenía razón, en el sentido de que los capitalistas blancos nos están oprimiendo, pero también lo están haciendo los capitalistas negros. Esa afirmación provocó un debate acerca de que si sólo los blancos son capitalistas y no cualquier gente negra.
Por lo tanto, hablamos  más de las similitudes y diferencias entre los capitalistas blancos y negros y también de su relación con la clase obrera. Los capitalistas negros aquí son más aceptados por la clase obrera debido al color de su piel. Pero en realidad son iguales que los capitalistas blancos. Eso fue lo más destacado de la discusión.
Otro punto sobresaliente fue cuando preguntaron cómo funcionaría una sociedad comunista sin dinero y patrones. Discutimos esos temas.
Explicamos que en el capitalismo, la educación se basa únicamente en lo que los patrones necesitan en un momento dado. Uno va a la escuela para ser un trabajador y tener un salario para tratar comprar lo que uno necesita.
Les dijimos que en el comunismo la gente aprenderá a producir las cosas que necesitamos para sobrevivir, no solamente para que puedan trabajar y devengar un salario. La gente trabajará para satisfacer sus necesidades de acuerdo a su dedicación y habilidades y recibirá lo que necesita.
Lo siguiente es ir siempre a las empresas industriales y universidades para movilizar más masas para el comunismo.

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