Los estudiantes sudafricanos han demostrado una vez más su espíritu de rebeldía. Su lucha masiva nos llama a movilizar mundialmente a las masas para el comunismo. Hacemos un llamado a los estudiantes rebeldes a unirse a la lucha por un mundo comunista sin dinero, donde la educación y todo lo que los trabajadores necesitan será gratuito y accesible.
El alzamiento, contra el aumento gubernamental de las matrículas universitarias, comenzó en la Universidad de Witswatersrand (“ingenios”). En octubre 21, decenas de miles se fueron a la huelga, tomándose el edificio de la administración, marchando, y bloqueando carreteras con neumáticos en llamas. Los policías atacaron con balas de goma y gases lacrimógenos. Los rebeldes se mantuvieron firmes.
La rebelión se extendió rápidamente por todo el país, incluyendo a la Universidad de KwaZulu-Natal, Tshwane Universidad de Tecnología y la Universidad Metropolitana Nelson Mandela en Port Elizabeth. Miles --negros, blancos e indios unidos -- se manifestaron frente al Parlamento en Ciudad del Cabo. Varios cientos irrumpieron en el edificio, interrumpiendo el discurso del ministro de Finanzas Nhanlhla Nene.
Al día siguiente una gran multitud combativa se reunió en frente del edificio de gobierno en Pretoria. El Presidente Zuma se vio obligado a cancelar los aumentos en las tarifas universitarias,  pero no las tarifas.
Ahora muchos quieren escalar a exigir la abolición de las tarifas en sí. A pesar de las protestas masivas, la dirigencia reformista ha llegado a un acuerdo con el gobierno buscando ponerle fin a la protesta.
Pero, aunque la educación gratuita aparenta ser algo bueno, sigue siendo educación capitalista. Es inherentemente anti-obrera, anti-comunista, racista y elitista ya sea vendida o regalada.

Necesitamos Educación Comunista
La educación comunista romperá las barreras entre aprender y hacer. Estudio y trabajo serán combinados desde el principio. Los estudiantes no tendrán que esperar décadas antes de contribuir a la sociedad. Y los trabajadores continuarán estudiando durante toda su vida.
La educación comunista también romperá las barreras entre el trabajo intelectual y manual - entre el escritorio y el (trabajo) banco. Todo el mundo hará trabajo mental y manual.
Por último, la educación comunista abolirá el apartheid racial/étnico informal que encontramos en las escuelas de todo el mundo. Todos serán animados a desarrollar todo su potencial sirviendo a la clase obrera en muchos campos.
Todo esto requerirá una revolución por el comunismo.
La rebelión estudiantil sudafricana es un enorme movimiento con demandas muy modestas. La clase obrera necesita un levantamiento armado masivo con grandes metas: la abolición del capitalismo. Dicho levantamiento, incluyendo masas de estudiantes, será dirigido por una clase obrera comunista y su Ejército Rojo, y tendrá como objetivo la construcción de una sociedad comunista basada colectivamente en satisfacer las necesidades de todos los trabajadores
Bajo el comunismo, no habrá aumentos de matrículas ni matriculas. El dinero será abolido inmediatamente. Las masas movilizadas por el comunismo garantizarán no sólo la educación, sino todas las necesidades básicas como alimentación y albergue. Todo el mundo va a contribuir con el trabajo e ideas que puedan para hacer esto posible.
En Sudáfrica hoy, el apartheid ha desaparecido pero el capitalismo racista todavía esta aquí. Como resultado, el dinero y las ganancias mandan. Todo, incluyendo la educación, está en venta. Para tratar de conseguir un trabajo decente uno tiene que comprar una educación (y no hay garantías).
Es evidente que los aumentos en las matriculas son racistas, golpeando duramente a los estudiantes pobres, en su mayoría negros, obligando a muchos a abandonar los estudios. Cientos de académicos firmaron una carta apoyando el aspecto anti-elitista de las protestas estudiantiles. A principios de este año hubo protestas contra el racismo en las Universidades.
Los estudiantes que organizan estas protestas tienen que movilizar para el comunismo. La forma de acabar con el racismo y elitismo y garantizar que la contribución de todo el mundo sea apreciada es con una revolución y sociedad comunista.
El  temor justificado de los estudiantes por el desempleo impulsa la rebelión. La crisis mundial de sobreproducción está sofocando la economía sudafricana. Industrias enteras (como el acero) están amenazadas. Conforme se reduce la producción, se reducen también los ingresos del gobierno. Los gobiernos recortan el gasto, imponiendo la austeridad, como el discurso de Nene reveló.
En el comunismo, el desafío no será hacer lo máximo con poco dinero, sino como sacarle el máximo provecho a la abundancia de mano de obra (toda la población activa).
No habrá desempleo; nadie será obligado a permanecer inactivo. Siempre podremos redistribuir los recursos para producir otras cosas que necesitamos.
El miedo que la rebelión se extienda a la clase obrera hizo que el gobierno del CNA diera marcha atrás. Y la rebelión podría extenderse no sólo a los trabajadores sudafricanos, sino a la clase obrera de otras partes. Como ejemplos tenemos el impacto de la rebelión estudiantil original de Soweto en 1976, la de Francia en 1968 y las revueltas estudiantiles que desencadenaron la Revolución Cultural en China en la década de los 1960.
Los estudiantes pueden comenzar las cosas; pero los obreros y soldados son indispensables para acabarlas. La revolución no se dará sin un partido comunista masivo - el PCOI - movilizando  a los obreros industriales y soldados comunistas para movilizar a las masas para el comunismo.
El Partido apenas comienza en Sudáfrica, pero las luchas como éstas nos dan la oportunidad de crecer allí y en todo el mundo. Únanse al PCOI para ponerle fin al capitalismo racista y darle a las masas de la educación que se merecen. Los estudiantes deben difundir Bandera Roja para movilizar a sus compañeros para el comunismo. También deben ingresar a las filas de los obreros  industriales y soldados para acelerar el fin del capitalismo racista y el amanecer de un mundo comunista.

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