¡LUCHEMOS POR EL COMUNISMO!Partido Comunista Obrero Internacional | |
SEATTLE, WA--“El racismo no es de predisposiciones y prejuicios, es de poder en el capitalismo”, sostuvo en Facebook un obrero con mucho tiempo en Boeing. Después de Ferguson y Staten Island, el luchó con sus compañeros de trabajo sobre esto. La lucha tomó una nueva dimensión cuando el enfoque viró hacia adquirir el poder necesario para movilizar a las masas para el comunismo --ahora y después de la revolución.
El sistema patronal no puede sobrevivir sin el desempleo racista y las diferencias salariales racistas. Estas le proporcionan ganancias esenciales. También rebajan los salarios de todos los obreros. El desempleo racista es otra amenaza que se cierne sobre nuestras cabezas.
El empobrecimiento de la clase obrera profundizado por el racismo es una característica del sistema imperialista a nivel mundial. Atiza la rivalidad inter-imperialista y la guerra. Los patrones no tienen más opción que buscar (y ocupar) las fuentes de mano de obra más barata. El imperialismo es resultado natural e inevitable de la producción capitalista para ganancias.
Desde 2007, la crisis capitalista de sobreproducción obligó a los patrones a acelerar los recortes salariales--en EEUU más que en otras partes. La capacidad productiva del mundo se ha disparado, junto con la clase obrera industrial. El surgimiento de nuevas potencias industriales, como China, cambió el panorama.
El racismo ataca a los obreros negros y latinos primero y más duramente, pero ningún trabajador se escapa. Empleos típicos de manufactura en EEUU pagan ahora menos que el sector público. Durante décadas, lo contrario era cierto. Los obreros estadounidenses que hacen autopartes, por ejemplo, ahora hacen un promedio de $ 15.83/ hora después de una década de declive.
Un camarada negro sudafricano recientemente describió cómo él renunciaba de fabricante de autopartes tras otro buscando en vano un empleo con el cual él y su hija pudieran vivir. Esto no beneficia a Darrel Eberhardt, un obrero blanco de 49 años de edad en Ohio, ahora obligado a trabajar por $ 10.50/ hora ensamblando asientos para el Chevrolet Cruze.
Los obreros blancos no son daños colaterales en este esquema. La intención del racismo sistemático es dividir, debilitar y atacar a toda la clase obrera.
“Siempre se reduce a lo que es bueno para los que tienen y lo que es bueno para los que no tienen”, es como otro obrero describió la situación que condujo a rebeliones anti-racistas recientes.
Aplastar el Racismo Requiere la Revolución Comunista
No podemos acabar con el racismo-- y los asesinatos de policías racistas que engendra --sin ponerle fin a la producción con fines lucrativos. Nada es más básico al capitalismo que este modelo de producción.
Una sociedad comunista, por el contrario, se basa en el modelo de producir para satisfacer las necesidades. Elimina los salarios: por lo tanto, no hay diferencias salariales racistas.
Todo mundo trabaja según su dedicación, y recibe según su necesidad. El desempleo racista ya no condenará a los trabajadores a la miseria o algo peor. Aquellos que sin empleo ya no serán una amenaza para los empleados. Serán manos que ayudan.
Más importante aun, el comunismo deriva su poder de una clase obrera unida, todo lo opuesto a las divisiones racistas que refuerzan el poder patronal. Podemos ganar la lucha ideológica de masas necesaria para acabar con el racismo institucional si construimos esta lucha sobre la base de producción comunista.
Crisis Intensifica Terror Racista y Rebelión Masiva
Al comienzo de la crisis económica capitalista en 2007 los obreros eran simplemente victimas. Pero, luego las rebeliones sacudieron el mundo.
El racismo es la punta de lanza de los ataques patronales. También es su talón de Aquiles. Algunas luchas más combativas han sido históricamente contra el racismo.
Los patrones están invirtiendo millones de dólares para acorralar a estas últimas rebeliones contra el terror racista. Sus agentes abogan el callejón sin salida de reformar las leyes y la policía, mientras promueven una u otra forma de nacionalismo.
No obstante, podemos esperar que estas luchas antirracistas continúen. Las rebeliones han durado más de lo habitual durante este período de crisis. Podemos esperar más de lo mismo. Es difícil volver a ponerle vendas una vez que las masas han abierto los ojos.
Discutimos el potencial del comunismo para terminar el terror racista con algunos obreros nuevos relativamente jóvenes en nuestra reunión del PCOI el pasado fin de semana. “¿Tiene el partido un libro sobre cómo funciona el comunismo?”, preguntó uno de estos obreros mientras lo llevábamos después de la reunión a su segundo empleo. “Es la cosa principal que tengo que explicarles a mis compañeros de trabajo.” ¿No es eso lo que todos tenemos que hacer?
Cambios de cantidad llevan a cambios de calidad en el desarrollo diario de nuestras vidas, desarrollamos actividades acordes a nuestras profesiones y en base al esfuerzo y tiempo que dedicamos a una tarea, vamos acumulando cambios de cantidad cuya suma da, el salto a un cambio de calidad.
En mi profesión que es ser comunista dedico tiempo a repartir Bandera Roja (BR) a mis compañeros de trabajo, también tengo conversaciones acerca de cómo será el comunismo y principalmente lucho en contra de las ideas capitalistas, reformistas y otras desviaciones. Al pasar del tiempo, empieza a germinar esa semilla y nace una plantita que necesita cuidado para que ella misma vaya creciendo fuerte y desarrollando pensamientos comunistas regando el polen hacia otros rumbos.
Este trabajo poco a poco va dando frutos aunque por momentos parece imposible, trabado y estancado. Pero si somos consecuentes, tenaces y convencidos, con el tiempo las semillas comienzan a germinar y vamos alcanzando unos niveles de lucha, más altos. Después, surgen otras complicaciones pero siempre se sigue avanzando si le ponemos más leña al fuego.
Ejemplo: un chofer de MTA, vamos a llamarle C., por mucho tiempo lo invitaba actividades del PCOI. Al principio no mostraba interés político, sin embargo situaciones laborales que enfrentábamos o problemas sociales los discutía con él y otros trabajadores y los íbamos ligando a nuestras vidas y en la busca de soluciones le llevaba a la conclusión comunista.
Sus contradicciones fueron fuertes y buscaba diferentes soluciones porque pensaba él que el comunismo no iba a ser aceptado por otros trabajadores. Al pasar del tiempo y de analizar historias de las revoluciones, de la lectura de BR, del folleto MMC y otros documentos y al observar por sí mismo como cientos de otros trabajadores de MTA tenían mucha simpatía por nuestro partido, se fue acercando más.
Un día le pedí una colaboración mensual para la continuidad del desarrollo de nuestro partido y accedió a proveer una cantidad determinada me dio su primer mensualidad. La siguiente vez que le tocaba su cuota, caminó hasta mi área de trabajo parar entregármela.
La tercera vez, no lo había podido mirar pero cuando me miró dijo, “hey compa, aquí tengo el dinero”, entregándomelo. Aproveché la oportunidad para pedirle que si nos podía ayudar a pasar el periódico. Pensé yo en uno, tal vez dos BR. Me dijo muy entusiasmado, “claro, deme una docena para pasarlos a conocidos y otros para ponerlos en las mesas de la cafetería para que los lean otros choferes”.
Al pasar una semana lo fui a buscar para preguntarle cómo le había ido Me contestó que muy bien, que el periódico había sido bien recibido y que en lo sucesivo lo continuaría haciéndolo, para ponerle más leña al fuego, le pregunté si le gustaría ser un miembro de nuestro partido y sonriendo me dijo tráeme mi carnet porque aquí ya me están llamando BR.
Procesos como este son varios en MTA entre mecánicos, los que limpian los autobuses, choferes y otros. La colectiva del partido ha sido muy valiosa en el desarrollo de estos camaradas y aunque esta toma de concientización comunista a lo mejor no es tan emocionante como cargar ya un fusil, pero si puedo asegurar que sin esta labor diaria, lo único que estaríamos construyendo sería un castillo de arena y no el partido fuerte de obreros, soldados, y estudiantes conscientes políticamente y convencidos de que el comunismo es la única solución y que para triunfar muchos sacrificios hemos de poner.
Así como los cambios cuantitativos conducen a cambios cualitativos en la vida de un camarada individual, también el aumento cuantitativo del número de miembros del partido en el MTA dará lugar a un cambio cualitativo en las relaciones de clase en el MTA. Un PCOI más fuerte en MTA, puede dar liderato a toda la clase trabajadora.
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