¡LUCHEMOS POR EL COMUNISMO!Partido Comunista Obrero Internacional | |
En
abril reportamos sobre la huelga de los obreros portuarios en Puerto Elizabeth.
No podíamos imaginarnos que cinco meses después nos estaríamos reuniendo con
estos 28 obreros de Transnet. Según
informan, perdieron en las cortes la batalla con su patrón. Por seis meses se
han estado reuniendo todos los domingos, esperando noticias de su organizador
sindicalista de Numsa quien esta en Johannesburgo.
Hoy nos
reunimos con ellos. Nos presentamos y les hablamos del PCOI y la revolución
comunista. Estaban muy contentos de recibir copias de muchas ediciones de Bandera
Roja, y prometieron leerlas y escribir para el periódico. Estaban muy
animados de aprender acerca de nuestro Partido y su meta: la revolución no las
reformas.
El
manganeso es una sustancia mortal que ha matado y hospitalizados a muchos de
sus compañeros de trabajo. Estos obreros trabajan 7 días a la semana, 12 horas
diarias y les pagan R500 (US $46) por semana. Son explotados sin medida, porque
se están muriendo trabajando en estas condiciones, trabajando bajo agencias de
empleo durante 12 años y todavía son eventuales.
Cuando
te contratan en el puerto, te hacen exámenes físicos, te sujetan a requisitos
estrictos, chequeos, etc. Luego te mandan bajo la tierra a excavar el manganeso
en Puerto Elizabeth. Tienes que ir profundamente a las entrañas de la tierra.
Después de años de cavar manganeso, te examinan de nuevo. Si te encuentran
demasiados rastros de manganeso, es probable que pierdas su empleo. Los
horrores que compartieron con nosotros eran increíbles.
Estos
obreros se fueron a la huelga en abril junto con sus compañeros de trabajo de
planta. Recibieron una carta confirmando que la huelga era legal, pero más
tarde fueron despedidos y solo a los obreros de planta se les permitió
regresar. La compañía les dijo a los obreros de la agencia que la huelga era
ilegal.
Ahora
estos obreros le preguntan a su empleador, “¿Si dices que la huelga es ilegal,
entonces por que solo despedirnos a nosotros? Todos participábamos en la
huelga. Esta es una practica laboral injusta, discriminatoria, y cruel”. Ellos
se quejaron a la agencia de empleo, que les dijo que ya no pertenecían a ella
porque Transnet SA ya no trabaja para el empleador.
Transnet
les dijo que estaban solos. El sindicato les pidió que inscribieran y lo
hicieron pero ahora el sindicato dice que solo defiende a los obreros
permanentes.
La
victimizacion de estos obreros es indescriptible y ahora están desempleados.
Sus familias y niños que dependen de ellos están en una gran pobreza.
Terminamos
la reunión en algo muy positivo: en el futuro tendremos nuestras propias
reuniones del PCOI con ellos.
Más
temprano estuvimos reunidos con obreros de la construcción en el mismo lugar
que los obreros de Transnet. Nos dimos cuenta que ellos también trabajan en
condiciones injustas, discriminados, victimizadas, explotados y por el salario
mínimo.
Los
obreros comparten problemas similares. Todos estos patrones y dueños son
iguales. La supervivencia de sus empresas depende de estos obreros que
explotan, discriminan, maltratan y abusan.
Esperamos
deseosos nuestra visita planeada. Como colectiva estamos venciendo nuestro
miedo y debilidades porque no hay otra solución que la revolución comunista.
EL
SALVADOR—“!Son los de Bandera Roja, vos!”, le contesta una
trabajadora de las maquilas a otra, mientras le muestra el volante y el
periódico, cuando ésta preguntaba, “¿Quienes son estos muchachos?”.
En
estas fábricas trabajan diariamente un promedio de
2,300 obreros y obreras. Recientemente 250 Bandera Roja y 200
volantes fueron repartidos por camaradas del PCOI al terminar la jornada de
trabajo en las maquilas.
Se
escribió un volante que mostrara la necesidad de luchar por el comunismo y como
los obreros no necesitamos a los patrones. Lo siguiente es parte del volante:
Nos
levantamos temprano por la madrugada cansados y con mucho sueño, tomamos uno o
hasta tres buses para ir al trabajo; mientras los patrones llegan cómodamente a
la fábrica en sus autos de lujo. En la puerta nos registran como si fuéramos
criminales, mientras que el patrón que roba las ganancias de nuestro trabajo
pasa tranquilamente. Somos nosotros los que estamos produciendo y creando todo,
desde la fábrica hasta las docenas de camisas y pantalones que salen en cada
jornada. Entonces: ¿Por qué el patrón gana millones, mientras nosotros solo
sobrevivimos el día a día? ¿Por qué? ¿Qué es él sin nosotros? ¡NADA!
¡Nosotros NO necesitamos a los
patrones!
¡Construimos
la fábrica, llevamos la materia prima, usamos las máquinas, cosemos,
empaquetamos y transportamos todo! ¡Todo lo hacemos los obreros y obreras! ¡El
patrón y su dinero no producen nada, no los necesitamos, ellos nos necesitan!
¡El patrón debe temer del
Comunismo!
Hay
un mundo por construir—donde no exista la explotación a la que hoy nos
someten, un mundo donde produzcamos solo lo que necesitemos y no para vender y
hacer ricos a unos pocos, un mundo donde trabajemos todos juntos para todos.
Por
años nos han querido atemorizar con la palabra “Comunismo.” Nos quieren hacer
creer que es algo malo. ¡ES ALGO MALO PARA LOS PATRONES!
Junto
al volante, llevamos Bandera Roja, como la herramienta principal
para movilizar a las masas para el comunismo. Nuestra literatura fue bien
recibida, un joven tomó el periódico, regresó, hizo una donación y dijo, “para que sigan
repartiendo”. Esto demuestra que
las donaciones deben ser parte de la lucha política para construir el partido.
Los
camaradas comunistas dentro de la fábrica salieron a darnos apoyo de seguridad
y motivación para hacer esta gran labor que debe ser constante. En las calles
aledañas se podía observar a muchos trabajadores concentrados leyendo el
volante y el periódico.
Estas
actividades ayudan a los camaradas que están dentro de las fábricas a construir
redes de Bandera Roja y movilizando a obreros para el comunismo.
Nuestra línea tiene que llegar a las masas, de esta forma los obreros tendrán
conocimiento de nuestro partido y de cómo luchar por el comunismo.
Durante
la actividad un trabajador le dijo a un camarada: “Vi que unas compañeras
andaban un volante y un periódico, lo leí. Está buenísimo. Quiero que
escribamos un volante sobre las cosas que pasan dentro de la fábrica donde
trabajamos.”
Luego
de repartir nuestra literatura, nos reunimos con nuestros camaradas de las
maquilas sobre sus actividades, horarios, y futuras reuniones. Un compañero nos
dijo que nos podemos reunir en su casa. Ya que estas reuniones las hacemos cada
vez que podemos, leemos el periódico, hay algunas cosas que no entendemos pero
las hablamos entre todos.
Autocríticamente,
debemos repartir más volantes y Bandera Roja de una manera más
constante. Estas actividades deben y serán constantes. Llevar las ideas comunistas
es tarea de todos los miembros del partido en cualquier parte del mundo en la
que nos encontremos. De esta forma, vamos construyendo el comunismo. Cada
periódico en manos de un trabajador es un paso más hacia la revolución
comunista.