SUDÁFRICA, 14 agosto -- Los residentes en Walmer municipio de Port Elizabeth se alzaron airados en los últimos días en protesta por la falta de servicios públicos. El municipio Walmer es una zona pobre ubicada junto al Aeropuerto de Port Elizabeth en un área suburbana rica con mucha vegetación.
Los residentes airados levantaron barricadas en las principales vías de acceso a la zona del distrito comercial. Como unos quinientos manifestantes quemaron neumáticos y lanzaron piedras y basura a los vehículos que pasaban intentando registrar sus demandas al municipio local acerca de las promesas incumplidas.
Los trabajadores en Walmer y sus alrededores están hartos de la falta de necesidades básicas como ser agua potable, electricidad, salubridad, transporte. La tasa de desempleo supera el 50%.
La policía vino con cañones de agua para quitar los neumáticos en llamas y la  basura en la carretera. Utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a la multitud enfurecida. Un policía se hirió a sí mismo en el pie cuando su escopeta se disparó en el caos que estalló. Algunos manifestantes fueron detenidos por presunta violencia pública y para intimidarlos.
Más tarde en el día, la multitud enfurecida se reunió en cerca de la estación de policía exigiendo la liberación inmediata e incondicional de sus compañeros manifestantes. Amenazaron con quemar la estación de policía.
En Kenton-on-Sea y en Mthatha protestas similares se llevaban a cabo, con los residentes furiosos por la falta de que se les provea los servicios básicos como agua, electricidad, casas. Estos servicios se les fueron prometidos hace más de veinte años por el partido en el poder. Lo que ha ocurrido en Walmer puede pasar en todo el país. El Congreso Nacional Africano que llegó al poder no sólo no ha cumplido las reformas prometidas pero está atacando brutalmente a la clase obrera.
Un residente local lo describió así: “Nosotros en Sudáfrica hemos regresado a los días del apartheid. Nada ha cambiado. He experimentado más de 10 años de disturbios y desórdenes civiles en la década de los 80 y viví a través de operaciones militares y policiales. Los disturbios en Walmer y Marikana tienen muchas similitudes con el pasado”.
Debe ser el capitalismo que arde en llamas. Las masas movilizadas para la revolución comunista le pondrán fin para siempre a este sistema inhumano y salvaje de los patrones. Ninguna cantidad de reformas le pondrá fin a este sistema patronal. Sólo una revolución comunista lo hará. Lentamente pero con firme resolución  estamos construyendo al PCOI en Sudáfrica.
Nos aseguraremos que las masas airadas de hoy se convertirán en líderes revolucionarios por el comunismo. No tenemos nada que temer ya que haremos realidad la peor pesadilla de los patrones, abarcará el mundo entero y creará una sociedad comunista basada en satisfacer la necesidad de nuestra clase obrera. No habrá dinero, ni patrones ni  fronteras. Hoy tenemos que organizarnos  como una sola clase bajo la bandera del PCOI. Una clase, un enemigo; la revolución comunista es nuestra meta.

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